2009/11/01

Un jardín botánico en el pozo

Interior del pozo del alojamiento rural 'El Vasar'. ©Rafaela Mellado

Antonio Merino -blog y página web ‘Solienses’, www.solienses.com- nos hizo llegar hace unos días la foto que véis más arriba, tomada por Rafaela Mellado en el pozo del alojamiento rural ‘El Vasar’, que ella regenta en Añora (www.elvasar.com); se trata de un establecimiento en el que se ha respetado al máximo el estilo de la arquitectura tradicional pedrocheña. El microclima del pozo y el respeto a su fisionomía original han permitido que se instale allí una excelente comunidad de helechos, formada en este caso por ejemplares nacidos a partir de las esporas de diversas especies cultivadas. Puestos en contacto con el principal experto andaluz en el conocimiento y propagación de helechos en estado silvestre, Antonio J. Delgado Vázquez (EGMASA – Consejería de Medio Ambiente), nos ha corroborado que en la foto se pueden ver a la izquierda, ejemplares de una de las variedades ornamentales del helecho cretense (Pteris cretica, de origen tropical alcanzando de modo natural el Mediterráneo Oriental), concretamente la variedad ornamental albomarginata, con reborde blanco-plateado en las frondes con 3 hojuelas, y un grupo más numeroso del que solemos llamar ‘helecho de patio’ (especies del género Nephrolepis, de origen asiático), tradicionalmente cultivado en macetas como planta de interior en toda la comarca; de este último, podría tratarse de la especie más habitualmente mantenida en Los Pedroches, N. cordifolia, o bien de la forma de frondes con bordes ondulados, que pertenece a N. exaltata. Las pequeñas plantas que recuerdan hojas de hiedras son en realidad formas juveniles del Pteris. Además del verdín –diversas formas de algas de agua dulce y enclaves húmedos- y posibles grupos de musgos, las pequeñas manchas verdosas más redondeadas que aparecen en la fotografía corresponden con gran probabilidad a protalos, es decir, formas embrionarias de los mismos helechos, lo que augura que en poco tiempo la frondosidad vegetal en el pozo de la casa de El Vasar puede crecer bastante más, convirtiéndose en un auténtico jardín botánico en miniatura.
La foto de El Vasar reafirma que los pozos de las casas pedrocheñas, cuando se han conservado en buen estado, pueden haber actuado en muchos casos como refugio de especies que necesitan mucha sombra y humedad para crecer, como ocurre con los helechos. Si hacéis memoria, en uno de los primeros mensajes del blog, hace ya más de dos años, referíamos la presencia del culantrillo (Adiantum capillus-veneris) en el pozo del claustro del Convento de Santa Clara de Belalcázar. Animamos desde aquí a los lectores del blog a revisar el contenido botánico de los pozos de sus patios, y enviarnos fotografías si desean que identifiquemos las especies que allí viven.

Tras el rastro de la ‘algarabía’

Imagen de escoba de algarabía, facilitada al blog por Claudio Rodríguez

Una de las especies locales que se usaban hasta hace pocos años en Los Pedroches para la fabricación doméstica de escobas era la llamada ‘algarabía’. Tras un intenso rastreo, Claudio Rodríguez ha podido identificar la planta, que corresponde al género Odontites, y con gran probabilidad a la especie O. viscosa; curiosamente, esta planta no parece haber sido citada hasta ahora en los distintos estudios botánico realizados en la comarca de Los Pedroches, en la cuenca cordobesa del Zújar, o en el catálogo florístico del vecino Valle de Alcudia y Sierra Madrona. Sin embargo, el aspecto de las inflorescencias secas en la foto que nos hace llegar Claudio parece corresponder con claridad al género ya citado.

Imágenes de Odontites vicosa subsp. viscosa tomadas en Llombai (Valencia), en flor (24.09.2009) y fruto (12.11.2006). ©E. Laguna

Odontites viscosa es una planta hemiparásita, que durante parte de su ciclo vital coloniza las raíces de diversas especies del matorral. Posee flores amarillas y florece en otoño, recibiendo en otras zonas de España el nombre de ‘Sanmiguelera’ o ‘Hierba de San Miguel’, ya que su floración suele iniciarse a finales de septiembre, prolongándose durante octubre o principios de noviembre. El apelativo latino ‘viscosa’ hace referencia a su reacción al tacto, ya que los tallos y partes florales de la planta están recubiertos de glándulas que la hacen pegajosa al tocarla, y que exhalan un particular aroma a manzana, característico de la especie. En la península Ibérica se distinguen dos subespecies (viscosa y australis), cuyas diferencias solo pueden apreciarse bien a la lupa, por lo que habrá que esperar a que se localicen ejemplares vivos y puedan estudiarse fragmentos de las plantas.

2009/08/29

Festival de dedaleras en 'Flora Europaea'


Dedalera o campanillera (Digitalis thapsi L.). Belalcázar, por Las Lastras. ©E. Laguna, 04.2000

Las dedaleras (género Digitalis) constutyen uno de los géneros de mayor valor ornamental de nuestra flora; son de paso especies de afamado interés farmacéutico, de las que se extrae la digitalina. No hay que alejarse mucho de Belalcázar, entre finales de abril y mediados de junio, par verlas en flor creciendo en los recovecos de los pedroches o piedras berroqueñas -nuestras típicas moles de granito, también llamadas localmente berroques, borroques, berruecos, borruecos o barruecos-. En Los Pedroches crecen 3 especies, siendo todas ellas endémicas (exclusivas) de la península Ibérica: 1) Digitalis thapsi, propia de la zona centro-occidental de España y áreas cercanas de Portugal; 2) D. mariana subsp. mariana, endémica de Sierra Morena, con óptimo en su parte oriental, y 3) D. mariana subsp. heywoodii, igualmente endémica de Sierra Morena, pero con óptimo en la zona occidental. La especie más habitual en Belalcázar, y en general en todo el norte del Valle, es D. thapsi, de flores rosadas, con hojas y tallos muy glutinosos -pegajosos al tacto, sobre todo si se aprieta la planta entre los dedos-. De las dos subespecies de D. mariana, menos glutinosa, la subsp. heywoodii es fácil de distinguir por sus flores blanquinosas, mientras la subsp. mariana las tiene de color rosa más intenso; estas dos subespecies se hacen más abundantes al adentrarnos en Sierra Morena.


Dedalera blanca, Digitalis mariana subsp. heywoodii. Fuente La Lancha, cerca del Arroyo Lanchar. ©E. Laguna, 05.2000

Recientemente hemos 'colgado' en la página Flora Europaea (http://www.floraeuropaea.blogspot.com/) fotos de hasta 10 especies de Digitalis de todo el continente, entre las que se encuentran nuestras D. thapsi y D. mariana subsp. heywoodii. De paso podréis apreciar la particular belleza de éstas y otras especies europeas del género.


El 'bloguero' Emilio Laguna (a la derecha), junto al Dr. Vernon Heywood (al centro, catedrático emérito de Botánica de la Universidad de Reading, Gran Bretaña), al que se dedicó el nombre de la especie Digitalis mariana subsp. heywoodii, y el Dr. Antoni Aguilella (a la izquierda, director del Jardín Botánico de la Universidad de Valencia), durante el desarrollo de la V Conferencia Europea de Conservación de Flora en Cluj-Napoca (Rumanía). 08.09.2007. Foto cortesía de la Dra. Anca Sarbu, presidente de Planta Europa.

2009/08/28

De moras, morales y moreras

Frutos de zarzamora (Rubus ulmifolius). A diferencia de de morales y moreras (género Morus), la mora de la zarzamora y otras especies del género Rubus -p.ej. la frambuesa, Rubus idaeus- es un fruto en sentido estricto, al provenir cada mora de de una sola flor. Como se indica más abajo, cada mora del género Morus es realmente un polifruto o infrutescencia. ©E. Laguna, 23.08.08, Avilés (Asturias)


Para muchos de nuestros mayores, el verano se asocia entre otras cosas a las moras que consumían en su infancia. Las moras pedrocheñas provienen de dos grupos de plantas. De un lado, las moras de zarza, que en Belalcázar corresponden a la especie Rubus ulmifolius (zarzamora), abundante en arroyos, cañadas y otras cursos fluviales; estas moras se comían ocasionalmente, pero no era habitual recolectarlas ni consumirlas en gran cantidad, dada la excesiva abundancia de semillas, molestas al masticar e indigestas si se tomaban en abundancia.

Inflorescencia típica de las especies del género Morus (morales y moreras). Cada racimo posee numerosas pequeñas flores, dando cada una de ellas un pequeño fruto carnoso -cada uno de los 'granos' que componen la mora. La mora de estas especies es por tanto un agrupación de frutos reunidos en un sólo cuerpo o infrutescencia. 30.03.2008 ©E. Laguna.

Moras de moral (Morus nigra) en proceso de maduración. Sinarcas (Valencia), 29.06.2007 ©E. Laguna


Por otro lado están las moras de árbol, que se obtienen de las especies del género Morus. Desde el punto de vista botánico este tipo de mora no es realmente un ‘fruto’ sino una infrutescencia o agrupación de frutos, formada por numerosas drupas –frutos carnosos con una sola semilla- apiñadas, hasta el punto de no poder separarse entre sí; técnicamente, cada mora es una ‘polidrupa’, y cada 'grano' de la mora es un fruto completo que proviene de una sola flor. Las moras belalcazareñas más tradicionales son las del moral, Morus nigra, especie originaria de Irán y zonas colindantes, que fue introducida en Europa en época prerromana. Además de por las propiedades alimenticias y el uso tintorero de las moras, el árbol se cultivaba por sus virtudes medicinales; hoy en día sabemos que, entre otros productos, los árboles del género Morus poseen resveratrol, un compuesto químico de propiedades antioxidantes y anticancerígenas, de alto interés farmacéutico. De modo más reciente se ha expandido en Los Pedroches el empleo ornamental de la morera (Morus alba), especie más sensible al frío o la sequía, pero más resistente a las podas, adaptado en mejor medida a la jardinería urbana. La planta se cultivaba ya desde antiguo en la comarca, pero de modo muy puntual. La morera se introdujo en Europa más tarde que el moral, expandiéndose sobre todo en época medieval, e implantándose ampliamente su cultivo en algunas zonas de España –sobre todo en las vegas bajas de los grandes ríos mediterráneos- entre los siglos XV y XVIII, al utilizarse sus hojas como alimento para el gusano de seda, larva de la mariposa Bombyx mori; tenéis datos accesibles en la correspondiente entrada de la Wikipedia:


Hojas (arriba, Quart de Poblet -Valencia-, 30.03.2006) y moras (abajo, Catarroja -Valencia-07.05.2006) de la morera (Morus alba). ©E. Laguna

La sericicultura (cultivo del gusano de la seda, que llevaba apareado el de la morera) entró en declive a mediados del siglo XIX por la expansión de enfermedades que diezmaron las explotaciones del insecto. La expansión jardinera de la morera (M. alba) es bastante reciente y se ha visto aumentada en los últimos años por la comercialización de cultívares estériles de crecimiento rápido, que procuran abundante sombra en pocos años sin generar las molestias que provocan las moras en adoquinado, coches aparcados bajo su copa, etc. Igualmente se ha extenido el empleo de las moreras de copa horizontal y hoja palmeada (Morus kagayamae Koidz.), que algunos expertos consideran una mera variedad de la morera común (M. alba) y otros atribuyen a una especie cercana también asiática, Morus australis Poiret; usualmente estas moreras de hoja palmeada se injertan sobre pies de Morus alba.

Aspecto de las hojas jóvenes (arriba) y adultas (abajo) de la morera de hoja palmeada (Morus kagayamae), cada vez más habitual en la jardinería española. Fotos tomadas en San Millán de la Cogolla (La Rioja), 16.08.2008 y Catarroja (Valencia), 01.11.2006. ©E. Laguna

El moral (Morus nigra L.) produce moras de color granate oscuro a negro, relativamente duras y particularmente sabrosas; las hojas son ligeramente rígidas, poco brillantes y ásperas al tacto; las drupas (cada ‘grano’ que forma la mora) tiene un extremo sobresaliente en forma de cono. En la morera (Morus alba L.), la mayoría de razas producen moras blancas o parcialmente tintadas de rosa a granate -aunque existen variedades con frutos más oscuros-, y son algo insípidas comparadas con las del moral, presentando textura más babosa en el paladar; las hojas son a menudo más grandes, brillantes y lisas, suaves al tacto; las drupas son de extremo redondeado, no tan cónico como en las moras de moral. Además, la fructificación de ambas especies suele distanciarse en el tiempo, yendo la de la morera de finales de mayo a principios de julio, y la del moral entre finales de julio y mediados de agosto. Los frutos de morales y moreras pueden usarse para fabricar confituras, debiendo sopesarse la cantidad de azúcar a emplear en función del dulzor natural de la fruta. Para algunas variedades, puede ser conveniente filtrar la mermelada obtenida para eliminar semillas, si estas se presentan. Las moras de los morales se usaron en el pasado para tintar, y sus manchas son difíciles de erradicar de los tejidos cuando los manchan accidentalmente. Dice el refrán que ‘la mancha de mora negra con una blanca se quita’, aunque dicha regla solo parece cumplirse (y a duras penas) con las moras oscuras que tienen algunas variedades de M. alba. Las del moral propiamente dicho siempre tuvieron peor solución, entre otras cosas porque sus frutos maduros no suelen coincidir con los de la morera...

Los viejos morales belalcazareños, antiguamente abundantes cerca de caminos y carreteras o como árboles de sombra y complemento en las lindes de las huertas, han ido desapareciendo en las últimas décadas; a su progresiva muerte natural sin reposición por nuevas plantas, se ha sumado su tala por la ampliación de carreteras o las podas excesivas que sufrieron muchos ejemplares locales hace ya más de dos décadas –podas que probablemente hubieran resistido bien las moreras, pero no los morales-. De los viejos morales apenas quedan en pie pocos ejemplares, como el de la Ermita de Nuestra Señora de Consolación, mantenido gracias al cuidado que los ermitaños o santeros le han dedicado año tras año.
Moral (Morus nigra) de la Ermita de Consolación, Belalcázar, 05.08.2007. ©E. Laguna

En cuestión de albahacas, el tamaño también importa

Ejemplar de albahaca cultivada este verano en Belalcázar por el colaborador del blog Claudio Rodríguez ©E. Laguna, 09.08.2009


La albahaca o basílico (Ocymum basilicum) es una de las plantas más tradicionales en los patios y huertos belalcazareños, donde destacan por su aroma en los momentos más cálidos del verano. Se trata de una especie originaria de Asia Menor, cuyo cultivo se extendió ya por griegos y romanos, aunque en España se expandió especialmente durante la dominación árabe, empleándose como condimento –conocido en italiano como ‘pesto’-, hierba aromática, medicinal y eficaz espantador de insectos; algunos expertos indican que sus raíces actúan como trampa para los nemátodos del suelo –responsables de daños a muchos cultivos-. Como ocurre con otras muchas plantas utilizadas como especias, la planta posee potentes productos insecticidas que serían tóxicos para los humanos si se consumieran las hojas en fresco, pero que no causan daños al tacto por el contacto con la planta verde, y que desaparecen o se reducen hasta dosis no dañinas al desecar las partes aéreas.


Aspecto característico de las albahacas de la variedad Genovesa. Belalcázar, 14.08.2007, ©E. Laguna

En Belalcázar se acostumbra a cultivar la variedad común o de hoja pequeña de la albahaca –la llamada variedad ‘Genovesa’-, de porte prieto y talla reducida (hasta 30-40 cm). En los últimos años se ha extendido también, aunque con poco éxito, el cultivo de otras variedades de mayor tamaño (hasta 50-70 cm), incluyendo las de hojas rojizas o rizadas –‘albahaca menta’-, cuyo aroma recuerda más al del clavo y la canela. Algunos enlaces de información útil sobre la albahaca común son los siguientes:
http://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=c,543,m,2719&r=ReP-19967-DETALLE_REPORTAJESPADRE
http://es.wikipedia.org/wiki/Ocimum_basilicum

Macrofotografías de flores (arriba) y hojas (abajo) de albahaca, en las que pueden apreciarse las glándulas que contienen las esencias aromáticas, bien visibles en los cálices y en el envés foliar. Belalcázar, 13.08.2006 ©E. Laguna.

Se cultivan en torno a 50 variedades de Ocymum basilicum, todas ellas herbácas anuales o bianuales. No obstante, el género incluye algunas especies leñosas, frecuentemente cultivadas en el Mediterráneo Oriental y Asia, como el tulsí o tulasí hindú (Ocymum sanctum = O. tenuiflorum); tenéis datos de dicha especie en la Wikipedia:

Ejemplar arbustivo de la albahaca hindú o tulsí (Ocymum sanctum). Chania (Creta, Grecia), 23.11.2005 ©E. Laguna

Para quienes piensan que el tamaño de las albahacas es poco trascendente, acostumbrados a ver las humildes plantas que cultivamos en nuestras huertas y macetas, conviene recordarles que el pueblo de Bétera (Valencia) es famoso por sus albahacas gigantes, que forman parte del escudo de la localidad, y que se cultivan para ser lucidas por las calles del pueblo durante la celebración de la Virgen de Agosto. En 2007 se estableció un record (inscrito en el conocido Libro Guiness) al cultivarse una albahaca de 2,59 m de talla, que ha sido superado en 2009, al criarse un ejemplar de 2,71 m. Podéis ver las noticias en páginas como las siguientes:
http://www.betera.es/beteraPortal/RecursosWeb/PAGINA/1/0_323_1.html
http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=80767
http://www.20minutos.es/noticia/498513/0/betera/record/albahaca
http://www.lasprovincias.es/valencia/20070814/ocio/albahaca-centimetros-betera_200708141703.html
http://www.lasprovincias.es/valencia/pg060808/prensa/noticias/Ediciones/200608/08/VAL-EDC-027.html

Palmeras en peligro


Ejemplar adulto de picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) de unos 5 cm de talla, capturado en Valencia. ©E. Laguna, 03.05.2009

Aunque las palmeras belalcazareñas no muestran aún síntomas de problemas fitosanitarios, conviene estar alerta en los próximos meses, sobre todo cara a la primavera de 2010 y años sucesivos, ya que antes o después recibirán la visita de una plaga implacable. El escarabajo Rhynchophorus ferrugineus -conocido como ‘picudo rojo’-, cuya entrada en España se detectó hace pocos años, está causando estragos en las palmeras de hojas pinnadas -con los foliolos dispuestos en forma de peine, como ocurre con las diferentes especies de datileras-, habéndose extendido a bastante velocidad en la zona litoral mediterránea y entrando por los valles de los grandes ríos. Se calcula que en muy pocos años sus adultos habrán alcanzado todos los rincones de España donde se cultivan este tipo de árboles, entre los que muestra especial prioridad por la palmera canaria (Phoenix canariensis), que es la que domina la Plaza de la Constitución -para los zorrunos simplemente ‘la plaza’-, donde se ubican el Ayuntamiento y la Iglesia de Santiago el Mayor de Belalcázar; dentro de esta especie de palmera, atacan en una primera fase preferentemente a los pies masculinos, en los que pueden causar la muerte de los árboles en apenas 1 o 2 años. Progresivamente el porte de las plantas decae, el manojo central de nuevas hojas -ya sea primaveral u otoñal- no aparece -o éstas se presentan muy empequeñecidas-, y en pocos meses toda la parte verde de la planta se seca, muerta sobre el tronco columnar de la palmera, y sin posibilidad de reverdecer el árbol.

Base de hojas cortadas de palmera canaria (Phoenix canariensis) en una fase inicial de ataque del picudo rojo, en la que se observan las heridas (en forma de agujero) de las zonas de acceso de los ejemplares, cuando las larvas abandonan el tronco para formar las pupas. ©E. Laguna, Valencia, 25.04.2009

En Belalcázar, como en el resto de Los Pedroches, la principal especie sensible es la citada datilera canaria, seguida de la común (Phoenix dactylifera). El picudo no parece sentirse atraido por otras especies ornamentales de palmeras (Washingtonia, Trachycarpos, etc.), aunque no puede descartarse que recurra a intentar atacarlas en caso de ausencia de otros huéspedes. El picudo rojo es un escarabajo de gran tamaño cuya larva, de unos 5 cm, horada el tronco de la palmera por su zona superior buscando tejidos blandos, que encuentra sobre todo en la médula central y en el único ápice de crecimiento del árbol, que destruye en su totalidad matando a la planta. Consume también el nervio central en la base de la hoja, lo que a veces permite una detección temprana de la plaga durante las podas que se hacen a los árboles, al encontrarse las heridas que provocan las larvas al salir del interior del tronco para formar las pupas o crisálidas. La lucha contra la plaga, dada su fuerte agresividad, sólo puede hacerse hasta el momento por métodos químicos. Los expertos recomiendan podar regularmente las hojas de la parte media y baja del capitel que corona el tronco de la palmera, ya que al hacerlo pueden detectarse las galerías características que dejan las larvas del picudo. Desgraciadamente estas podas restan valor estético a las palmeras, al privarlas de las hojas inferiores, a menudo más grandes y esbeltas, de porte más arqueado; sin embargo, esta actuación preventiva resulta recomendable, cuando no necesaria.
Podéis encontrar más información, entre otras, en las siguientes páginas web:

Ejemplares de palmera canaria (Phoenix canariensis) en la Plaza de la Constitución, flanqueando el acceso al Ayuntamiento de Belalcázar. ©E. Laguna, 09.08.2009

La asociación ‘Amigos de Belalcázar’ ya tiene sede

La asociación ‘Amigos de Belalcázar Villa de Monumentos’ ha visto satisfecha este verano una de sus reivindicaciones más importantes: una sede que sirva de punto de reunión de los socios y centro de información de la entidad. El Ayuntamiento belalcazareño, presidido por D. Antonio Vigara Copé, ha prestado a la asociación un local en la Casa de la Cultura y Hogar del Pensionista de Belalcázar. Además, Cajasur ha donado mobiliario y material de oficina para dicho local, lo que ha facilitado que la sede pudiera estar operativa ya este mismo verano.


Fachada y veleta de la Casa de la Cultura y Hogar del Pensionista de Belalcázar. ©E. Laguna, 09.08.2009

Al local se accede por el patio de la Casa de la Cultura, donde de paso los interesados en las plantas pueden ver de paso varios de los escasos ejemplares locales de naranjo amargo (Citrus aurantium), especie que a pesar de ser una más populares de la jardinería tradicional cordobesa resiste mal el clima belalcazareño, de clara influencia continental. A los aficionados al medio natural conviene recordarles además la singularidad de la veleta de la Casa de la Cultura, donde figuran un conejo y un lince –especie de la que más de un lugareño cree que aún quedan ejemplares en la zona oriental del término-.

Interior del local facilitado a la asociación por el Ayuntamiento de Belalcázar, con parte del mobiliario donado por Cajasur. ©E. Laguna, 09.08.2009

Desde aquí queremos expresar nuestra enhorabuena a la asociación, y el agradecimiento a las entidades ya citadas. Aprovechamos de paso para recordaros que la página web de ‘Amigos de Belalcázar Villa de Monumentos’ está accesible en la dirección


Uno de los ejemplaresde naranjo amargo (Citrus aurantium) del patio de la Casa de la Cultura. ©E. Laguna, 09.08.2009

2009/08/26

Cuestión de equilibrio

Huevos de crisopa sobre el cáliz de Teucrium scorodonia. Arroyo de la Tejera, Santa Eufemia, 08.08.2009, ©E. Laguna

El aumento de la macrofotografía nos permite ver imágenes inhabituales, como las curiosas puestas de las crisopas, insectos del grupo de los neurópteros cuyos adultos recuerdan a pequeña escala a las libélulas pero suelen ser pequeñas, verdosas y de vuelo mucho menos esbelto, a menudo crepuscular o nocturno. La que véis en la imagen hace equilibrio sobre el cáliz fructificado de una escorodonia, germandrina o camedrio de bosque (Teucrium scorodonia), hierba aromática de óptimo atlántico, que alcanza enclaves forestales umbrosos de Los Pedroches, como los alcornocales del Arroyo de la Tejera en Santa Eufemia. Es probable que la puesta puede corresponder a la especie Chrysoperla carnea o alguna especie muy cercana, comunes de Andalucía. Las larvas de este tipo de crisopas son activos depredadores de los pulgones, por lo que están consideradas especialmente útiles para la agricultura.




2009/06/28

150 accesos a plantas en Flora Europaea

El blog Flora Europaea tiene ya 150 accesos a fichas fotográficas de plantas, de las que 58 corresponden a especies nativas o cultivadas de Los Pedroches y su entorno, listadas en la etiqueta 'FloraBel' o en 'AAB Flora Belalcazarensis'. Además, desde hace varios días, podéis acceder a la información a través de la lista de nombres comunes que figura en la parte inferior de la zona derecha de la página web. Hay que recordar que si queréis volver a la presente página desde 'Flora Europaea' es probable que tengáis que hacerlo usando las flechas del navegador de internet.

2009/06/24

Ya llevamos 100 entradas... y ahora va una de literatura

Bueno, bueno, empezamos a ir alcanzando metas. Esta es la entrada número 100 del blog sobre naturaleza y otros temas culturales belalcazareños y tierras cercanas. Y para celebrarlo acaba de llegarnos una buena noticia: el boletín '19/09info' de la Fundación Banco de Santander anunciaba hace pocos días que la colección Obra Fundamental había editado ya el libro 'Periodismo y Literatura', en el que el escritor Arturo Ramoneda recoge una amplia antología de artículos del escritor Corpus Barga, nacido en Madrid pero tan profundamente ligado a Belalcázar en su infancia y juventud. Haciendo memoria, a finales de 2008 anunciábamos en el blog la preparación de esta edición (ver noticia). La cosa no se ha hecho esperar, y ayer día 23, a mediodía, se hacía la presentación oficial del libro.

Quienes tengan interés en adquirir el texto pueden acceder a la página de la Fundación donde se facilita la venta: http://www.fundacionbancosantander.com/publicaciones_ficha.cfm?idArticulo=1151
Es probable que indicando el número de ISBN a la librería en la que hagáis habitualmente pedidos de libros os lom puedan obtener; en todo caso, además de por internet en la página citada, siempre os podéis poner directamente en contacto con la Fundación (fundacionbs@gruposantander.com, tel. 91 781 51 58). Ni que decir tiene que con tactando con la sucursal más cercana del Banco de Santander quizá puedan facilitaros también la compra del texto.

Para aumentar la información sobre el libro y su presentación podéis pegar una ojeada a páginas web que desde ayer mismo anuncian el evento:
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/24/cultura/1245832591.html
http://www.abc.es/20090624/cultura-libros/obra-corpus-barga-recuperada-20090624.html

http://entretenimiento.es.msn.com/ocio/articulo.aspx?cp-documentid=148140687
http://mcfaleroni.blogspot.com/

Foto de Andrés García de la Barga y Gómez de la Serna (Corpus Barga) en su exilio en el continente americano

2009/06/23

El vino de San Juan

Nueces verdes de nogal (Juglans regia) 18.05.2006, ©E. Laguna

Hablando de remedios y otros preparados sanjuaneros, no olvidéis que en Levante ibérico, desde Albacete y Murcia hasta Gerona, y continuando por el sur de Francia hasta Provenza, aún se mantiene en algunos pueblos la tradición de hacer el 'vino de San Juan' o vino de nueces. Por si habéis olvidado la receta, os la recordamos desde el blog.

Por cada litro de vino harán falta 9 nueces, que según la tradición han de cogerse la noche de San Juan (aunque eso solo es recomendable en años de primaveras muy frías, o en zonas de montaña; de lo contrario, para esa fecha están ya demasiado duras para trocear). Las nueces se trocean -si se puede en porciones menudas- y se dejan macerar en el vino durante 40 días; conviene hacerlo en tarros de cristal o vasijas cerámicas tradicionales, guardándolas en un rincón seco y oscuro. Pasados los 40 días, el litro de vino se filtra desechando las nueces, y se le añade en torno a 1/4 de kilo de azúcar, y 1/4 de litro de anís o coñac; se aconseja el anís seco, ya que la bebida alcanza suficiente dulzor con el azúcar. El líquido resultante se embotella y se deja reposar, de nuevo en sitio seco y oscuro, durante al menos 3 meses -o sea, que estará perfecto para degustar hacia Navidad-.
Puestos a rascarse el bolsillo es mejor hacerlo con el licor que con el vino; para éste último, se aconsejan caldos 'fuertes', vinos tradicionales de cooperativa o de bodega casera. En el proceso es importante observar cada pocos días el vino durante la maceración, eliminando los trozos de nueces que queden flotando; si son trozos gruesos, pueden fragmentarse en otros más pequeños, que normalmente se hundirán. Si se dejan trozos flotando o no se trocean las nueces, se corre el riesgo -sobre todo si la nuez está aún demasiado verde- de que se produzca la fermentación del almidón del fruto, dando lugar a acetona -se notará enseguida por el olor a laca de uñas, obligando a tirar el vino-.
Ya comentaréis en el blog cómo os ha funcionado la experiencia vinícola. El sabor recuerda mucho a los antiguos vinos especiados de quina, ideales para aperitivo o mejor para postre, sirviéndolo frío.
Enlace de ficha en Flora Europaea: 0137 Juglans regia

Ya llega el verano

Flor de clavel de pastor (Dianthus lusitanus), Cabeza del Buey ©E. Laguna, 26.07.2007

Ya llega el verano y con él, aparte de 'las calores', también nos vienen a la mente plantas que no florecen el resto del año. Entre ellas, pronto empezará la floración de la clavellina o clavel de pastor (Dianthus lusitanus), una especie endémica propia del cuadrante sudoccidental de la península Ibérica, que por Belalcázar crece sobre todo en taludes pizarrosos y suelos rocosos descarnados. Además de en los afloramientos rocosos naturales del terreno, estas bellas matas han encontrado un hábitat idóneo en los grandes taludes de las carreteras, donde se instalan y prosperan con facilidad, como ocurre entre Belalcázar y Cabeza del Buey.

La noche de la Verbena (officinalis)

Verbena común (Verbena officinalis): porte de la planta ©E. Laguna 06.06.2006

Seguro que os suena la planta de la foto superior y de las dos que vienen a continuación, frecuente en cunetas, e incluso en las rendijas del adoquinado, además de aparecer en huertos, acequias o cercanías de arroyos. Se trata de la verbena (Verbena officinalis), una de las plantas a las que se atribuyó en Europa durante la Edad Media más fama como especie capaz de curar gran cantidad de enfermedades; la fama resultó inmerecida, pero pasó a la posteridad con bastante más éxito del habitual en otras plantas medicinales. Su reconocimiento popular era tal, que la tradición mandaba ir a recoger sus flores, junto a las de otras muchas hierbas curativas, durante la mágica noche de San Juan; una vez recolectadas las plantas, la fiesta pagana continuaba durante toda la noche, celebrando el fin de la primavera y la entrada del nuevo verano. Tan arraigada estaba la costumbre de recoger la verbena durante la noche más corta del año, que a la fiesta de la recolección se la denominó Verbena de San Juan, nombre que se ha transmitido hasta la actualidad. De paso, en la lengua castellana, 'verbena' ha acabado siendo sinónimo de 'fiesta'.

Espiga floral de verbena común (Verbena officinalis), ©E. Laguna , 23.08.2008 y 20.11.2008

La verbena da nombre a una familia botánica, las Verbenáceas, de la que ya hemos comentado por el blog datos sobre otras dos especies: el sauzgatillo (Vitex agnus-castus) y nuestra querida yerbaluisa (Lippia citriodora = L. triphylla = Aloysia triphylla). El género Verbena está presente en tierras belalcazareñas y su entorno con dos especies: la ya citada verbena común (V. officinalis), relativamente alta (hasta 60-70 cm) y de tallos verdosos, usulamente ramificados, con floración primaveral tardía y estival temprana -aunque puede prolongarse todo el verano e incluso volver a florecer en el otoño-, y la verbena gris o prostrada (Verbena supina), de tono grisáceo, más pequeña y con hojas muy divididas, que muestra sus espigas florales en pleno verano siempre al lado de arroyos o charcas estacionales; esta ultima especie puede presentar tallos erectos cortos y esbeltos, de hasta 30-40 cm, o crecer con porte prostrado, como los ejemplares de las fotos mostradas más abajo.

Verbena gris (Verbena supina), Belalcázar, 19.08.2006 ©E. Laguna

Exposición de árboles en www.belalcazar.org

Ramilla joven de roble (Quercus faginea) con hojas, flores masculinas y la típica agalla generada por la picadura de insectos, en Villanueva del Duque. ©E. Laguna 04.1999

Como ya pudísteis ver el año pasado los asiduos a las webs belalcazareñas, Belalcázar Universal (http://www.belalcazar.org/) vuelve a premiar nuestros ojos con una bella exposición de árboles. Además de fotosde diversos lugares de la geografía española, podéis ver otros enviados desde Brasil, Guatemala, México y Rumanía. Es una buena oportunidad para aprender a conocer a esos siempre impagados buenos amigos, cuales son los árboles. Además de visitar la exposición estáis invitados/as a dejar vuestras palabras en el espacio de mensajes universales.

2009/05/30

Ya van 33 entradas de plantas pedrocheñas en 'Flora Europaea'

El blog 'Flora Europaea' contiene ya 33 entradas de plantas de Los Pedroches y su entorno en la etiqueta 'Flora Belalcazarensis'. Ahí va la lista por nombre alfabético, considerando el nombre popular o en su defecto el técnico (que se utiliza por ejemplo en jardinería para las plantas cultivadas).

Acerolero, Tilo de huerta: 0043 Crataegus azarolus
Aikiba / Aucuba:
0061 Aucuba japonica
Arce americano, Negundo:
0051 Acer negundo
Arzolla, Azotacristos:
0050 Centaurea melitensis
Azofaifo, Azufaifo:
0041 Ziziphus jujuba
Biengraná:
0077 Chenopodium botrys
Bola de nieve:
0075 Cerastium tomentosum
Cala de río:
0008 Arum italicum subsp. italicum
Caléndula, Chirivita amarilla, Micaela chica, Micaela de campo:
0065 Calendula arvensis
Cardo chico, Cardo de cabecillas:
0068 Carduus tenuiflorus
Cardo fino, Cardeña:
0067 Carduus pycnocephalus
Catalpa:
0072 Catalpa bignonioides
Cedro del Atlas:
0073 Cedrus atlantica
Cedro del Líbano:
0007 Cedrus libani
Cenizo blanco:
0078 Chenopodium opulifolium
Crestagallo, Candilera rosa:
0046 Phlomis herba-venti
Geranio francés, Gernio de pensamiento:
0004 Pelargonium x domesticum
Gordolobo (de hoja ancha):
0020 Verbascum thapsus
Grama (fina) americana:
0064 Bromus catharticus
Lenguaza de río, Llantén de río:
0054 Alisma plantago-aquatica
Limonero:
0084 Citrus limon
Madroño:
0059 Arbutus unedo
Malvón:
0053 Alcea rosea
Mandarinero ‘satsuma’:
0086 Citrus reticulata subsp. unshiu
Mandarinero fino o valenciano:
0085 Citrus reticulata subsp. deliciosa
Naranjo amargo:
0082 Citrus aurantium
Naranjo dulce:
0083 Citrus sinensis
Nispolero, Nisperero europeo:
0040 Mespilus germanica
Orquídea (lengua):
0023 Serapias lingua
Pinitos, Pinillos:
0063 Bassia scoparia subsp. culta
Serbal:
0042 Sorbus domestica
Vinca rosa:
0071 Catharanthus roseus
Viña, Vid:
0002 Vitis vinifera subsp. vinifera
Para calquier adición a los nombre podéis escribir mensajes a este blog, en vez de a Flora Europaea, ya que allí están temporalmente deshabilitados. Periódicamente iremos aumentando la lista y colgándola en Flora Belalczarensis, a medida que se incorporen suficientes entradas nuevs en Flora Europaea. Recordad que muchas especies pueden estar en Los Pedroches y/o u entorno inmediato por La Serena y el Valle de Alcudia, pero no estar necesariamente en Belalcázar.

2009/04/25

Sobre el Arroyo Malagón

En ocasiones los estudiosos del término de Belalcázar se han preguntado dónde nace realmente el Arroyo Malagón -o del Malagón, según las costumbres de cada zorruno-, que como sabéis es el afluente belalcazareño más caudaloso del Zújar, exceptuado el río Guadamatilla. La respuesta no es difícil, pero conviene 'cambiar el chip' y tener claro que, cuando hablamos de cursos fluviales poco importantes, es raro que conserven su nombre en todo su recorrido, y de hecho suele recibir según los tramos diferentes topónimos -en este caso 'fluviónimos' si se nos permite inventar la palabra-.

Arroyo del Malagón, en las inmediaciones del paraje de 'Los Pinos' o Monte Malagón (Belalcázar). ©E. Laguna, 15.04.2009

Cuando un curso fluvial recibe varios nombres a lo largo de su recorrido -es nuestro caso-, la regla más habitual es atribuir el nacimiento al tributario más largo y caudaloso. El arroyo que desemboca en el Zújar como 'Malagón' recibe tras la unón de los arroyos de la Jarilla y del Caganchas -este último es el que discurre por 'El Prado' junto al casco urbano belalcazareño-, erca de la Casa del Colorao, aguas abajo del cerro del Castillo de los Sotomayor. El arroyo de la Jarilla nace más de 20 km más al Sur, en la ladera norte del Cerro de la Mano de Hierro (Hinojosa del Duque), pero durante su recorrido por Hinojosa recibe el nombre de Arroyo del Cohete; de hecho su paso a término de Belalcázar se hace en las inmediaciones del Cerro del Cohete hinojoseño. Así pues, nuestro curso fluvial se llama primero Arroyo del Cohete, luego de la Jarilla y finalmente del Malagón. El nacimiento se sitúa aguas arriba de la Vereda de la Senda de la Plata -que puede hacerse a pie o en vehículo dirigiéndose desde Fuente La Lancha hacia Valsequillo.



El Puente de San Pedro, atribuido a la época romana, se eleva sobre el Arroyo de la Jarilla, aguas abajo de su unión con el Arroyo de la Dehesa. ©E. Laguna, 12.04.2009

Lo anterior no impide que, como en Belalcázar se llaman a menudo 'malagones' a los terrenos pizarrosos, el tramo bajo de arroyo de la Jarilla, aguas abajo del puente de San Pedro -cuando desaparece la roca granítica para ceder paso a las pizarras-, haya vecinos que ya en ea zona llaman 'Malagón' al curso fluvial, según nos ha comentado Claudio Rodríguez.
En cuanto al Caganchas, ocurre algo parecido, ya que los tributarios originales de mayor longitud son los arroyos de la Vertiente de la Fontanilla -al que se une el de la Vertiente de Torrico- y el del Pilar, que nacen en las inmediaciones del casco urbano de Hinojosa del Duque. Hasta entrar en término de Belalcázar aún conserva el nombre de Arroyo de la Fontanilla o de las Fontanillas, pero aguas abajo de dicha linde ya se conoce popularmente como Caganchas. En cuanto al origen del nombre, cabe dejar el tema en manos de los estudiosos, o en su defecto de la imaginación popular, que obviamente no falta para este caso.

Una primavera demasiado seca

El año 2009 nos ha deparado una primavera más seca de lo que se esperaba, sobre todo teniendo en cuenta que empezó con buenas expectativas de lluvias; sin embargo, marzo apenas si registró precipitaciones, lo que con suerte quizá se compense con las que vienen cayendo en abril. El resultado es que las sementeras se están secando antes de lo previsto -en algunos casos ya empezadas a granar, como consecuencia de los períodos cortos de calor que se han registrado en estos dos últimos meses-; de paso, los posíos y otros tipos de pastizales han preferido esconder gran parte de su belleza multicolor de otros años, en espera del agua de mayo.

Abulagares, dominados por el color amarillo de la floración de la abulaga (Genista hirsuta subsp. hirsuta) y el morado del cantueso chico o 'conejitos' (Lavandula stoechas subsp. sampaiana) en los pizarrales Zarzalejo (Belalcázar). ©E. Laguna, 15.04.2009

Sin embargo, la sequía que tanto desluce los pastizales suele sentarle bien a muchas plantas del matorral y el sotobosque, y estos días los pizarrales belalcazareños lucían un incipiente manto de flores dominado especialmente por las abulagas (Genista hirsuta) y los cantuesos (Lavandula stoechas). Subiendo a enclaves más serranos de la comarca, donde las umbrías han conservado algo más la humedad del suelo, la primavera ha rendido una excelente población de plantas bulbosas (tulipanes, orquídeas, etc.), premiando a los senderistas con imágenes como la de la flor de la peonía o rosa de té (Paeonia broteroi), bella especie endémica de las sierras del sur de la Península Ibérica.



Flor de la peonía bética (Paeonia broteroi), en el Puerto de Chimorra (Pozoblanco). ©E. Laguna, 13.04.2009

2009/04/05

Aclarada la identidad de las criadillas de invierno


El principal experto en criadillas de Extremadura, D. Justo M. Muñoz Mohedano, de la Sociedad Micológica Extemeña (SME), ha tenido la amabilidad de remitirnos un mensaje aclarando la identidad de las 'criadillas de invierno' o 'criadillas chicas', a las que dedicábamos el anterior mensaje del blog. Se trata de Terfezia olbiensis, una especie que parece ser más habitual en los ambientes áridos del sudeste ibérico sobre terrenos de naturaleza calcárea, y que por nuestra zona aparecería tanto en las caleras como en suelos esqueléticos, muy someros, de algunos afloramientos pizarrosos. Igualmente, nos ha facilitado información sobre las 'criadillas jareras', que recuerdan a la de invierno pero son mayores, tienen más pliegues externos y crecen al pie de las jaras leñosas como nuestra jara real o pringosa (Cistus ladanifer), apareciendo en otoño, primavera o ambas estaciones; se trata de Choiromyces magnusii (= Ch. meandriformis, =Terfezia magnusii), aunque con menos probabilidad hongos similares podrían corresponder a la especie Loculotuber gennadii (=Tuber gennadii). Para mayor información sobre estas últimas plantas, os indicamos que la Junta de Extremadura tiene editado en formato PDF el libro 'Los hongos en Extremadura', coordinado por la SME, del que el Sr. Muñoz Mogedano es precisamente autor del capítulo sobre hongos hipogeos -esto es, los que desarrollan sus cuerpos furctíferos bajo tierra, como nuestras criadillas-. El libro ocupa bastante memoria (13 Mb) por lo que conviene tener paciencia en la descarga si no disponéis de conexión de banda ancha. La dirección para acceder al libro es: http://www.extremambiente.es/index.php?option=com_content&view=article&catid=40:biblioteca-digital&id=532:libro-los-hongos-en-extremadura&Itemid=373

2009/03/01

Las criadillas de invierno

Ejemplares de criadillas de invierno, remitidas por Claudio Rodríguez. ©E. Laguna, 17.02.2009

Las criadillas (hongos subterráneos del género Terfezia) no son solo patrimonio de la primavera en tierras belalcazareñas. Meses antes, a partir de diciembre o enero, según la bondad climática de cada año, aparecen las llamadas 'criadillas blancas' o 'criadillas de invierno', más pequeñas que las tradicionales -común y roja- que salen en primavera, pero superando a duras penas los 4 cm. Como aquellas, crecen también bajo la hierba de las criadillas o hierba turmera -Tuberaria guttata = Xolantha guttata- y sus características organolépticas son muy parecidas, aunque al olfato y paladar de los expertos es fácil que se encuentren sutiles diferencias.

Detalle de las criadillas invernales con su característico pie -técnicamente denominado 'pseudoestipe'. ©E. Laguna, 17.02.2009
Claudio Rodríguez nos ha hecho llegar ejemplares que ha recolectado en Belalcázar, indicándonos que las preferencias ecológicas son algo distintas de las de las otras criadillas, de las que ya dimos cuenta en 2007 en sendas noticias de los meses de abril y enero, donde podéis encontrar los datos correspondientes. Estas otras criadillas invernales, más blancuzcas y de cubierta lisa y fina, tienden a crecer más sobre calveros y suelos pobres y someros de los pizarrales; igualmente debe destacarse que algunos ejemplares se prolongan en profundidad en el suelo a través de una prolongación o pie, conocida como 'pseudoestipe', que suele estar ausente en las otras dos especies ya indicadas. Desde el bog hemos pasado ejemplares de esta criadilla a especialistas en el conocimiento del género Terfezia, para que puedan confirmarnos su identidad, ya que anque resulta muy parecida a las descritas como T. olbiensis y T. claveryi, no parece compartir con ella las preferencias ecológicas que hasta ahora se le han asignado. Una vez nos confirmen la identificación, se indicará mediante una noticia específica en el blog.

Corte de una criadilla de invierno belalcazareña, mostrando la carne o 'gleba', de sabor y textura parecidos a los de las otras especies locales. ©E. Laguna, 17.02.2009

Nuevo premio virtual al blog


Desde el blog 'Mirando plantas' hemos recibido un nuevo premio virtual, consistente en una imagen que podemos mostrar en 'Flora Belalcazarensis'. Lo tenéis en esta misma noticia, así en la columna de la derecha, junto a los ya recibidos en ocasiones anteriores. Siguiendo las reglas del premio, hemos seleccionado a otros 7 blogs para enviarles un galardón virtual similar. Desde aquí os aconsejamos visitar dichos blogs, que sin duda enriquecerán vuestro interés por el conocimiento de las plantas. Ahí va la lista:

2009/02/09

Nueva exposición de Damián Flores


Desde el pasado 30 de enero, Damián Flores Llanos ofrece una nueva exposición artística en la Galería Estampa (c/ Justiniano, 6 - Madrid), que permanecerá abierta hasta final de febrero, y que se dedica a la arquitectura racionalista madrileña. Podéis ver imágenes de todos los cuadros -como la que aquí ilustramos- en la página web de la galería, www.galeriaestampa.com
Si queréis ver más información sobre la muestra hay un artículo en EL PAÍS, en http://www.elpais.com/articulo/madrid/susurro/memoria/elpepiespmad/20090216elpmad_8/Tes

2009/02/02

Por San Blas las cigüeñas verás

Imagen de una de las cigüeñas (Ciconia ciconia) que cada año colonizan el templete de Las Lastras (Belalcázar), y que suelen contemplar sin inmutarse el descanso de los romeros de la Virgen de las Alcantarillas a finales de abril. ©E. Laguna, 17.04.2006

Pasado San Antón y el final de enero, llega febrero, y con él también las esperadas luminarias belalcazareñas; por supuesto también suceden otros eventos, como la llegada de algunas aves o la floración de diversas plantas resistentes al frío invernal. Dice el refrán que por 'San Blas las cigüeñas verás...', aunque con los avatares del cambio climático puede esperarse de todo, y San Blas (3 de febrero de cada año) es sólo una fecha orientativa... Ya sabéis que desde hace años, tras un par de décadas en que escasearon nuestras cigüeñas blancas, no sólo han aumentado progresivamente en número -más de 60 nidos repartidos por el término belalcazareño- sino que muchas de ellas se atreven a pasar aquí el invierno. Conviene de todos modos recordar la segunda parte del refrán: '...y si no las vieres, año de nieves'.
Entre las especies de plantas capaces de florecer incluso con nieve se encuentra el junquillo cultivado (Narcissus tazetta), que empieza a abrir sus ramilletes de flores estos días. Los hay de flor con corona simple como la que ilustramos más abajo, o doble -usualmente con la corona festoneada y más anaranjada-, siendo ambas muy perfumadas. Esta especie de junquillo emite su aroma a todas horas, aunque su olor se intensifica a menudo al anochecer. Hasta hace pocos años, algunas huertas belalcazareñas mantenían buenos rodales de este tipo de junquillos, que no suele producir semillas, propagándose por multiplicación del bulbo subterráneo; hoy en día la mayoría de esos rodales han desaparecido y los junquillos de esta especie resultan raros de ver, incluso en los patios y macetas. No estaria mal plantearse recuperar la tradición de cultivarlos, son plantas de fácil mantenimiento que agradecen los cuidados brindándonos sus flores en los momentos más ásperos y fríos del año.


El junquillo cultivado (Narcissus tazetta), suele florecer en enero y febrero, ligeramente antes que sus parientes silvestres (N. jonquilla, N. bulbocodium, etc.). ©E. Laguna, 24.01.2008