2009/04/25

Sobre el Arroyo Malagón

En ocasiones los estudiosos del término de Belalcázar se han preguntado dónde nace realmente el Arroyo Malagón -o del Malagón, según las costumbres de cada zorruno-, que como sabéis es el afluente belalcazareño más caudaloso del Zújar, exceptuado el río Guadamatilla. La respuesta no es difícil, pero conviene 'cambiar el chip' y tener claro que, cuando hablamos de cursos fluviales poco importantes, es raro que conserven su nombre en todo su recorrido, y de hecho suele recibir según los tramos diferentes topónimos -en este caso 'fluviónimos' si se nos permite inventar la palabra-.

Arroyo del Malagón, en las inmediaciones del paraje de 'Los Pinos' o Monte Malagón (Belalcázar). ©E. Laguna, 15.04.2009

Cuando un curso fluvial recibe varios nombres a lo largo de su recorrido -es nuestro caso-, la regla más habitual es atribuir el nacimiento al tributario más largo y caudaloso. El arroyo que desemboca en el Zújar como 'Malagón' recibe tras la unón de los arroyos de la Jarilla y del Caganchas -este último es el que discurre por 'El Prado' junto al casco urbano belalcazareño-, erca de la Casa del Colorao, aguas abajo del cerro del Castillo de los Sotomayor. El arroyo de la Jarilla nace más de 20 km más al Sur, en la ladera norte del Cerro de la Mano de Hierro (Hinojosa del Duque), pero durante su recorrido por Hinojosa recibe el nombre de Arroyo del Cohete; de hecho su paso a término de Belalcázar se hace en las inmediaciones del Cerro del Cohete hinojoseño. Así pues, nuestro curso fluvial se llama primero Arroyo del Cohete, luego de la Jarilla y finalmente del Malagón. El nacimiento se sitúa aguas arriba de la Vereda de la Senda de la Plata -que puede hacerse a pie o en vehículo dirigiéndose desde Fuente La Lancha hacia Valsequillo.



El Puente de San Pedro, atribuido a la época romana, se eleva sobre el Arroyo de la Jarilla, aguas abajo de su unión con el Arroyo de la Dehesa. ©E. Laguna, 12.04.2009

Lo anterior no impide que, como en Belalcázar se llaman a menudo 'malagones' a los terrenos pizarrosos, el tramo bajo de arroyo de la Jarilla, aguas abajo del puente de San Pedro -cuando desaparece la roca granítica para ceder paso a las pizarras-, haya vecinos que ya en ea zona llaman 'Malagón' al curso fluvial, según nos ha comentado Claudio Rodríguez.
En cuanto al Caganchas, ocurre algo parecido, ya que los tributarios originales de mayor longitud son los arroyos de la Vertiente de la Fontanilla -al que se une el de la Vertiente de Torrico- y el del Pilar, que nacen en las inmediaciones del casco urbano de Hinojosa del Duque. Hasta entrar en término de Belalcázar aún conserva el nombre de Arroyo de la Fontanilla o de las Fontanillas, pero aguas abajo de dicha linde ya se conoce popularmente como Caganchas. En cuanto al origen del nombre, cabe dejar el tema en manos de los estudiosos, o en su defecto de la imaginación popular, que obviamente no falta para este caso.

Una primavera demasiado seca

El año 2009 nos ha deparado una primavera más seca de lo que se esperaba, sobre todo teniendo en cuenta que empezó con buenas expectativas de lluvias; sin embargo, marzo apenas si registró precipitaciones, lo que con suerte quizá se compense con las que vienen cayendo en abril. El resultado es que las sementeras se están secando antes de lo previsto -en algunos casos ya empezadas a granar, como consecuencia de los períodos cortos de calor que se han registrado en estos dos últimos meses-; de paso, los posíos y otros tipos de pastizales han preferido esconder gran parte de su belleza multicolor de otros años, en espera del agua de mayo.

Abulagares, dominados por el color amarillo de la floración de la abulaga (Genista hirsuta subsp. hirsuta) y el morado del cantueso chico o 'conejitos' (Lavandula stoechas subsp. sampaiana) en los pizarrales Zarzalejo (Belalcázar). ©E. Laguna, 15.04.2009

Sin embargo, la sequía que tanto desluce los pastizales suele sentarle bien a muchas plantas del matorral y el sotobosque, y estos días los pizarrales belalcazareños lucían un incipiente manto de flores dominado especialmente por las abulagas (Genista hirsuta) y los cantuesos (Lavandula stoechas). Subiendo a enclaves más serranos de la comarca, donde las umbrías han conservado algo más la humedad del suelo, la primavera ha rendido una excelente población de plantas bulbosas (tulipanes, orquídeas, etc.), premiando a los senderistas con imágenes como la de la flor de la peonía o rosa de té (Paeonia broteroi), bella especie endémica de las sierras del sur de la Península Ibérica.



Flor de la peonía bética (Paeonia broteroi), en el Puerto de Chimorra (Pozoblanco). ©E. Laguna, 13.04.2009

2009/04/05

Aclarada la identidad de las criadillas de invierno


El principal experto en criadillas de Extremadura, D. Justo M. Muñoz Mohedano, de la Sociedad Micológica Extemeña (SME), ha tenido la amabilidad de remitirnos un mensaje aclarando la identidad de las 'criadillas de invierno' o 'criadillas chicas', a las que dedicábamos el anterior mensaje del blog. Se trata de Terfezia olbiensis, una especie que parece ser más habitual en los ambientes áridos del sudeste ibérico sobre terrenos de naturaleza calcárea, y que por nuestra zona aparecería tanto en las caleras como en suelos esqueléticos, muy someros, de algunos afloramientos pizarrosos. Igualmente, nos ha facilitado información sobre las 'criadillas jareras', que recuerdan a la de invierno pero son mayores, tienen más pliegues externos y crecen al pie de las jaras leñosas como nuestra jara real o pringosa (Cistus ladanifer), apareciendo en otoño, primavera o ambas estaciones; se trata de Choiromyces magnusii (= Ch. meandriformis, =Terfezia magnusii), aunque con menos probabilidad hongos similares podrían corresponder a la especie Loculotuber gennadii (=Tuber gennadii). Para mayor información sobre estas últimas plantas, os indicamos que la Junta de Extremadura tiene editado en formato PDF el libro 'Los hongos en Extremadura', coordinado por la SME, del que el Sr. Muñoz Mogedano es precisamente autor del capítulo sobre hongos hipogeos -esto es, los que desarrollan sus cuerpos furctíferos bajo tierra, como nuestras criadillas-. El libro ocupa bastante memoria (13 Mb) por lo que conviene tener paciencia en la descarga si no disponéis de conexión de banda ancha. La dirección para acceder al libro es: http://www.extremambiente.es/index.php?option=com_content&view=article&catid=40:biblioteca-digital&id=532:libro-los-hongos-en-extremadura&Itemid=373