2016/09/06

El alficoz, otro cultivo antiguo recuperable

El alficoz es una verdura cuyo aspecto y sabor recuerdan al pepino (Cucumis sativus), pero que realmente es una variedad de melón (Cucumis melo var. flexuosus). Para algunos especialistas merece ser una especie diferente, Cucumis flexuosus. El nombre 'flexuosus' hace referencia a la forma alargada y a menudo curvada o serpenteante de los frutos; de hecho, en lengua inglesa se le conoce como 'snake melon' o sea, 'melón serpiente'.

Raza antigua de alficoz (Cucumis melo var. flexuosus)

El cultivo del alficoz es muy antiguo, y se piensa que al menos estuvo ya en la Península Ibérica en época andalusí. La producción de esta verdura nunca llegó a niveles industriales, en parte debido a la dificultad para conseguir razas que tuvieran pocas semillas -en favor en tal caso de la 'carne' del fruto- y se fue abandonando progresivamente desde mediados del siglo XX. En la actualidad es casi testimonial en el interior español, aunque aún se mantiene aisladamente y permite ver frutos en los mercados en algunas zonas cercanas a la costa.

Alficoz cultivado en La Fragua de Belalcázar.

El equipo de La Fragua (http://lafragua.eu/) desarrolla hace tiempo un proyecto de progresiva integración artística y recuperación del uso del patio-huerto de la Columna en el Monasterio de Santa Clara de Belalcázar, donde han conseguido cultivar numerosas especies agrícolas, de diversos orígenes geográficos. Entre otras, han podido cultivar con éxito una variedad oriental de alficoz, proveniente de Armenia, de mayor tamaño y grosor. Es un excelente primer paso para recuperar -si se consiguen en el futuro semillas de nuestras antiguas razas- las variedades locales ya perdidas de esta planta. 

2016/08/24

Recuerdo para la figura de Fray Juan de la Puebla


No hace mucho se instaló junto a la puerta principal del Convento de Santa Clara una placa de azulejos cerámicos que recuerda que en ese monasterio se conservan los restos mortales de Fray Juan de la Puebla (1453-1495), hijo de Alonso de Sotomayor -I Conde de Belalcázar- y Elvira de Zúñiga. Nacido en Puebla de Alcocer, fue titular del condado -como Gutierre II entre 1464 y 1474-, renunciando a tal título para desarrollar su vocación religiosa, y cambiando su nombre por el de Juan de la Puebla. Llegó a ser uno de los religiosos más conocidos y prestigiosos de su época, siendo especialmente admirado por Isabel la Católica.  Tenéis algunas referencias a su biografía y a los actos organizados para recordar su vida y enseñanzas, en diversas páginas web como:
http://encina.pntic.mec.es/~tchc0000/puebladealcocer/frayjuan.html
http://frayjuandelapuebla.blogspot.com.es/
http://www.turismopuebladealcocer.com/mas-personajes-ilustres/
https://cordobapedia.wikanda.es/wiki/Fray_Juan_de_la_Puebla

Además en la página web del Convento de las Clarisas de Belalcázar, tenéis una amplia referencia a los actos que se organizaron con antelación, en 2015, en coincidencia con el hermanamiento entre nuestra localidad y la de Puebla de Alcocer.
http://clarisasbelalcazar.blogspot.com.es/2015/02/fray-juan-de-la-puebla.html

2016/08/23

Sobre las escobas de algarabía

Imagen de escoba de algarabía, pasada por Claudio Rodríguez y subida al blog en noviembre de 2011.

Hace algunos años apuntábamos en el blog a la algarabía pegajosa (Odontites viscosa) como probable especie con cuyas ramas se preparaban las escobas de algarabía, usadas hasta hace pocas décadas en muchas zonas de los valles de Alcudia y Los Pedroches. Se trataba de escobas finas para barrer determinadas partes de las casas, al igual que se utilizaron entre otras las matas de lijonjera (Chrondrilla juncea), de matarrabias (Pulicaria paludosa = P. arabica subsp. hispanica) o de tamujo (Flueggea tinctoria).


Recientemente, en una visita a los montes y campos de Villanueva del Duque, guiados por David Gómez -¡padre e hijo!-, pudimos comprobar que la especie que realmente se usaba para la fabricación de escobas es una planta parecida a la anterior pero diferente, Odontitella virgata. Amablemente nos enseñaron las matas de la genuina algarabía de escobas, relatándonos cómo se recolectaban y preparaban las escobas, que en ocasiones se fabricaban con mangos para facilitar su uso.

Claudio Rodríguez recolectando la algarabía (Odontitella virgata) en Villanueva del Duque.

A diferencia de O. viscosa -que de todos modos sí que parece usarse con fines similares en otras zonas de España-, la Odontitella no es pegajosa al tacto, y sus inflorescencias son más esbeltas y apretadas. De hecho, revisando la imagen que poníamos en el blog en 2009, la forma de las espigas florales en las que acaban las ramas corresponden claramente a Odontitella virgata.

Inflorescencia de Odontitella virgata.

2016/08/22

La vida en el agua


En estas semanas veraniegas de 2016, la gran alberca de la fuente de El Pilar de Belalcázar ha mostrado una ebullición de poblaciones de pequeños animales casi microscópicos, incluyendo diversas formas de 'pulgas de agua' y otros invertebrados que viven en las madejas de algas filamentosas -las que popularmente denominamos 'ova'-, tan abundantes en este depósito histórico de agua. La abundancia de este tipo de invertebrados asegura la supervivencia de especies de mayor tamaño que se alimentan de ellas, incluyendo las larvas de diversos insectos, las formas omnívoras de 'curianas' o escarabajos acuáticos, o los populares renacuajos -larvas de ranas y sapillos; se inicia así una cadena alimenticia que lleva, entre otras, a los adultos de esos mismos anfibios, a las golondrinas, murciélagos, etc.  que a su vez son una de las mejores garantías para el control biológico de mosquitos, moscas u otras especies molestas. 

 

Olmos belalcazareños resistentes a la grafiosis

 
Ejemplares de olmo común o nativo (Ulmus minor) afectados por grafiosis, fotografiados en 2007 por el arroyo de Consolación (Belalcázar).

En varias ocasiones hemos tratado en el blog el tema de la enfermedad de la grafiosis, que afecta a los olmos autóctonos, de la especie Ulmus minor. La grafiosis se produce por un hongo que tabica los vasos conductores de las partes aéreas -troncos y ramas- de 2 o más años, de modo que no mata a la planta, pero la transforma en un arbusto o arbolillo que rebrota continuamente, al tiempo que se van muriendo sus ramillas más altas cuando cumplen los 2 años de edad, raramente 3 o más.

Rama de olmo común (U. minor), con hojas de contorno redondeado.

Quienes acostumbren a pasear por los diversos parajes de Belalcázar y otros pueblos próximos habrán notado sin embargo que algunos olmos conservan sus hojas y porte arbóreo. En la mayoría de casos ocurre porque esas plantas no corresponden al olmo autóctono Ulmus minor sino al olmo de Siberia (Ulmus pumila) o a su híbrido con el autóctono (Ulmus minor x pumila), que se caracteriza por tener las hojas alargadas y a menudo más pequeñas.

Hojas de ejemplares belalcazareños de olmo de Siberia (Ulmus pumila), a la izquierda, y de olmo híbrido (Ulmus minor x pumila), a la derecha.


Hojas jóvenes de Ulmus pumila, a la derecha, con los lóbulos simétricos en la base -las dos mitades del limbo o lámina de la hoja son similares-, y del híbrido Ulmus minor x pumila, a la izquierda, con lóbulos asimétricos -una mitad de la hoja es mayor que la otra. 

Estas dos plantas alóctonas son resistentes a la grafiosis, y la híbrida, además de por plantaciones específicas, ha aparecido a menudo de modo espontáneo allá donde convergían sus especies parentales. Se implantaron con frecuencia en bordes de carreteras en la segunda mitad del siglo anterior, dada su rusticidad, y posteriormente se ha extendido su uso como plantas ornamentales a fin de suplir la pérdida de centenares de miles de olmos nativos afectados por la enfermedad fúngica.

Ramas de olmo de Siberia, que a menudo muestran porte algo péndulo en las plantas adultas.

Ejemplar asilvestrado juvenil de olmo de Siberia en Belalcázar.

Sin embargo, en ocasiones se observan ejemplares arbóreos aislados de olmos que por su aspecto corresponden más a los nativos, con la hoja más redondeada, ásperas al tacto y con los lóbulos de la base asimétricos, y que parecen salvarse o resistir mejor el ataque de la grafiosis. Los ejemplares que sobreviven a la enfermedad tienen algunos caracteres especiales, ya que corresponden a descendientes de una variedad cultivada desde la época Romana, que se distribuyó por Europa para servir de tutor para las vides -que entonces no se cultivaban como ahora, sino a menudo emparradas sobre árboles de fustes rectos y altos-; a lo largo de los siglos posteriores, estas formas de olmo nativo se han hibridado con los propios del terreno, que tenían las hojas menores.

Hojas jóvenes (arriba) y adultas (abajo) de Ulmus minor var. 'Atinia' (=U. procera). Las hojas jóvenes pueden recordar a las de otra especie nativa ibérica, Ulmus laevis, pero son más ásperas, menores y menos asimétricas que las de aquella otra especie.


Esta variedad cultivada o cultivariedad -abreviado 'cv.'- es la cv. 'Atinia', y hasta época reciente se consideró como una especie diferente (Ulmus procera, el llamado 'Olmo inglés'). Dado que existen todas las formas transitorias, se prefiere denominar 'Atinia' tanto a las plantas del clon romano original como a sus híbridos con las silvestres ibéricas de U. minor. Las hojas de esta cultivariedad y sus descendientes son bastante grandes. Otro carácter que lo distingue es que los tallos jóvenes pueden presentar costillas gruesas de corcho, razón por la que en algunas zonas de España se denomina a la planta 'Olmo corchero'.

Ramas con costillas o alas suberosas -esto es, con corcho- de las formas juveniles de U. minor cv. 'Atinia'.

Podéis encontrar información detallada sobre el clon 'Atinia' en la Wikipedia, pero solo en la versión en inglés. En la versión en castellano, aún no actualizada, aún se la considera como especie independiente bajo el nombre Ulmus procera. Sorprendentemente las formas puras del clon introducidas en Gran Bretaña, donde no se hibridaron, son susceptibles al ataque de la grafiosis, y la enfermedad mató en pocos años más de 3 millones de árboles en aquel país, incluyendo a muchos de los ejemplares monumentales más notables, que superaban los 40 m de altura. A cambio, bajo las condiciones climáticas de la Península Ibérica el mismo clon es aparentemente más resistente, y probablemente las formas rehibridadas con olmos nativos ibericos podrían tienen aún más capacidad para soportar el embate de la enfermedad.

Como ejemplo de este tipo de olmo podéis encontrar un ejemplar en el arroyo Caganchas junto al puente que va desde El Pilar hasta el actual albergue municipal -antiguo matadero- y el castillo de los Sotomayor. Casualmente este árbol sirve de soporte para una mata de vid europea que ha crecido emparrándose sobre sus ramas, tal y como se hacía cuando el clon fue introducido por los romanos hace ya casi dos milenios.

Ejemplar de Ulmus minor cv. 'Atinia' citado en el texto, junto al puente del arroyo Caganchas de Belalcázar.


Para ampliar información sobre los olmos podéis consultar la página web 'Árboles ibéricos', elaborada por expertos de las universidades Autónoma y Politécnica de Madrid: 

Y para quienes tengáis interés por la recuperación de los bosques ibéricos de olmos, es recomendable la consulta a la página web del proyecto 'LIFE+ Olmos Vivos': http://www.olmosvivos.es/  

Frutos y semillas de la peonía


Imagen de flor de peonía (P. broteroi), publicada en el blog en mayo de 2014

Como recordaréis quienes hayáis ido siguiendo los mensajes del blog en estos años, la peonía (Paeonia broteroi) está considerada con justicia como la reina de las flores de Sierra Morena, debido al tamaño y gran belleza de sus flores. Recientemente, visitando diversas zonas de Villanueva del Duque de la mano de David Gómez Romero y su padre, excelentes conocedores del terreno, pudimos observar los frutos de esta planta, que como en el resto de especies ibéricas del mismo género exhiben un marcado contraste entre los colores negro y rojo.


Fruto cerrado de peonía en Villanueva del Duque.


Cada flor da lugar a un fruto de aspecto estrellado, formado por hasta 5 folículos duros y cubiertos de pelo aterciopelado, que al abrirse exhiben tanto las semillas maduras -de color pardo a negro intenso- como las que no llegarán a madurar, de tono rojo vivo, que ayudan a atraer la atención de las aves y otros posibles dispersores.  


Interior del fruto cuando se abre, mostrando las semillas maduras (en negro) y las cubiertas o restos de semillas que no llegarán a formarse, con color rojo intenso. 



Aspecto de los frutos abiertos tempranamente, como resultado de problemas en la fructificación -p. ej., al ser rtos por el paso de ungulados silvestres-. En este caso, parte de las semillas poseen cubiertas muy arrugadas, y es probable que no sean capaces de germinar.

2016/08/21

Concentración ciclista 2016


Como cada año durante la celebración de la Feria y Fiestas de San Roque en Belalcázar, se ha desarrollado la concentración ciclista, recorriendo las calles de la localidad este pasado 20 de agosto. Aunque cada vez se celebra más como un mero evento lúdico, recordad que en sus inicios fue una de las formas de apoyo para reivindicar la oposición de Belalcázar a la instalación de un cementerio nuclear de profundidad, que motivó en su momento la histórica manifestación del 10 de marzo de 1996. En 2007, cuando empezó a funcionar el blog Flora Belalcazarensis, uno de los mensajes se encargó precisamente de rememorar el carácter reivindicativo de aquellas concentraciones ciclistas.

2016/08/18

Exposición de pinturas y esculturas de Pepi Medina


La pintora y escultira Pepi Medina, el presidente de la asociación cultural Amigos de Belalcázar Francisco Quintana, y el alcalde de Belalcázar Francisco Luis Fernández, en la inauguración de la exposición.

Del 16 al 20 de agosto de 2016 se encuentra abierta, entre las 19.30 y 23.00 h, en el antiguo Pósito municipal, la exposición de pinturas y esculturas de nuestra artista Pepi Medina, organizada por la asociación cultural Amigos de Belalcázar, con el apoyo del Excmo. Ayuntamiento. 

Imagen de uno de los cuadros expuestos.

La inauguración contó con la participación de la artista, de Paco Quintana (presidente de la asociación, a la que Pepi Medina pertenece desde sus inicios) y del alcalde Francisco Luis Fernández Rodríguez. Se trata de la primera exposición monográfica de este tipo que organiza la asociación cultural, ya que las precedentes de otros años reunían el trabajo de un amplio equipo de artistas locales.

 
Dos de las pinturas expuestas. El óleo de la izquierda, titulado 'La mirada', ha servido para elaborar el cartel que anuncia la exposición.


Sobre la calidad de los trabajos de Pepi Medina sobran los comentarios, basta con que veais imágenes como las que aportamos aquí, tomadas directamente de la exposición, compuesta de pinturas y esculturas. No hace falta indicar que en el comentario más generalizado en la apertura de la exposición, a la que acudió casi un centenar de personas, era la admiración por el elevado grado de realismo que reflejan las obras. 

Imagen de una de las esculturas presentadas.

Premio también para el blog

Lectura del pregón 2016 de la Feria y Fiestas de Belalcázar. Foto: Pau Laguna.

En el blog estamos de enhorabuena, el 'blogger' fue elegido como pregonero de la feria y fiestas de San Roque de Belalcázar en 2016, y por supuesto el trabajo en esta página web ha sido uno de los méritos más relevantes para ello. El pregón se leyó este pasado 15 de agosto desde la puerta del ayuntamiento. En él se recordó, entre otras, la aportación de las colaboraciones virtuales que se vienen recibiendo a lo largo de todos estos años, y que permiten dinamizar el contenido del blog. ¡Reconocimientos como éste son un buen empujón de moral!

2016/07/17

Una nueva especie de interés para el Valle de los Pedroches

Un enamorado de la naturaleza de Villanueva del Duque, David Gómez Romero, localizó en uno de los manaderos del río Cuzna una leguminosa que no acertaba a identificar. Tras contactar con Claudio Rodríguez en Belalcázar, quien cultivó un esqueje de la planta, ha resultado ser toda una novedad botánica de interés.

Galega cirujanoi, cultivada en Belalcázar por Claudio Rodríguez. Foto cortesía de Rafael López Monje.

Otro de los colaboradores habituales del blog, Rafael López Monje, nos hizo llegar imágenes de la planta cultivada a partir de la de Villanueva, que desde un primer momento aparentaba ser una especie del género Galega, un género del que la especie más conocida es la 'ruda cabruna' (Galega officinalis), usada antiguamente como forrajera y planta medicinal.  

Detalle de la misma planta en flor e iniciando la fructificación. Foto de Rafael López Monje.

Dada la alta probabilidad de que se tratara de una especie de este género, contactamos con el profesor Dr. Salvador Talavera, de la Universidad de Sevilla, revisor del género Galega en el proyecto Flora iberica, quien nos confirmó que se trataba de la especie Galega cirujanoi. Esta especie fue descrita en 1999 por el propio Dr. Talavera y el Dr. Pablo García Murillo, y se distribuye por diversas zonas del Mediterráneo Occidental, teniendo su óptimo ibérico en las cuencas bajas del Guadiana y el Tajo. 

Planta de G. cirujanoi en fructificación más avanzada.

La distribución detallada de esta especie está aún en estudio, y de modo reciente se han encontrado varias poblaciones en distintas zonas de Sierra Morena, a las que se uniría ésta localizada por David Gómez. La planta se dedicó a uno de los principales botánicos españoles, el Dr. Santos Cirujano, investigador del Real Jardín Botánico de Madrid, y uno de los más importantes expertos europeos en plantas de zonas húmedas, riberas y otros ecosistemas con abundancia de aguas superficiales.

El Dr. Santos Cirujano, en una imagen reciente, de principios de 2016.

2016/06/27

Plantas sanjuaneras (3)

 
Plantas de hiel de la tierra con aspecto próximo al de la especie Centaurium erythraea

Para acabar esta reseña de plantas que florecen alrededor del solsticio de verano, y que reciben a menudo nombres como 'hierba de San Juan' o similares, tenemos la que llamamos por Belalcázar 'hiel de la tierra'. Se trata de las especies de flor rosada del género Centaurium que crecen habitualmente en márgenes de caminos y cultivos, de las que en Los Pedroches se han indicado al menos dos especies de aspecto muy similar, difíciles de distinguir a simple vista: C. erythraea y C. grandiflorum

 
Id. a las imágenes anteriores, pero para plantas de aspecto más cercano al de Centaurium grandiflorum.

El nombre 'hiel' hace referencia al sabor extremadamente amargo de cualquier parte de la planta, que antiguamente se usaba como purgante o para provocar el vómito en caso de afecciones estomacales. Los principios amargos dominantes en esta planta son comunes a la mayoría de especies de su familia botánica, las gencianáceas (Gentianaceae), y favorecen algunas propiedades paralelas por las que se usaron tradicionalmente en el pasado; entre otras virtudes, se utilizaba como aperitiva -para despertar el apetito-, estomáquica -para mejorar la función intestinal-, y sobre todo como antiparasitaria intestinal. Curiosamente, como las otras dos principales plantas sanjuaneras (Hypericum perforatum y Verbena officinalis) se le atribuyen también propiedades para la curación de heridas y contusiones.

Por otro lado, las gencianáceas son plantas ricas en sustancias colorantes, y algunos textos recogen que los Centaurium se usaron en época antigua comno colorantes del cabello. En la actualidad dicho uso se encuentra abandonado, en favor de los colorantes químicos o los procedentes de otras plantas. 

Plantas sanjuaneras (2)

Inflorescencia de Hypericum perforatum, 'árnica' en Belalcázar.

Otra especie de floración por San Juan -aunque empezando bastante antes en zonas cálidas- es el perico, hipérico o varita de San Juan (Hypericum perforatum), que en Belalcázar recibe a menudo el nombre de 'árnica'. No debe confundirse con la genuina árnica (Arnica montana) propia de climas norteños y de alta montaña -ausente en la España mediterránea-, que posee una merecida fama de planta con propiedades analgésicas, usándose como calmante para todo tipo de dolores en muchas partes de Europa. 

Plantas en floración de la falsa árnica (Inula montana), ausente en Los Pedroches y comarcas próximas.

Tampoco ha de confundirse nuestra especie con la falsa árnica (Inula montana), más frecuente en zonas de montaña caliza de clima mediterráneo, que no se conoce  por Belalcázar o su entorno; sí que se ha localizado en las altas montañas calizas del sur de la provincia de Córdoba, en la Serranía Subbética, creciendo en prados y en el sotobosque de encinares y pinares. Nuestro Hypericum perforatum crece a cambio en cunetas, márgenes de cultivos y a menudo en el entorno de fuentes y arroyos, ya que es planta algo exigente en humedad. Es relativamente fácil de observar, aunque escasea en los años de primaveras secas.


Extremo de la rama floral de Hypericum perforatum. Los puntos negros que aparecen dispersos en el tallo, las hojas y las flores, son las glándulas que contienen los aceites esenciales.

A pesar de lo anterior, la árnica belalcazareña no está exenta de virtudes -incluidas algunas de las propias de la Arnica montana-, y se ha recolectado tradicionalmente para usarla como curativa, cicatrizante y calmante para las heridas externas. La forma más habitual de empleo es el macerado de las ramas florales en aceite de oliva, que transfieren a éste un bello tono rojizo. La planta está cubierta de pequeñas glándulas esféricas oscuras, bien visibles a simple vista en el borde de los pétalos, sépalos y hojas, que acumulan diversos compuestos y aceites esenciales propios.


Macerado de hipérico en aceite, ya filtrado, que se usa en muchas zonas de España como cicatrizante y para acelerar la curación de contusiones, pequeñas heridas, etc.

La capacidad del hipérico para curar heridas hizo que en otros tiempos el macerado de sus flores y hojas se usara especialmente en las contiendas militares, por lo que entre otros nombres dados en diversas zonas de España recibe apelativos como 'hierba del soldado' o 'hierba militar'. De modo más reciente, se ha extendido su empleo en fitoterapia por sus propiedades para el tratamiento de las depresiones leves, y como analgésico en el tratamiento de algunos dolores crónicos.

Plantas sanjuaneras

Verbena común (Verbena officinalis)

Alguna vez hemos comentado el caso de las plantas que florecen en torno a la fecha de San Juan, a las que a menudo se han atribuido desde tiempos antiguos caracteres mágicos. De entre esas especies, la que tuvo probablemente más fama fue sin duda la verbena común (Verbena officinalis), especie relativamente abundante en gran parte de Europa, que crece a menudo en ambientes propios de la actividad humana como bordes de caminos, lindes de huertos, etc. Aunque la planta tiene propiedades medicinales, sobre todo como analgésica, también tenía efectos curativos menores sobre un amplio arco de enfermedades, por lo que se la consideró casi -e inmerecidamente- como una panacea.

 
Aspecto general e inflorescencia de la Verbena común.

La noche de San Juan, para celebrar el solsticio de verano, se consolidó durante siglos en muchas zonas del continente europeo la tradición de recolectar hierbas, a las que se atribuían propiedades extraordinarias, como la verbena. Es recolección se acompañaba de diversas formas de festejos tradicionales, llamándose en muchas regiones 'fiesta de la verbena', ya que ésta era la principal especie recogida en el campo. De aquellas fiestas de la verbena por San Juan se heredó en nuestro vocabulario la 'verbena de San Juan', expresión que primero correspondió a la planta pero finalmente a toda la fiesta que se celebraba para esa fecha.

Detalle del tallo floral y flores de Verbena officinalis.

En último término, en la lengua castellana se produjo una auténtica transferencia de significado entre palabras, de modo que 'verbena' ha acabado significando 'fiesta', cuando su origen era realmente la festividad de recolección de hierbas, entre las que destacaba por ser más apreciada la Verbena officinalis

Planta belalcazareña de la verbena menor (Verbena supina), creciendo entre verdolagas (Portulaca oleracea).

La verbena común es una especie frecuente en Belalcázar, abundando en ocasiones cerca de fuentes y arroyos, aunque no sea una especie estrictamente acuática. Tenemos a cambio una segunda especie de este mismo género, Verbena supina, más pequeña y de floración más atrasada hacia el centro del verano, que no suele andar nunca lejos del agua de arroyos, charcas o tablas. A diferencia de la verbena común, ésta otra tiene hojas más divididas, pelosas y de tonos más grisáceos, y no parece que despertara en el pasado el interés de su congénere -del que hoy en día sabemos que no posee propiedades curativas especialmente reseñables.

Verbena supina.