Grupos amacollados de gladiolos empezando a florecer, junto al camino de la Mata en Belalcázar, abril de 2017.
Durante estas semanas tenemos en flor los gladiolos de las sementeras o
gladiolos de trigal, -llamados a menudo también gladiolos silvestres, aunque no es la única planta silvestre de este grupo. Se trata de la especie llamada Gladiolus italicus, aunque durante mucho tiempo se les llamó por su
sinónimo G. segetum. El epíteto
latino segetum significa que es una
planta está relacionada con los campos de cultivo de secano, preferentemente
anuales como los cereales, el lino, el girasol, etc. Las plantas que viven en
esos hábitats se denominan por ello ‘segetales’ –y más concretamente ‘cerealistas’
si viven en los cultivos de trigo, cebada, centeno, etc. Para los casos esos
cultivos de cereal, también es frecuente entre los especialistas botánicos
hablar de plantas ‘mesegueras’ o ‘mesícolas’, es decir, relativas a la mies.
La mayoría de plantas mesegueras salía antiguamente en abundancia en
medio de los campos de cereal, pero muchas acabaron desplazadas a los márgenes
de los cultivos. La culpa ha de atribuirse al cambio de los arados, que antes labraban
a poca profundidad y sin voltear la tierra –con los que las semillas de estas
especies se quedaban en la superficie-, y que fueron sustituidos durante el
siglo XX por los arados profundos, y especialmente los de vertedera, que al
voltear el suelo entierran las semillas a una profundidad para la que no están
preparadas si germinan, agotándose sus reservas antes de que los tallos lleguen
a la superficie. No obstante, los gladiolos son de las especies que mejor han
resistido a ese tipo de labrado, y a veces se les ve en grupo en medio de los
trigales o los campos de cebada. Ello se debe a una propiedad de muchas
especies del mismo grupo, cuyos bulbos son capaces de migrar en profundidad en
el suelo, de modo que en algunos casos se vuelven a formar cada año bulbos
nuevos más abajo de donde inicialmente estaban, muriéndose el bulbo del año
anterior.
Como ocurre con los gladiolos cultivados, los de las sementeras poseen
propagación vegetativa mediante aparición de hijuelos o bulbos nuevos junto a
los de cada planta madre, por lo que a menudo, sobre todo los matas de mayos
altura y robustez, forman grupos amacollados más o menos densos. Tras florecer, los gladiolos forman sus frutos en forma de cápsula, con semillas de contorno irregular y color marrón claro en la madurez.
Frutos en formación del gladiolo de las sementeras, junio de 2009.