2011/04/22

Si la encina tiene mucho moco....

Ejemplar de encina (Quercus rotundifolia) con abundante floración masculina, que durante unos días confiere un aspecto péndulo y un tono cobrizo a la planta. © E. Laguna, entre Guadalmez y Santa Eufemia, 21.04.2011

Dice el refrán que si la encina tiene mucho ‘moco’, en la montanera da poco. Este dicho alude a la flor masculina de la encina, organizada en amentos o inflorescencias colgantes, a las que popularmente se les llama ‘moco’. La encina, como el resto de plantas del género Quercus, es monoica, es decir, tiene las flores masculinas y femeninas diferentes, situadas en sitios diferentes de las ramas, aunque a menudo reunidas en el mismo pie. Frecuentemente la floración masculina se adelanta a la femenina, por lo que si el árbol invierte demasiado esfuerzo en hacer el ‘moco’, luego apenas si emite flores femeninas, o bien no tiene suficiente energía para formar frutos con abundancia. Las lluvias abundantes en el invierno y principio de la primavera –como está ocurriendo en 2011- favorecen este exceso de flor masculina, y por tanto la escasa producción de bellota en el otoño; por el contrario, los años de lluvias tardías suelen ser más propensos a dar buenas montaneras.


Aspecto de los amentos, inflorescencias colgantes masculinas de la encina. © E. Laguna, 20.04.2011

Año de lluvias, año de cicutas

Ejemplar de cicuta (Conium maculatum). Para identificarla bien hay que fijarse en las manchas del tallo -ver foto más abajo-. © E. Laguna, 21.04.2011, Cabezarados (CiudadReal)

La cicuta (Conium maculatum) es una planta relativamente corriente en los márgenes de arroyos pedrocheños, aunque raramente se hace abundante, salvo en los años lluviosos. En ese caso, sus semillas germinan incluso lejos de los cursos de agua, y no es raro verlas en cunetas, solares, pies de muros, etc.

Como es sabido es una planta muy tóxica, aunque no suele dar problemas por el contacto con la piel, sino por la ingestión de cualesquiera de sus partes. El envenenamiento del ganado es muy raro, porque la planta ya advierte a sus posibles comensales con un olor desagradable, y sobre todo con las abundantes manchas de color sanguíneo en sus tallos; el nombre en latín de la especie, Conium maculatum, hace precisamente referencia a la máculas o manchas tan características del ‘tronco’ o ‘caña’ de la planta.

Tallo de cicuta, típicamente manchado con máculas rojizas alineadas, a veces formando líneas. © E. Laguna, 21.04.2011, Cabezarados (CiudadReal)

Recuperación de la población de nenúfar silvestre del Zújar


Aspecto de las formas silvestres del nenúfar autóctono, Nymphaea alba. ©E. Laguna, 07.07.2007.

El último ejemplar del boletín GeoBio que edita la Consejeria de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía -abajo va la dirección de internet- detalla los trabajos que se han abordado para mejorar la única población estable conocida de nenúfar silvestre (Nymphaea alba) en la provincia de Córdoba, que se encuentra precisamente en el tramo del río Zújar que limita con Cabeza del Buey, aguas abajo del puente de la carretera que va de Belalcázar hacia aquel municipio pacense, y antes de llegar a la partida de Madroñiz.

Conviene recordar que la Junta está actuando también para la mejora de las poblaciones de trébol de cuatro hojas (Marsilea batardae) del Arroyo Torilejo de Belalcázar y el Galapagar de Hinojosa del Duque. Con suerte, en pocos años tendremos poblaciones más grandes y estables de estas plantas tan singulares y amenazadas, para las que Belalcázar y su entorno aportan un especial valor añadido al medio natural andaluz.

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