2012/08/15

Recuerdos de Los Pedroches

Esos días tenemos en Belalcázar la exposición 'Los Pedroches en la retina', del Grupo de Desarrollo Rural Los Pedroches / Asociación Adroches, que prevé estar instalada en el ayuntamiento hasta el día 20 de agosto, y que incluye imágenes del pasado de nuestra comarca a través de numerosas fotografías antiguas. Ya sabéis que con motivo de la exposición se elaboró un libro, del que tenéis una versión electrónica consultable desde las páginas web de Solienses y Adroches. Las páginas con enlaces para el acceso al texto e ilustraciones del libro son  los siguientes:


http://www.adroches.org/nueva/index.php?option=com_content&view=article&id=408:los-pedroches-en-la-retina-ya-puede-consultarse&catid=2:ultimas-noticias&Itemid=19

2012/08/13

Presentación del libro de la flora pedrocheña

Ayer 12 de agosto se realizó en el salón de actos municipal de Belalcázar la presentación del libro ‘Flora vascular de Los Pedroches’, organizada por la Asociación ‘Amigos de Belalcázar Villa de Monumentos’ (ABVM) con la colaboración del Ayuntamiento de la localidad, que además de poner a disposición del acto el local, ofreció un vino de honor acompañado de un refrigerio al finalizar el acto.

Momento de la presentación del libro. De izquierda a derecha en la mesa: F. Casillas, C. Rodríguez (interviniendo en ese momento para hacer una presentación de los autores), G. Morillo, E. Laguna, A. Vigara y P. López Nieves. ©Pau Laguna, 08.2012

El salón  de actos estuvo repleto, con bastantes asistentes de pie al fondo, al superarse la capacidad prevista.  El acto estaba presidido por el alcalde de Belalcázar. D. Antonio Vigara Copé, y en representación  de la Asociación formaban parte de la mesa Dña. Gabriela Morillo y D. Feliciano Casillas, correspondiento a la primera hablar en nombre de la entidad.  Tras hablar el alcalde y la presidenta de la asociación, lo hicieron 3 de los autores presentes en el acto:  Claudio Rodríguez Rodríguez, Pedro López Nieves y quien os escribe desde el blog, Emilio Laguna Lumbreras. Al final del acto se vendieron ejemplares que había traído desde Pozoblanco el Dr. López Nieves, quien en su intervención explicó cómo se había gestado la redacción del texto. Dado que al tratarse de una edición municipal se carece de canales de distribución comercial, el alcalde Antonio Vigara expresó su interés por contactar desde el Ayuntamiento de Belalcázar  con el de Pozoblanco para adquirir ejemplares que luego pudieran venderse en los locales municipales. Para finalizar el acto se procedió a la firma de ejemplares por los autores.

La presidenta de la Asociación de Amigos de Belalcázar, Gabriela Morillo, y los socios de la entidad y coautores del libro Claudio Rodríguez y Emilio Laguna, al finalizar la presentación. ©Pau Laguna, 08.2012

Botánica y cultura en el monasterio de Santa Clara

Culantrillo de pozo (Adiantum capillus-veneris) ©E. Laguna, 01.2003

Aunque no hicimos foto por no estar permitida en esa zona del monasterio, aprovechamos la visita guiada y escenificada realizada ayer por la  Asociación ‘Amigos de Belalcázar Villa de Monumentos’ (ABVM) para comprobar el buen estado de los ejemplares de culantrillo (Adiantum capillus-veneris) que existen en el pozo del claustro principal. Como ya indicábamos en este blog hace años, el culantrillo es un helecho propio de rezumes calizos, cascadas de agua en torrentes de rocas calcáreas, etc., y su presencia en terreno pobres en cal como el Valle de los Pedroches es excepcional. Este pozo es uno de los escasos enclaves que parecen conocerse de la planta en todo el sector occidental del Valle, aunque dado lo peculiar de su hábitat es muy probable que esté distribuido en otros similares.

Gabriela Morillo, presidenta de la asociación  ABVM, dirigiendo la visita guiada al monasterio de Santa Clara de la Columna ©E. Laguna, 12.08.2003

Aprovechamos para felicitar a la asociación, y particularmente a Gabriela Morillo, que hizo de ‘cicerone’ en la visita al convento, a los actores que participaron en la escenificación de diversos momentos de la historia y personajes belalcazareños, y al equipo de apoyo que se encargó de las labores de tramoya e intendencia, básicas para el buen funcionamiento del evento.
Actores y actrices participantes en la representación de la visita guiada al monasterio ©E. Laguna, 12.08.2003

Al acabar la actividad inicialmente programada se continuó ésta con una visita al patio trasero e instalaciones anexos del convento, donde los asistentes pudieron comprobar la actividad que desarrolla la residencia de artistas La Fragua, así como el deficiente estado de conservación que el paso del tiempo y varios eventos meteorológicos desfavorables han  infringido al monumento en esa zona de la construcción; desde ABVM se ha reclamado ya en diversas ocasiones la intervención más rápida y efectiva posible, aunque desgraciadamente los recortes económicos de estos últimos años en todas las instancias culturales de las administraciones públicas no auguran una solución fácil.

Para finalizar se invitó a los asistentes a continuar la jornada cultural trasladándose a Belalcázar y  visitando la exposición de documentos condales existente en el Pósito municipal, de la que ya hemos dado cuenta en el blog.

Tejado de las naves del patio del convento de Santa Clara, donde se aprecia la grieta existente desde 2010-2011 en la junta de las techumbres, que amenazada con iniciar el hundimiento de los techos. ©E. Laguna, 12.08.2003

La goma arábiga belalcazareña


Cuando hace décadas hacía falta goma para pegar papeles u otros trabajos manuales en las escuelas, a falta de la diversidad de pegamentos que hoy podemos encontrar cabía recurrir a remedios caseros alternativos, entre los que el más popular era usar el exudado de los troncos de almendros, melocotoneros, ciruelos, etc. Ante las picaduras de insectos, y en especial la del gusano cabezudo (Capnodis tenebrionis), estas especie emiten una goma amarillenta que se solidifica como la resina de los pinos en contacto con el aire; bastaba con recoger suficiente cantidad y ponerla en agua para obtener un pegamento artesanal , cuya calidad y persistencia dependía en último término de la cantidad de agua, el tiempo de reposo, etc.

Goma exudante de un tronco de almendro, sangrando de una herida producida por gusano cabezudo.  ©E. Laguna, 11.2005
El sistema no era otro que el mismo empleado durante milenos con la goma arábiga, exudado similar que se recolecta en el Norte de África y el Suroeste de Asia de diversas especies del género Acacia; existen especies similares en Australia, donde los aborígenes también han utilizado tradicionalmente gomas parecidas. Por Belalcázar y otros pueblos de la comarca están plantados con fines ornamentale diversas especies de acacias, particularmente de las que poseen hoja fina, dividida en múltiples folíolos -mimosas y acacias similares-, que suelen tener cortezas oscuras y poco rugosas. La imagen que traemos al blog es del exudado de una de estas especies en la Plaza de la Constitución de Belalcázar. El pegamento que se obtiene en este caso es de calidad superior al que se fabricaba con su equivalente de árboles frutales, y suele poseer un color menos aparente, a lo sumo rosado en vez de amarillento.

Exudado de goma arábiga en un ejemplar de mimosa del género Acacia en la Plaza de la Constitución de Belalcázar ©E. Laguna, 08.2012

Renaciendo como el ave Fénix

La vegetación mediterránea está especialmente adaptada al paso del fuego, que constituye un elemento básico en el modelado y funcionalismo de nuestros ecosistemas. A falta de la acción humana, los incendios que provocan los rayos en las tormentas secas también serían frecuentes, quizá no tanto en número y periodicidad, aunque a cambio podrían alcanzar proporciones gigantescas, como de hecho ocurre en los escasos territorios del planeta que poseyendo clima mediterráneo han tenido una ocupación humana menos intensa, en diversas partes de California, Chile, Sudáfrica y Australia.

Ante el paso del fuego la mayoría de nuestros árboles y arbustos o bien germinan con relativa rapidez -incluso en muchos casos el fuego reblandece las cubiertas facilitanto que emerja más fácilmente la radícula- o bien  rebrotan activamente; en este último grupo abundan las especies del matorral y la ‘mancha’ mediterránea como las esparragueras silvestres, que apenas 2 o 3 días tras el paso del fuego ya empiezan a emitir muchas veces sus turiones, lo que denominamos espárragos. Excepcionalmente algunas especies tienen sus troncos protegidos por cubiertas aislantes como fibras y corchos y pueden rebrotar de copa, como hacen a menudo las palmeras y sobre todo el alcornoque.

Zona junto a la carretera A-420 quemada a principios de agosto de 2010; el límite del incendio a la derecha de la foto es la propia carretera. ©E. Laguna 08.08.2010

En estos años las imprudencias de conductores arrojando colillas mal apagadas desde los vehículos parecen haber sido la causa de varios fuegos junto a las carreteras que circundan Belalcázar. En uno de ellos, acaecidos a principios de agosto de 2010, algunos de los ejemplares de especies autoctonas que habían sido plantados en los trabajos de restauración ambiental del nuevo trazado de la carretera a Cabeza del Buey resultaron dañados. El fuego afectó sobre todo a diversos ejemplares de gayumbas y retamas, además de a los juncales y la vegetación de los barbechos y pastizales cercanos.

Ejemplar de gayumba (Spartium junceum) plantado en la restauración de la carretera Belalcázar hacia Cabeza del Buey, que no da muestras de rebrotes. ©E. Laguna, 01.08.2012

Las gayumbas (Spartium junceum), quizá autóctonas en otras zonas andaluzas pero aquí recluídas a su uso como especies plantadas de taludes y cunetas, no han rebrotado, y es probable que a lo sumo nazcan nuevas de semillas; no ocurre así con una de las especies más genuinas de nuestro paisaje nativo, la retama (Retama sphaerocarpa), que como podréis apreciar en la foto ha rebrotado con fuerza y en 2 o 3 años probablemente alcanzará la misma talla de la planta original.

Ejemplar de retama que ha rebrotado, dos años tras el incendio. ©E. Laguna, 01.08.2012

2012/08/11

Exposición de fotografías y documentos condales belalcazareños

Imagen de uno de los pergaminos reproducidos en la exposición a tamaño real. ©E. Laguna, 10.08.2012

La asociación ‘Amigos de Belalcázar’ abrió ayer la exposición sobre documentos del Condado de Belalcázar, que incluye copias autorizadas por el Archivo Histórico Nacional y la Biblioteca Nacional de documentos relativos a las posesiones de los Sotomayor y Zúñiga.

Exposición de fotografías con poemas. ©E. Laguna, 10.08.2012

La exposición está instalada en el pósito municipal de Belalcázar, y en ella pueden observarse también la de fotografías poemadas que ya se expusieron en 2011 por estas fechas, con fotografías de Luis Fernández Torrero y textos de Feliciano Casillas. Además, para quienes no pudieron asistir a la Fiesta de la Flores, en el suelo están 3 de los tapices florales elaborados desde la asociación para dicho evento. Quienes visiten la exposición tienen  a su vez la posibilidad de adquirir camisetas, llaveros, pins, carteles, etc. con motivos locales producidos o editados por la asociación.


Tapices del día delas flores, ahora expuestos en el Pósito. ©E. Laguna, 10.08.2012

Os recordamos que en los próximos días, en el Ayuntamiento de Belalcázar, se presentarán las exposiciones ‘Los Pedroches en la Retina’, del Grupo de Desarrollo Rural de Los Pedroches - Asociación Adroches, y la que en las últimas semanas se ha presentado por la Asociación Guadamatilla en otras poblaciones de la comarca sobre el Cernícalo Primilla -nuestro conocido ‘Chicha’ o ‘Juanito Chicha’, una de las aves más características del paisaje urbano belalcazareño-

2012/08/08

El libro de la flora silvestre de Los Pedroches ya se puede adquirir

El libro ‘Flora Vascular de Los Pedroches, Guía Visual’ se encuentra ya disponible en las librerías de Pozoblanco. Los autores con Pedro López Nieves, Emilio Laguna Lumbreras, Antonio M. Cabrera Calero, Pedro López Bravo, Claudio Rodríguez y Juan García Sánchez. Como ya hemos indicado en otros mensajes, se hará una segunda presentación de su contenido, esta vez en Belalcázar, el 12 de agosto a las 22.00, en el salón de plenos del Ayuntamiento.
Imagen del libro, tomada en la vitrina de una de las librerías de Pozoblanco. ©E. Laguna, 08.08.2012.

Como más de uno de los primeros ‘hojeadores’ ya nos ha preguntado sobre las especies de la portada, os indicamos que en la franja de la izquierda, sobre fondo amarillo, aparecen de arriba abajo imágenes de Tragopogon porrifolius (barba cabruna), Marsilea batardae (trébol de cuatro hojas) y Juniperus oxycedrus (enebro), mientras la imagen que protagoniza gran parte de la portada es un dibujo de la flor de un lirio español (Iris xiphium), amablemente dibujado para la obra por Luis Castro Mármol.

¿Hormigas engañadas?

Las ‘aludas’, en nuestro lenguaje popular, son los machos y hembras fértiles de diversas especies de hormigas, que salen de sus nidos para dispersarse y dar lugar a nuevas colonias; en el empeño mueren sobre todo los machos, mientras las hembras fecundadas excavan refugios que darán lugar, tras la puesta y el desarrollo de las primeras obreras, a las nuevas poblaciones de la especie. Las aludas eran muy apreciadas décadas atrás, para cebar las 'costillas' con las que se cazaban aves, o los anzuelos para la pesca de río.

Ejemplar masculino de ‘aluda’. ©E. Laguna, 07.08.2012.

Acostumbramos a pensar que si las hormigas aladas salen de sus nidos es señal clara de que va a llover. Sin embargo, en estos días hemos podido observar que al menos para alguna de nuestras especies lo que probablemente motiva la emergencia de las hormigas aladas es una mezcla del descenso brusco de temperatura y el aumento de humedad, sin que necesariamente haya que esperar a las tormentas y las lluvias de verano. En los últimos días de la pasada semana la temperatura bajó bruscamente, y los más de 40º de jornadas precedentes dieron lugar a menos de 30 en pocas horas a lo largo del domingo 5 y lunes 6 de agosto; por las noches el termómetro se situó entre los 15 y 20ºC. La tarde del día 6, Belalcázar se fue llenando de nuestras conocidas ‘aludas’, que aún eran abundantes la mañana del martes 7 -mientras, como es habitual, servían de alimento a más de una especie de ave, micromamíferos, etc. No cayó ni una gota de agua, pero estos peculiares habitantes de nuestras casas no cejaron en su em peño de intentar fundar nuevos hormigueros, aunque la tierra a escarbar estuviera algo más dura de lo esperable para ellas. Toca plantearse si el clima las engañó, o quizá estemos engañados/as nosotros/as pensando que cada vez que aparecen debe llover a manta.

Las peras pedrocheñas

Nuestros perales pertenecen a la especie botánica Pyrus communis, pero como es habitual en las plantas cultivadas ese nombre probablemente enmascara un complejo grupo de híbridos, cuya diversidad genética habría aumentado progresivamente durante milenios, a medida que la agricultura de los primitivos perales de Asia Menor y el Mediterráneo Oriental  fue migrando hacia la península Ibérica. En último término, esas plantas probablemente se mezclaron con las formas nativas de especies próximas -en nuestro caso el peralillo silvestre, perútano o piruétano, Pyrus bourgeana (=P. marianica), del que probablemente heredaron en Los Pedroches la textura algo granillosa del fruto, su relativa dureza y sobre todo el tono rojizo de la piel en las zonas más expuestas al sol.   Nuestras peras ‘del terreno’ -como las solemos llamar, a falta de nombres específicos para la raza de nuestra zona- están a punto estos días para la recolección, y apenas maduran caen del árbol con rapidez, mostrando su peculiar contraste de colores desde el verde amarillento al rojo.


Peras de Pyrus communis, con rasgos residuales de P. bourgeana. Belalcázar, 08.2012. ©E. Laguna.

Las ponzoñas en flor

La ‘ponzoña’ o ‘varbasco’ era el extracto de hierbas que se usaba para envenenar las aguas a fin de capturar los peces que contenían los arroyos y tablas, antes de que dicha práctica fuera progresivamente prohibida. Aunque existen varias especies útiles a tal efecto, la más frecuente en Belalcázar de cuantas se utilizaban para tales fines es probablemente el gordolobo común, Verbascum sinuatum, especie que aún podemos ver en plena floración en estos días por los terrenos más húmedos. El nombre ‘sinuatum’ proviene del aspecto rizado del borde de sus hojas, que destacan sobre todo en la segunda mitad de la primavera, formando grandes rosetones junto a los caminos, lindes de cultivos, etc.

Verbascum sinuatum. ©E. Laguna, 08.2012

Al final de dicha estación y a lo largo del verano, los gordolobos de hoja rizada emiten sus varas de hasta 1 m o más, muy ramificadas, coronadas por espigas de flores con 5 pétalos amarillos, y 5 estambres similares entre sí y con llamativos pelos violáceos en sus filamentos. Por Belalcázar también abunda otra especie menos robusta, Verbascum rotundifolium subsp. haenseleri, de hojas enteras lanceoladas, cenicientas, con flores parecidas pero de 5 estambres desiguales -2 mayores y 3 menores-, con pelos rojos, sobre varas sencillas, poco ramificadas.  

Verbascum rotundifolium subsp. haenseleri. ©E. Laguna, 06.2011.

El veneno se obtenía sobre todo de las hojas y/o de los frutos de los Verbascum, macerándolos a veces durante unas horas para facilitar la obtención de sus extractos. La ponzoña contenida en la planta es un  compuesto neurotóxico que paraliza temporalmente el sistema respiratorio de los peces, sin matarlos necesariamente salvo que se use en concentraciones elevadas o en aguas excesivamente calmadas, con poca oxigenación; el veneno se metabolizaba con rapidez y en todo caso desaparecía por efecto de la cocción, por lo que los peces podían consumirse convenientemente cocinados. Al envenenamiento de las aguas se denominaba antiguamente ‘envarbascar’ o ‘enverbascar’, precisamente en referencia a este género de plantas.

Nuestras arzollas

Centaurea ornata. ©E. Laguna, 06.2009

Dentro de los nombres populares de las plantas belalcazareñas, las ‘arzollas’ denominan a especies de cabezuelas fuertemente espinosas del género Centaurea, plantas que a pesar de dicho carácter no poseen hojas o tallos punzantes, diferenciándose así de los genuinos cardos, cardillos, cardenchas, etc. Las más corrientes son las arzollas mayor (Centaurea ornata) y mediana (C. melitensis), ambas de flores amarillas; en el mismo grupo, pero de flor rosa, se encuentra la que en otros sitios se llama arzolla común (C. calcitrapa), de flor rosada, pero que por nuestra comarca diversos nombres como abrepuños, azotacristos u quiebrabueyes.  

Centurea melitensis. ©E. Laguna, 06.1997
Centaurea calcitrapa. ©E. Laguna, 06.1997

Todas estas especies son relativamente frecuentes y tienen una distribución amplia en la península Ibérica, estando además presentes en otros países próximos a España y Portugal. No ocurre así con la que llamamos ‘arzolla chica’ o arzolla menor, también de flores rosadas y blanquecinas, pero exclusiva del tramo central de Sierra Morena, que encuentra precisamente en Los Pedroches su principal núcleo mundial de distribución. Se trata de la especie Centaurea cordubensis, una de las pocas plantas que llevan en su nombre el apelativo a la provincia de Córdoba. Es, en consecuencia, una de nuestras especies endémicas más representativas.

Cabezuela de Centaurea cordubensis al final de su floración. ©E. Laguna, 08.2012

En Belalcázar la arzolla chica es rara, al situarnos ya casi en su límite de distribución. Abundaba en los taludes de la carretera a Cabeza del Buey antes de la ampliación que se hizo allí hace algunos años; pasado suficiente tiempo, ha esperado poco para recolonizar las pizarras de los nuevos taludes, donde se está extendiendo con relativa rapidez. En las curvas del trazado anterior, que quedaron abandonadas como meandros,  puede verse aún algún rodal con  ejemplares de tallos gruesos, de más de 3 cm de diámetro, casi monumentales para el humilde tamaño de esta mata, que apenas supera los 30 cm. de talla. En estos días se encontraba ya al final de su floración anual.

Base del tronco en un ejemplar anciano de Centaurea cordubensis. ©E. Laguna, 08.2012

2012/08/03

Los puerros silvestres

Ajo porro silvestre (Allium ampeloprasum), fotografiado estos días en el entorno de Belalcázar. ©E. Laguna, 01.08.2012

Llamamos indistintamente ‘ajo porro’ al puerro cultivado (Allium porrum) y al pariente silvestre a partir del cual se domesticó en épocas pretéritas, el porro de campo (Allium ampeloprasum). Las diferencias reales entre ambas plantas parecen responder solo a las dimensiones -y por tanto no acaban de merecer ser distintas especies desde el punto de vista científico-, de modo que en la planta cultivada su selección secular por los agricultores ha primado las razas con tallos y bulbos más engrosados.

Inflorescencia del ajo porro cultivado (Allium porrum). ©E. Laguna, 05.2009

Su pariente silvestre, muy abundante por Belalcázar y su entorno, muestra estos días sus últimos tallos secos, pendientes de que algún golpe de viento acabe de tumbarlos para dispersas sus semillas. Cuando las cabezuelas de flores están en su óptimo desarrollo, el color puede variar del blanco al morado, en tanto en la mayoría de puerros cultivados prima más este último tono, que suele mantenerse cuando a veces se asilvestran cerca de las huertas. La diferencia entre la verdades planta silvestre (A. ampeloprasum) y las formas asilvestradas del cultivado (A. porrum), se aprecian fácilmente en el grosor de los tallos secos, bastante uniforme en el primero, mientras en el segundo son  extremadamente anchos y huecos en la base, con  forma de botella con cuello muy alargado.

Cabezuela floral de ajo porro nativo o silvestre (A. ampeloprasum). ©E. Laguna, 05.2009

Empiezan las vendimias

Estos días acaba de empezar la vendimia cordobesa, allá por los pagos de Montilla y otros terrenos de la campiña. Pronto tocará hacer lo mismo con algunas de las vides belalcazareñas, destinadas a convertirse en la cosecha de ‘pitarra’ de este año. La tradición zorruna de hacer nuestro vino casero más tradicional se ha mantenido y mejorado por algunas familias, y no tardaremos mucho en poder degustarlo, un placer que hace pocos años casi parecía abocado a la extinción.


Racimo de uvas de mesa.  ©E. Laguna, 27.07.2012

El ‘bloguero’ hizo hace pocos días una foto de un racimo de una de sus parras de uva de mesa, que podéis ver en este mensaje del blog. La hormiga que véis era un  auténtico buzo, el racimo estaba sumergido en agua (de ahí el brillo céreo tan peculiar que tienen los granos). Este año las ‘calores’ primerizas de finales de julio aceleraron la maduración de la uva algo más de lo habitual, y los racimos más tempranos ha habido que recolectarlos con un poco de antelación, como ha ocurrido con la vendimia para vinificación antes mencionada.

Los parientes de las lechugas

Entre las plantas que florecen estos días por Belalcázar están las lechugas de campo o ‘lechugones’ o ‘amargones’ (Lactuca serriola), un pariente cercano de las lechugas cultivadas (Lactuca sativa). A diferencia de aquéllas, sus hojas son muy rígidas, ya sean enteras o recortadas, y con espinas muy punzantes tanto en el borde de la hoja como en el nervio medio, por el envés; sin embargo, si se recolectan cuando aún no se han endurecido, las hojas del lechugón se pueden consumir como verdura, preferentemente cocida, ya que en crudo son excesivamente amargas. Las flores son similares a las de las lechugas cultivadas pero más escasas y alejadas entre sí, dispuestas en ramas largas a menudo horizontales.

Lechugón (Lactuca serriola) cerca del arroyo Malagón. ©E. Laguna, 01.08.2012

Hoy en día apreciamos que las lechugas que consumimos sean lo más dulces posibles, pero eso no ocurría en el pasado.  Los romanos primero, y quienes habitaron la Europa Mediterránea más tarde hasta bien entrada la Edad Media, apreciaban precisamente lo contrario, el sabor amargo de la lechuga, que se concentra en el látex blaco que producen; se dice que entre los oficios de quienes recolectaban productos naturales en la antigua Roma existía el de recolector del látex de las lechugas, que era muy aprecidado entre los patricios por sus pretendidas propiedades medicinales -aunque realmente, como podéis imaginar, la fundamental era el poder purgante de este jugo vegetal. Hoy en día hemos perdido la sana costumbre de ‘purgarnos’ (como de hecho sigue haciendo el resto de los mamíferos), aunque eufemismos como los de ‘limpiar el organismo’ son formas modernas y llevaderas de hacer algo parecido.
Como nota final, hay que indicar que ‘serriola’ hace mención al borde aserrado de la hoja y no tiene que ver con la ‘escarola’, verdura que realmente no corresponde a ninguna lechuga, sino a una forma de hojas rizadas de la achicoria cultivada (Cichorium endivia), la misma especie de la que otras razas de cultivo dan lugar a las endivias o a la raíz de achicoria. La planta silvestre de la que probablemente se domesticaron estas otras verduras son las achicorias silvestres (Cichorium intybus), que estos días nos muestran sus capítulos de flores azuladas en los bordes de los caminos belalcazareños.  

Floración de la achicoria silvestre (Cichorium intybus). ©E. Laguna, 01.08.2012

Puestas de las salamanquesas

Normalmente cuando hablamos de especies migratorias de fauna, como pasa con muchas aves, las diferenciamos entre ‘invernantes’ y ‘nidificantes’, ya que en la mayoría de casos hacen sus nidos a lo largo de la primavera e incluso a principios del verano. Por el contrario, cuando hablamos de especies residentes de nuestra fauna, parece que damos por sentado que van a hacer sus nidos o a tener sus crías solo en los tramos iniciales de la primavera, cuando la realidad es que, al igual que las plantas acoplan entre unas y otras sus épocas de floración, también ocurre algo similar con muchos animales a la hora de reproducirse y sacar adelante sus crías. En pleno verano aún hay especies que, o han tenido en estos días sus descendientes, a pesar del calor reinante, o están en ello. En el caso de los reptiles, que como sabéis no pueden regular la temperatura de su organismo y necesitan calor de fuentes externas para poder moverse, el final de la primavera y el principio del verano es una época óptima para desarrollar la reproducción, de modo que en agosto y septiembre pueda realizarse la eclosión de los huevos en muchas especies.
Puesta de salamanquesa (Tarentola mauritanica). Lo que aparece al fondo es el caparazón de una caracola común de huerta (Rumina decollata). ©E. Laguna, 07.2012.
La imagen  que traemos al blog es la de una puesta de salamanquesa común (Tarentola mauritanica) que el ‘blogger’ (nos acostumbraremos mejor a decir ‘bloguero’) retrató hace pocos días. Estos reptiles aprovechan huecos de rocas, de tejados, grietas de los edificios, etc. para hacer sus puestas, en sitios suficientemente escondidos pero no demasiado fríos ni tampoco expuestos a la insolación directa. A diferencia de los de lagartijas o serpientes, los huevos de las salamanquesas son de contorno menos elíptico, y miden en torno a 1 cm. La identificación la debemos al Dr. Ignacio Lacomba, experto de la Generalitat Valenciana, que amablemente atendió nuestra solicitud para conocer el origen de esta puesta.