2020/01/19

La orejilla de fraile, termómetro de la humedad

Ejemplares de la especie Umbilicus rupestris, en las rocas del acceso al Castillo de Belalcázar desde el entorno del albergue, a finales de diciembre de 2019.

Las orejillas de roca u orejillas de fraile (Umbilicus rupestris) son plantas abundantes en Belalcázar y otras zonas próximas, sobre todo en roquedos y muros, donde se identifican fácilmente por sus características hojas circulares y carnosas. Sus hojas están 'peltadas', esto es, la inserción del pecíolo o rabillo se hace por el centro de la hoja -y no por un extremo o base de la hoja, como ocurre en la mayoría de plantas que nos rodean-, lo que hace que tengan hundido el centro, a modo de ombligo. De ahí proviene precisamente el nombre de la planta en latín, Umbilicus, y alguno de sus nombres populares, como el de 'ombligo de Venus'.

En estas semanas pueden verse las plantas de esta especie con abundancia, aparentemente superior a la de años pasados. Ello se debe a las lluvias y a la humedad acumulada en lo que llevamos de invierno. Esta especie germina y se desarrolla de modo más notable cuando se reciben lluvias -no necesariamente intensas pero al menos prolongadas en algunas semanas-, combinadas con nieblas o rocíos matinales, actuando las plantas a modo de sensor de la humedad ambiental. A mayor presencia y constancia del período húmedo en otoño-invierno, más cantidad de orejillas veremos, e incluso no será raro verlas en el suelo forestal, como ocurre en estas semanas en el monte Malagón. A medida que avancemos hacia la primavera, muchas de estas plantas morirán si no se consolidan las lluvias. A cambio, las supervivientes puede hacerse plantas perennes, que aunque a veces se agosten en verano, volverán a salir en el mismo sitio tras las nuevas lluvias otoñales.

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