Nuestro paisano José Cortés, quien como sabéis desarrolla hace muchos años una excelente labor de difusión de los valores, cultura y monumentos de Belalcázar a través de sellos postales que él mismo diseña, acaba de abrir una página web para dar a conocer ese particular tesoro filatélico. La dirección es: http://belalcazarensellos.blogspot.com/
La página web, abierta desde mediados de agosto, permite el acceso a la información sobre las colecciones que José ha ido elaborando, y que se expusieron este verano en Belalcázar entre el 15 y 17 de agosto, como ya anunciamos con antelación en este blog. Además de series dedicadas a la población, la página web incluye otras relativas a los diferentes municipios del Valle de Los Pedroches; éstas últimas se reflejan en dos series (una de escudos locales y otra con motivos identificativos de cada población), de 17 sellos cada una.
Los sellos pueden verse a suficiente resolución como para apreciar bien su contenido y diversidad -¡y por supuesto el trabajo realizado por José para su diseño!-, y se anuncian además tanto los sobres en los que se remiten las colecciones, como fondos para poder colocarlos si se quieren tener luego en casa montados en marcos fotográficos. La página aporta la dirección de contacto (tusellolospedroches@gmail.com) para que quien esté interesado/a en adquirirlos pueda solicitarlos a José Cortés.
Un blog sobre las plantas y otros elementos del patrimonio natural y cultural de Belalcázar (Córdoba)
2018/09/18
2018/09/15
Plantas japonesas en nuestros patios y jardines
La mayoría de plantas ornamentales proceden de otros países, a veces de latitudes muy alejadas. Quizá uno de los ligares de donde no imaginaríamos que provienen algunas de nuestras plantas cultivadas es Japón. Sin embargo, es la zona de origen de algunas de las especies más populares de nuestros patios y macetas.
Entre las especies más populares, ampliamente cultivada además en los jardines belalcazareños, se encuentra el bonetero, cuyo nombre científico es Euonymus japonicus. Aunque esta especie tiene varios congéneres europeos, éstos últimos, menos rústicos, no son objeto de cultivo en nuestra zona. Esta planta raramente se asilvestra, y de hecho suele ser difícil verla fructificada, por lo que la dispersión de sus semillas -forman parte de frutos carnosos que pueden dispersar las aves- es muy inhabitual. La especie se cultiva por su follaje y por su facilidad de manejo en jardín, adaptándose bien a la poda de formas caprichosas o 'topiaris'. A cambio las flores suelen ser poco atractivas, y no es raro ver sobre ellas hormigas, que hacen de
Otra especie frecuente, sobre todo en setos y casas de campo, es la madreselva de jardín, Lonicera japonica. Se trata de una de las especies que recibe a menudo el nombre de 'chupamiel' o 'chupamieles', ya que cuando se arrancan sus flores, éstas suelen conservar en su base una pequeña gota de néctar; las flores están a su vez muy perfumadas, lo que aumenta su atractivo para su uso en jardinería. Como en el caso anterior hay diversas especies nativas del mismo género, pero no son objeto de cultivo. A diferencia del bonetero, sin embargo, la madreselva japonesa se asilvestra con relativa facilidad, sobre todo en cerca de ríos, acequias, etc. Tanto el bonetero como la madreselva producen frutos carnosos que pueden ser dispersados por la aves, pero que aparecen con más dificultad en el primero de los dos casos citados.
Otra especie cuyo nombre atestigua su origen japonés es Ligularia japonica (=Farfugium japonicum), conocida a menudo por Belalcázar como 'paragüina', y de la que hay diversas variedades. Para algunos botánicos se trata de una forma de otra especie del mismo género con mayor área de distribución en toda Asia oriental, Ligularia sibirica, pero la opinión más consolidada es la de considerar la planta japonesa como una especie independiente.
La forma más tradicional de la paragüina es la de hojas grandes y relativamente rígidas, muy recurvadas hacia el interior. En las últimas décadas, sin embargo, se ha extendido el cultivo en Belalcázar y pueblos cercanos de otras variedades, de hojas más blandas y manchadas en diferentes colores. La denominada 'variegata' tiene hojas con manchas blancas formando bandas o dispuestas en el borde, La 'aureomaculata' es una variedad cultivada con hojas que poseen manchas dispersas de color amarillento.
Las paragüinas no se conocen asilvestradas en nuestra zona. De hecho no es frecuente verlas en flor, aunque tampoco es raro en los ejemplares adultos, que suelen hacerlo a finales del otoño y principios del invierno. Las flores recuerdan por su aspecto a las de la vara de Santiago (Senecio jacobaea) pero son más gruesas y formando grupos menos densos.
Bonetero japonés o de jardín, Euonymus japonicus, Belalcázar, 08.2018. Arriba, detalle de flores y hojas. Abajo, ejemplar sometido a poda artística, en la Plaza de la Constitución.
Entre las especies más populares, ampliamente cultivada además en los jardines belalcazareños, se encuentra el bonetero, cuyo nombre científico es Euonymus japonicus. Aunque esta especie tiene varios congéneres europeos, éstos últimos, menos rústicos, no son objeto de cultivo en nuestra zona. Esta planta raramente se asilvestra, y de hecho suele ser difícil verla fructificada, por lo que la dispersión de sus semillas -forman parte de frutos carnosos que pueden dispersar las aves- es muy inhabitual. La especie se cultiva por su follaje y por su facilidad de manejo en jardín, adaptándose bien a la poda de formas caprichosas o 'topiaris'. A cambio las flores suelen ser poco atractivas, y no es raro ver sobre ellas hormigas, que hacen de
Lonicera japonica en el jardín de la plaza de Sebastián de Belalcázar. 08.2018.
Otra especie frecuente, sobre todo en setos y casas de campo, es la madreselva de jardín, Lonicera japonica. Se trata de una de las especies que recibe a menudo el nombre de 'chupamiel' o 'chupamieles', ya que cuando se arrancan sus flores, éstas suelen conservar en su base una pequeña gota de néctar; las flores están a su vez muy perfumadas, lo que aumenta su atractivo para su uso en jardinería. Como en el caso anterior hay diversas especies nativas del mismo género, pero no son objeto de cultivo. A diferencia del bonetero, sin embargo, la madreselva japonesa se asilvestra con relativa facilidad, sobre todo en cerca de ríos, acequias, etc. Tanto el bonetero como la madreselva producen frutos carnosos que pueden ser dispersados por la aves, pero que aparecen con más dificultad en el primero de los dos casos citados.
Paragüina, Ligularia japonica. Ejemplar cultivado en Sagunto, Valencia. 02.2017
Otra especie cuyo nombre atestigua su origen japonés es Ligularia japonica (=Farfugium japonicum), conocida a menudo por Belalcázar como 'paragüina', y de la que hay diversas variedades. Para algunos botánicos se trata de una forma de otra especie del mismo género con mayor área de distribución en toda Asia oriental, Ligularia sibirica, pero la opinión más consolidada es la de considerar la planta japonesa como una especie independiente.
Grupo de ejemplares de Ligularia japonica en flor en el Jardín Botánico de Valencia, 11.2014. A la derecha planta cultivada en Valencia, vista en mayor detalle, 11.2006.
La forma más tradicional de la paragüina es la de hojas grandes y relativamente rígidas, muy recurvadas hacia el interior. En las últimas décadas, sin embargo, se ha extendido el cultivo en Belalcázar y pueblos cercanos de otras variedades, de hojas más blandas y manchadas en diferentes colores. La denominada 'variegata' tiene hojas con manchas blancas formando bandas o dispuestas en el borde, La 'aureomaculata' es una variedad cultivada con hojas que poseen manchas dispersas de color amarillento.
Ligularia japonica 'variegata'. Belalcázar, 04.2006.
Ligularia japonica 'aureomaculata'. Belalcázar, 04.2006.
Las paragüinas no se conocen asilvestradas en nuestra zona. De hecho no es frecuente verlas en flor, aunque tampoco es raro en los ejemplares adultos, que suelen hacerlo a finales del otoño y principios del invierno. Las flores recuerdan por su aspecto a las de la vara de Santiago (Senecio jacobaea) pero son más gruesas y formando grupos menos densos.
2018/09/12
El ramo o velo de novia
Una de las especies ornamentales de cultivo tradicional en Belalcázar es el ramo o velo de novia, una especie norteamericana del género Euphorbia, el mismo al que pertenecen las lechetreznas. El nombre científico de la especie es Euphorbia marginata. La hojas son verdosas, a menudo con márgenes de color blanco que se hacen más amplios al acercarse al extremo del tallo.
Se trata de una planta anual que florece en pleno verano, prolongando bien su floración desde julio hasta septiembre. Las flores son realmente muy poco llamativas, pero a cambio este escaso atractivo se compensa por la disposición de las brácteas u hojuelas superiores de las inflorescencias, de color blanco puro con una franja central verdosa. Como el esto de especies de lechetreznas, las hojas y tallos gotean al romperse abundante látex o 'leche' de color blanco; este látex es irritante, y en medicina popular se usaba en ocasiones para combatir las verrugas, aunque con menos eficiencia que otras especies más utilizadas como la higuera, la celidonia, etc.
Aunque en Belalcázar u otras localidades próximas no sea especie rara en cultivo doméstico y puntualmente en jardines públicos, tampoco es una especie abundante, ni suele verse todos los años en las mismas casas, ya que es una especie anual que desaparece completamente cada año y ha de germinar de nuevo a partir de las semillas del año precedente. Afortunadamente no es una especie invasora, y a los sumo suele aparecer asilvestrada siempre cerca de donde se plantara con antelación.
Ejemplar de ramo de novia. Belalcázar, 08.2018.
Se trata de una planta anual que florece en pleno verano, prolongando bien su floración desde julio hasta septiembre. Las flores son realmente muy poco llamativas, pero a cambio este escaso atractivo se compensa por la disposición de las brácteas u hojuelas superiores de las inflorescencias, de color blanco puro con una franja central verdosa. Como el esto de especies de lechetreznas, las hojas y tallos gotean al romperse abundante látex o 'leche' de color blanco; este látex es irritante, y en medicina popular se usaba en ocasiones para combatir las verrugas, aunque con menos eficiencia que otras especies más utilizadas como la higuera, la celidonia, etc.
Fotografía de detalle de las flores, rodeadas de las brácteas que dan a la planta el típico aspecto de 'ramo de novia'. Belalcázar, 08.2018.
Aunque en Belalcázar u otras localidades próximas no sea especie rara en cultivo doméstico y puntualmente en jardines públicos, tampoco es una especie abundante, ni suele verse todos los años en las mismas casas, ya que es una especie anual que desaparece completamente cada año y ha de germinar de nuevo a partir de las semillas del año precedente. Afortunadamente no es una especie invasora, y a los sumo suele aparecer asilvestrada siempre cerca de donde se plantara con antelación.
2018/09/10
Conviviendo con aviones y golondrinas
Golondrina común. Belalcázar, 08.2015.
A lo largo de los últimos meses hemos vuelto a disfrutar como cada año de la presencia de aviones y golondrinas, aves ampliamente conocidas y populares en Belalcázar. De golondrinas tenemos dos especies, la común (Hirundo rustica) y la dáurica (Cecropis daurica), aunque la primera, con machos de garganta roja, es la más conocida; la segunda posee tonos más pardos y manchas anaranjadas en la nuca y por encima de la cola. La golondrina común suele llegar a finales de marzo o principios de abril, aunque hay estudios que señalan que en los últimos años están adelantando su llegada y pueden aparecer ya desde mediados de marzo; su partida hacia África se produce a partir de mediados o finales de septiembre.
Nido de golondrina común. Belalcázar, 08.2014
La golondrina común suele nidificar a cubierto, a menudo dentro de las casas, pajares, etc. El nido tiene forma de cazoleta abierta por su parte superior. La mayoría de nidos que suelen observarse en las calles corresponden sin embargo al avión común (Delichon urbica), más gregario y nidificante en el exterior. Aprovechan sobre todo los aleros que no tienen instaladas canales u otras estructuras que obstaculicen su labor de construcción de los nidos y alimentación de las crías. Los nidos son también de barro como los da las golondrinas pero más cerrados, con una sola entrada lateral.
Grupos de aviones comunes en Belalcázar, 08.2018 (fotos superior e inferior)
El avión común, de vuelo menos ágil que las golondrinas, carece de los tonos rojizos o anaranjados de aquellas otras especies, y la forma ahorquillada de su cola suele ser menos pronunciada por lo que suele ser fácil de diferenciar. Es a veces más tempranero que aquéllas en su migración para venir a la península Ibérica, y a cambio parte hacia África algo más tarde; puede decirse por tanto que suele estar un poco más de tiempo entre nosotros. En Belalcázar se puede ver a menudo formando grandes grupos en los cables de los tendidos eléctricos o cerca de las zonas donde nidifican. En lo que queda de septiembre probablemente aún podremos ver todas estas especies, que nos irán dejando entrado el otoño, para volver de nuevo en 2019.
Nidos de avión común. Belalcázar, 03.2016.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)