2008/07/25

Unas pocas flores veraniegas

Gamón de verano (Asphodelus aestivus). © José Ruíz Díaz, julio 2008

¿Quien dice que el paisaje de Los Pedroches es demasiado inhóspito en verano?. Domina el ambiente reseco, pero unas cuantas plantas son capaces de florecer en esta época, ¡y de qué manera!. Claudio Rodríguez nos hace llegar fotos de varias plantas de sus exursiones más recientes, como el gamoncillo o gamón de verano, y la genuina hierba de cuajo o 'yerbacuajo mayor'. También del orégano blanco que cultiva en su 'cerquilla', obtenida de semilla de las que crecen cerca de la Cueva de la Osa de Pozoblanco.
El gamoncillo (Asphodelus aestivus) es más humilde que su pariente el gamón común o de primavera (Asphodelus ramosus), hace los frutos mucho más pequeños y tiene tallos poco o nada ramificados. Crece en los arroyos y enclaves húmedos -la foto que nos envían es del Arroyo del Hato, pero esta especie es abundante cerca de la mayoría de cursos fluviales y arroyos belalcazareños-.


Orégano blanco (Origanum virens). © José Ruíz Díaz, julio 2008.
El orégano blanco (Origanum virens) es la única especie silvestre de orégano en el norte de Córdoba, y su aroma no envidia en absoluto -e incluso supera- al del orégano común europeo (Origanum vulgare), especie de climas más frescos, que habitualmente tiene cabezuelas florales más alarghadas, flores rosadas y brácteas -hojuelas florales- moradas.

Hierba de cuajo, yerbacuajo mayor (Cynara cardunculus). © Jesús Torrero Rubio, julio 2008
Sobre la Cynara cardunculus, se trata de la genuina forma silvestre del cardo cultivado, y para muchos expertos es además el antepasado de la alcachofa cultivada (Cynara scolymus = C. cardunculus subsp. scolymus). Se diferencia de ambos parientes por las hojas, fuertemente espinescentes en la planta silvestre, en tanto el cardo y la alcachofa, probablemente por su selección en cultivo, han acabado teniendo hojas más anchas y poco o nada espinosas. Además, en el caso de la alcachofa, las brácteas de los capítulos florales son romas, sin acabar en un extremo espinoso.