2012/08/30

Los geranios limoneros


Pelargonium capitatum, forma con hojas adultas divididas (con 3 a 5 lóbulos, a su vez algo lobulados y de borde ligeramente aserrado)  © E. Laguna, 26.03.2011, Coimbra (Portugal)

Entre las especies cuyo cultivo parece haberse olvidado por Belalcázar y su entorno se encuentran los geranios limoneros, plantas caracterizadas por la presencia de esencias cuyo olor recuerda al de los limones. Nunca se cultivaron mucho, quizá por su tendencia arbustiva y los portes desgarbados que a veces alcanzan, pero da la impresión de que han ido cada vez a menos. No ocurre igual en otras zonas, donde incluso las tendencias de mercado de la planta ornamental parecen favorecerles como plantas útiles para mantener apartados a los mosquitos.

Pelargonium capitatum, crecido en condiciones de sombreo, donde a menudo sólo desarrolla hojas con 3 lóbulos. forma con hojas adultas divididas (con 3 a 5 lóbulos, a su vez algo lobulados y de borde ligeramente aserrado)  © E. Laguna, 12.03.2011, Valencia.


Pelargonium graveolens, que suele poseer características intermedias entre P. capitatum y P. quercifolium, con hojas no excesivamjente divididas. © E. Laguna, 17.04.2011, Jardín Mediterráneo de L'Albarda, Pedreguer (Alicante).

Si consultáis en bibliografía o páginas web sobre la identidad de estas especies observaréis que hay bastante desconcierto, causado en gran parte por la gran cantidad de híbridos que se han ido generando artificialmente, y por el hecho de que la planta que ostenta el nombre más apropiado para definir este grupo de geranios aromáticos, Pelargonium citriodorum, no es precisamente la que exhibe un aroma más alimonado, ni mucho menos. De hecho no parece existir acuerdo entre los expertos sobre la identidad de tal especie, y las plantas cultivadas que se le hayan atribuido suelen incluirse en P. capitatum, de hojas poco divididas.


Pelargonium quercifolium. © E. Laguna, 15.04.2011, Jardín Botánico de Valencia

A cambio, la especie que se ha cultivado más a menudo y que posee un aroma más característico es Pelargonium quercifolium, especie de nombre igualmente desafortunado, ya que ‘quercifolium’ significa ‘hoja de roble’, pero las formas cultivadas de esta planta tienen las hojas extremadamente divididas, mucho más que  las de cualquier especie de roble que estemos acostumbrados a imaginar. La hibridación artificial ha acabado generando todo tipo de transiciones entre P. capitatum y P. quercifolium, incluyendo lo que suele distribuirse como en P. graveolens,  con las hojas más palmeadas pero no tan rígidas y divididas como P. quercifolium.


Hojas de Pelargonium quercifolium (izq.) y P. capitatum (der.). Los puntos brillantes que se observan en la macrofotografía sobre la superficie de las hojas corresponden a las glándulas de aceites esenciales. © E. Laguna, 30.09.2012

2012/08/21

Los trigos cultivados y sus parientes


Espiga de una de las formas de trigo cultivado en Belalcázar. © E. Laguna, 04.2011.

Los trigos cultivados corresponden al género Triticum, que según muchos expertos es de origen completamente artificial, generado por la domesticación de plantas del género Aegilops, los que llamamos 'triguillos' o 'revientasacos'. Nuestro paisano Claudio Rodríguez ha recolectado semillas de ploantas de ambos géneros, haciendo lo mismo con la cebada (Hordeum vulgare) y su pariente la cebadilla o 'zaragüeyes' (Hordeum murinum subsp. leporinum), pudiendo comprobar el relativo parecido de las semillas dentro de cada género.


Hordeum murinum subsp. leporinum, una de las especies más frecuentes en cunetas de carreteras y márgenes de cultivos. © E. Laguna, Belalcázar, 04.2006

En Belalcázar y su entorno se cultivas diversas variedades de trigo, siendo las más abundantes el candeal o trigo harinero (T. aestivum) y los trigos duros (T. durum y T. turgidum); la diferenciación entre las diferentes especies de trigos duros es muy compleja y en muchos casos se trata de híbridos artificiales entre microespecies, por lo que muchos botánicos prefieren incluir todos ellos en Triticum durum en sentido amplio, como aquí haremos. La presencia o no de aristas en las espigas de los trigos no suele ser un elemento de diagnóstico, ya que en casi todas las especies se han conseguido variedades múticas (sin aristas) y aristadas.



Semillas de trigos duro y candeal, de espigas recolectadas por C. Rodríguez hace pocas semanas en Belalcázar. © E. Laguna, 30.07.2012

Las imágenes de espigas secas con semillas corresponden a las plantas recolectadas por Claudio Rodríguez, donde podéis apreciar el notable parecido entre los granos de las dos especies de trigo (candeal y duro) y las especies de Aegilops. De las 3 especies presentes en Belalcázar ha recolectado dos de ellas, Ae. neglecta (=Ae. ovata) y Ae. triuncialis, ambas con 2-3 aristas saliendo de la gluma (bráctea principal de la espiguilla, que a la vez es cada una de las unidades que forma la espiga); la espiga es más rechoncha en la primera especie y alargada en la segunda. Existe una tercera especie, Ae. geniculata, de espigas cortas y pequeñas, pero con 4-6 aristas en la bráctea que rodea cada espiguilla.   



Espigas secas y semillas de Aegilops triuncialis (arriba) y Ae. neglecta (abajo) recogidas por Claudio Rodríguez. © E. Laguna, 30.07.2012 

En el caso de las cebadas, los granos son más alargados y quedan encerrados en una cubierta difícil de separar, lo que a su vez motivó que ya desde tiempos antiguos se evitara su uso para producción de harinas, prefiriéndose el empleo para forraje y producción de malta para la fabricación de la cerveza.



Imágenes de las espigas y semillas de la cebada cultivada y de la cebadilla, donde puede apreciarse el parecido en la forma de los granos. © E. Laguna, 30.07.2012
  
Dentro de este grupo de cereales cultivados con espigas alargadas, es aún frecuente en el entorno belalcazareño el centeno (Secale cereale), conocido por su mayor resistencia a condiciones más extremas de frío y sequía. A diferencia de trigos y cebadas carece de parientes autóctonos, y cuantos se observan a veces aislados en las cunetas y márgenes de campos provienen del asilvestramiento de plantaciones anteriores en las mismas zonas.  



Plantas de centeno junto al camino de La Mata en Belalcázar (03.04.2010) y espiga y semillas de la misma especie (30.07.2012). © E. Laguna, 30.07.2012

2012/08/18

La calabaza de San Roque

Calabazas de San Roque de diversas razas cultivadas ©E. Laguna,05.2012

Estando en Belalcázar en plena feria y fiestas patronales dedicadas a San Roque, no hay más remedio que comentar algo de la famosa calabaza que le acompaña. San Roque nació en 1295 en la ciudad de Montpellier, la capital del Llenguadoc-Rosselló (actualmente Languedoc-Roussillon en francés), la más septentrional de las sedes reales de la antigua Cataluña medieval, parte a su vez de la Corona de Aragón. Perteneció a los reyes catalanes entre 1205 y 1349, en sus últimos años ya como parte del reino de Mallorca; el rey Jaime III de Mallorca la vendió a Francia, junto a gran parte del actual territorio catalanoparlante francés. Entre otros monspessulanos célebres, además de San Roque destaca Jaime I, rey de la corona aragonesa, que incorporó precisamente a ésta los actuales territorios de Valencia, Baleares y parte de las tierras más meridionales mañas y catalanas, en lucha contra los musulmanes. En la lengua catalano-occitana que hablaba San Roque, y que aún sigue hablando la gente mayor del territorio lingüístico de la Catalunya Nord (Narbona, Montpellier, etc.) el nombre de la planta se ha transmitido hasta nuestros días somo‘carabassera de Sant Roc’.

Imagen  de San Roque en una de las ‘novenas’ en las que se le muestra devoción en Belalcázar ©E. Laguna,08.2008

Ejemplares de diversas formas de la calabaza común (Cucurbita maxima), de origen americano ©E. Laguna, 10.2011

A San Roque se le representa con un bastón coronado por una calabaza, cual era tradición entre los peregrinos medievales, ya que viajo por gran parte de Italia difundiendo el culto católico y ayudando a la gente más necesitada. Esta calabaza no pertenece a las especies habitualmente cultivadas (género Cucurbita), ya que tales plantas provienen de América y su uso agrario se introdujo en Europa a partir del siglo XVI, incluyendo su empleo tradicional en confitería. De hecho los ‘dulces de calabaza’ que en algunas regiones españolas se atribuyen a tradiciones árabes propias de la dominación musulmana, entre los siglos VIII y XV, parecían  realizarse con una mezcla de calabaza de San Roque y cidra, que era a su vez la pulpa del fruto del cidro (Citrus medica), árbol parecido al naranjo pero de frutos mayores, amarillentos y más esféricos; curiosamente ahora llamamos ‘cidra’ a la pulpa de una de las especies americanas de calabazas, Cucurbita ficifolia, ya que su consistencia es bastante similar -aunque carece del sabor amargo del cítrico mencionado-.
Ejemplar de variedades cultivadas en Belalcázar de calabazas americanas; calabaza común (Cucurbita maxima, a la izquierda), y calabaza de cidra o de cabello de ángel (Cucurbita ficifolia, a la derecha) ©E. Laguna, 07.2007

Calabaza común (Cucurbita maxima) y de San Roque (Lagenaria siceraria) ©E. Laguna, 02.2011

La calabaza de San Roque corresponde a la especie Lagenaria siceraria, de origen africano tropical, cuyo uso se extendió ampliamente en las primeras civilizaciones alrededor del Mediterráneo por su capacidad para almacenar líquidos, usándose como cantimploras o simplemente como botellas. Esta calabaza es comestible y muy sabrosa, con textura algo mantecosa en verde, pero al madurar la pulpa se reseca totalmente quedando reducida a un amasijo de fibras entre las que quedan atrapadas las semillas, muy diferentes de las de las calabazas americanas; las de la Lagenaria son más cuadrangulares, acabadas en 1, 2 o 3 puntas agudas, y con un relieve en forma de U muy alargada que recorre parte de la cubierta.


Semillas de calabaza común (arriba) y de San Roque (abajo) ©E. Laguna.03.2010 y 02.2012

Existen multitud de razas de calabazas de San Roque. La más conocida en la península, sobre todo en los territorios fríos -donde no se podía cultivar la planta por ser sensible a las bajas temperaturas y al exceso de continentalidad-, es justo la que tiene la forma de cantimplora de los peregrinos medievales. Sin embargo, en la zona mediterránea litoral, donde el cultivo estuvo extendido presumibemente durante casi dos milenios, y aún se mantiene de modo muy residual para consumo doméstico y uso artesanal de las calabazas, la selección agrícola dio lugar a multitud de variedades locales. Podéis encontrar algunas variedades en:


Imágenes de algunas variedades de Lagenaria siceraria usadas como recipientes de líquidos. ©E. Laguna, 10.2011 y 05.2012

En castellano aún perviven algunos nombres antiguos para esta especie, como los de jícaro, bulo o porongo, en parte mantenidos ya sólo en Sudamérica, pero los más comunes son los de Calabaza de San Roque, Calabaza del peregrino y Calabaza vinatera -haciendo mención a su uso para almacenar vino en las casas o para su consumo en los viajes, a modo de las tradicionales ‘botas’-. En inglés, curiosamente, al ser la única calabaza precolombina por excelencia, es la planta con nombre más parecido al nuestro, ‘Calabash’, mientras las especies americanas reciben preferentemente los apelativos ‘pumpkin’ o ‘gourd’. No obstante en Estados Unidos, Australia, etc., al igual que en las antiguas colonias inglesas africanas, se denomina ‘Bottle Gourd’ -calabaza de botella- para referirse a su uso como vasija para líquidos, o ‘Butter Gourd’ por la consistencia mantecosa de su carne cuando el fruto es aún verde y comestible.


Calabazas de San Roque secándose sobre la mata anual trepadora de la planta, antes de proceder a su recolección, o ya recogidas en y almacenadas en secaderos específicos  ©E. Laguna, 02.2012 y 05.2012

La calabazas de San Roque han ido perdiendo su uso tradicional como recipientes para líquidos, pasando a ser sobre todo un objeto ornamental, frecuente en fincas turísticas rústicas. En algunas zonas, como la isla de Menorca, podéis encontrarlas como fuente de artesanía, como los que ha desarrollado la experta holandesa en arte con objetos vegetales Flora Ritman, que podéis ver en las ilustraciones anexas y en:   



Objetos decorativos, huchas y lámparas fabricados con calabazas de San Roque en el taller de Flora Ritman, en Es Molí de Baix, en el paraje del barranco de  S’Algendar (Ferreries, Menorca) ©E. Laguna, 05.2012

2012/08/16

Libro sobre cultivo de plantas amenazadas

Aunque está referido a las plantas amenazadas valencianas, el 'blogger' ha editado un libro en formato PDF que podéis consultar en la dirección


El libro describe las técnicas para la recolección, procesamiento y conservación de semillas, germinación y viverización de plantas singulares, aportando fichas sobre 60 especies, muchas de las cuales tienen su equivalentes o plantas de función y comportamiento similar en el resto de territorios mediterráneos ibéricos (por ejemplo las técnicas para germinar nuestras especies de altramuces silvestres en Los Pedroches son las mismas que las que allí se explican para el altramuz valenciano, que es justamente la especie que ilustra la portada de esta publicación). Feliz lectura, si tenéis un hueco para hojear/ojear el libro.

El aroma de la albahaca

Imagen de la Virgen de Consolación en su entrada en Belalcázar, llevando en su mano derecha el manojo de albahacas. © E. Laguna, 15.08.2012
  
Ayer 15 de agosto celebrábamos en Belalcázar la entrada de la Virgen de Consolación, que como sabéis porta en una de sus manos una rama de albahaca. Ya hemos hablado otras veces en el blog de las albahacas y no nos extenderemos por ello en explicaciones, concentrándonos sólo en algunos de sus usos y en el origen de su aroma. Os recordamos que las plantas tradicionalmente cultivadas en el pueblo corresponden a la variedad ‘Genovesa’ o de hoja pequeña de la especie Ocimum basilicum.

Ejemplar de albahaca arbórea cultivado en el huerto de la residencia de artistas La Fragua © E. Laguna, 12.08.2012

En ocasiones se cultiva la variedad de hojas mayores y brácteas florales purpúreas, que se hace leñosa en su base, y corresponde aparentemente a la albahaca santa o arbórea, más cultivada en el Mediterráneo Oriental,  Ocimum sanctum; el apelativo ‘arbórea’ responde al hecho de que, a diferencia de la otra especie, ésta puede vivir muchos años y alcanzar porte arborescente siempre que se mantenga bien protegida en interior en la época fría, ya que no soporta temperaturas intefrioes a 2 o 3ºC.  

Planta de albahaca común 'Genovesa' intercalada en los cultivos de un huerto belalcazareño, ejerciendo su función de control biológico ©E. Laguna, 13.08.2012
    
Las albahacas se han plantado tradicionalmente en los huertos belalcazareños, intercalándose entre el resto de cultivos, y cumpliendo así una doble función; de un lado facilitan los ramos de flores que se usan en las celebraciones religiosas estivales como la ya indicada, y de otro ejercen un papel insecticida relevante, que ha sido aprovechado por la agricultura biológica. No sólo ahuyentan los mosquitos, como es de conocimiento general, sino que a entender de muchos expertos actúan como trampa para los nematodos o gusanos del suelo -que causan abundantes enfermedades a muchas plantas cultivadas en sus partes subterráneas-, atrayéndolos en primera instancia pero intoxicándolos más tarde cuando consumen sus raíces.


Hojas de albahacas donde pueden apreciarse las glándulas, a modo de punteaduras © E. Laguna, 08.2006

El olor de las albahacas y gran parte de su toxicidad y de sus virtudes medicinales, residen  en la concentración de esencias; el aceite esencial se almacena en glándulas que pueden verse a simple vista, como pequeños puntos que recubren la mayoría de partes verdes de la planta, e incluso en menor densidad las corolas de las flores. En las hojas las glándulas están casi hundidas en la superficie, tanto en el haz como en el envés; en las corolas a veces son glándulas fijas sentadas, que con suficiente aumento pueden verse como pequeñas esferas dispuestas sobre el los pétalos. Cada especie del género tiene un reparto, densidad y tamaño diferente de estas glándulas, y por supuesto almacenan una concentración distinta de sustancias en sus aceites esenciales, que dan lugar a aromas propios de cada una de ellas.


Inflorescencias de Ocimum basiclicum (arriba) y de O. sanctum (abajo), con glándulas de aceites esenciales en los cálices © E. Laguna, 09.2008 y 09.2010.

2012/08/15

Recuerdos de Los Pedroches

Esos días tenemos en Belalcázar la exposición 'Los Pedroches en la retina', del Grupo de Desarrollo Rural Los Pedroches / Asociación Adroches, que prevé estar instalada en el ayuntamiento hasta el día 20 de agosto, y que incluye imágenes del pasado de nuestra comarca a través de numerosas fotografías antiguas. Ya sabéis que con motivo de la exposición se elaboró un libro, del que tenéis una versión electrónica consultable desde las páginas web de Solienses y Adroches. Las páginas con enlaces para el acceso al texto e ilustraciones del libro son  los siguientes:


http://www.adroches.org/nueva/index.php?option=com_content&view=article&id=408:los-pedroches-en-la-retina-ya-puede-consultarse&catid=2:ultimas-noticias&Itemid=19

2012/08/13

Presentación del libro de la flora pedrocheña

Ayer 12 de agosto se realizó en el salón de actos municipal de Belalcázar la presentación del libro ‘Flora vascular de Los Pedroches’, organizada por la Asociación ‘Amigos de Belalcázar Villa de Monumentos’ (ABVM) con la colaboración del Ayuntamiento de la localidad, que además de poner a disposición del acto el local, ofreció un vino de honor acompañado de un refrigerio al finalizar el acto.

Momento de la presentación del libro. De izquierda a derecha en la mesa: F. Casillas, C. Rodríguez (interviniendo en ese momento para hacer una presentación de los autores), G. Morillo, E. Laguna, A. Vigara y P. López Nieves. ©Pau Laguna, 08.2012

El salón  de actos estuvo repleto, con bastantes asistentes de pie al fondo, al superarse la capacidad prevista.  El acto estaba presidido por el alcalde de Belalcázar. D. Antonio Vigara Copé, y en representación  de la Asociación formaban parte de la mesa Dña. Gabriela Morillo y D. Feliciano Casillas, correspondiento a la primera hablar en nombre de la entidad.  Tras hablar el alcalde y la presidenta de la asociación, lo hicieron 3 de los autores presentes en el acto:  Claudio Rodríguez Rodríguez, Pedro López Nieves y quien os escribe desde el blog, Emilio Laguna Lumbreras. Al final del acto se vendieron ejemplares que había traído desde Pozoblanco el Dr. López Nieves, quien en su intervención explicó cómo se había gestado la redacción del texto. Dado que al tratarse de una edición municipal se carece de canales de distribución comercial, el alcalde Antonio Vigara expresó su interés por contactar desde el Ayuntamiento de Belalcázar  con el de Pozoblanco para adquirir ejemplares que luego pudieran venderse en los locales municipales. Para finalizar el acto se procedió a la firma de ejemplares por los autores.

La presidenta de la Asociación de Amigos de Belalcázar, Gabriela Morillo, y los socios de la entidad y coautores del libro Claudio Rodríguez y Emilio Laguna, al finalizar la presentación. ©Pau Laguna, 08.2012

Botánica y cultura en el monasterio de Santa Clara

Culantrillo de pozo (Adiantum capillus-veneris) ©E. Laguna, 01.2003

Aunque no hicimos foto por no estar permitida en esa zona del monasterio, aprovechamos la visita guiada y escenificada realizada ayer por la  Asociación ‘Amigos de Belalcázar Villa de Monumentos’ (ABVM) para comprobar el buen estado de los ejemplares de culantrillo (Adiantum capillus-veneris) que existen en el pozo del claustro principal. Como ya indicábamos en este blog hace años, el culantrillo es un helecho propio de rezumes calizos, cascadas de agua en torrentes de rocas calcáreas, etc., y su presencia en terreno pobres en cal como el Valle de los Pedroches es excepcional. Este pozo es uno de los escasos enclaves que parecen conocerse de la planta en todo el sector occidental del Valle, aunque dado lo peculiar de su hábitat es muy probable que esté distribuido en otros similares.

Gabriela Morillo, presidenta de la asociación  ABVM, dirigiendo la visita guiada al monasterio de Santa Clara de la Columna ©E. Laguna, 12.08.2003

Aprovechamos para felicitar a la asociación, y particularmente a Gabriela Morillo, que hizo de ‘cicerone’ en la visita al convento, a los actores que participaron en la escenificación de diversos momentos de la historia y personajes belalcazareños, y al equipo de apoyo que se encargó de las labores de tramoya e intendencia, básicas para el buen funcionamiento del evento.
Actores y actrices participantes en la representación de la visita guiada al monasterio ©E. Laguna, 12.08.2003

Al acabar la actividad inicialmente programada se continuó ésta con una visita al patio trasero e instalaciones anexos del convento, donde los asistentes pudieron comprobar la actividad que desarrolla la residencia de artistas La Fragua, así como el deficiente estado de conservación que el paso del tiempo y varios eventos meteorológicos desfavorables han  infringido al monumento en esa zona de la construcción; desde ABVM se ha reclamado ya en diversas ocasiones la intervención más rápida y efectiva posible, aunque desgraciadamente los recortes económicos de estos últimos años en todas las instancias culturales de las administraciones públicas no auguran una solución fácil.

Para finalizar se invitó a los asistentes a continuar la jornada cultural trasladándose a Belalcázar y  visitando la exposición de documentos condales existente en el Pósito municipal, de la que ya hemos dado cuenta en el blog.

Tejado de las naves del patio del convento de Santa Clara, donde se aprecia la grieta existente desde 2010-2011 en la junta de las techumbres, que amenazada con iniciar el hundimiento de los techos. ©E. Laguna, 12.08.2003

La goma arábiga belalcazareña


Cuando hace décadas hacía falta goma para pegar papeles u otros trabajos manuales en las escuelas, a falta de la diversidad de pegamentos que hoy podemos encontrar cabía recurrir a remedios caseros alternativos, entre los que el más popular era usar el exudado de los troncos de almendros, melocotoneros, ciruelos, etc. Ante las picaduras de insectos, y en especial la del gusano cabezudo (Capnodis tenebrionis), estas especie emiten una goma amarillenta que se solidifica como la resina de los pinos en contacto con el aire; bastaba con recoger suficiente cantidad y ponerla en agua para obtener un pegamento artesanal , cuya calidad y persistencia dependía en último término de la cantidad de agua, el tiempo de reposo, etc.

Goma exudante de un tronco de almendro, sangrando de una herida producida por gusano cabezudo.  ©E. Laguna, 11.2005
El sistema no era otro que el mismo empleado durante milenos con la goma arábiga, exudado similar que se recolecta en el Norte de África y el Suroeste de Asia de diversas especies del género Acacia; existen especies similares en Australia, donde los aborígenes también han utilizado tradicionalmente gomas parecidas. Por Belalcázar y otros pueblos de la comarca están plantados con fines ornamentale diversas especies de acacias, particularmente de las que poseen hoja fina, dividida en múltiples folíolos -mimosas y acacias similares-, que suelen tener cortezas oscuras y poco rugosas. La imagen que traemos al blog es del exudado de una de estas especies en la Plaza de la Constitución de Belalcázar. El pegamento que se obtiene en este caso es de calidad superior al que se fabricaba con su equivalente de árboles frutales, y suele poseer un color menos aparente, a lo sumo rosado en vez de amarillento.

Exudado de goma arábiga en un ejemplar de mimosa del género Acacia en la Plaza de la Constitución de Belalcázar ©E. Laguna, 08.2012

Renaciendo como el ave Fénix

La vegetación mediterránea está especialmente adaptada al paso del fuego, que constituye un elemento básico en el modelado y funcionalismo de nuestros ecosistemas. A falta de la acción humana, los incendios que provocan los rayos en las tormentas secas también serían frecuentes, quizá no tanto en número y periodicidad, aunque a cambio podrían alcanzar proporciones gigantescas, como de hecho ocurre en los escasos territorios del planeta que poseyendo clima mediterráneo han tenido una ocupación humana menos intensa, en diversas partes de California, Chile, Sudáfrica y Australia.

Ante el paso del fuego la mayoría de nuestros árboles y arbustos o bien germinan con relativa rapidez -incluso en muchos casos el fuego reblandece las cubiertas facilitanto que emerja más fácilmente la radícula- o bien  rebrotan activamente; en este último grupo abundan las especies del matorral y la ‘mancha’ mediterránea como las esparragueras silvestres, que apenas 2 o 3 días tras el paso del fuego ya empiezan a emitir muchas veces sus turiones, lo que denominamos espárragos. Excepcionalmente algunas especies tienen sus troncos protegidos por cubiertas aislantes como fibras y corchos y pueden rebrotar de copa, como hacen a menudo las palmeras y sobre todo el alcornoque.

Zona junto a la carretera A-420 quemada a principios de agosto de 2010; el límite del incendio a la derecha de la foto es la propia carretera. ©E. Laguna 08.08.2010

En estos años las imprudencias de conductores arrojando colillas mal apagadas desde los vehículos parecen haber sido la causa de varios fuegos junto a las carreteras que circundan Belalcázar. En uno de ellos, acaecidos a principios de agosto de 2010, algunos de los ejemplares de especies autoctonas que habían sido plantados en los trabajos de restauración ambiental del nuevo trazado de la carretera a Cabeza del Buey resultaron dañados. El fuego afectó sobre todo a diversos ejemplares de gayumbas y retamas, además de a los juncales y la vegetación de los barbechos y pastizales cercanos.

Ejemplar de gayumba (Spartium junceum) plantado en la restauración de la carretera Belalcázar hacia Cabeza del Buey, que no da muestras de rebrotes. ©E. Laguna, 01.08.2012

Las gayumbas (Spartium junceum), quizá autóctonas en otras zonas andaluzas pero aquí recluídas a su uso como especies plantadas de taludes y cunetas, no han rebrotado, y es probable que a lo sumo nazcan nuevas de semillas; no ocurre así con una de las especies más genuinas de nuestro paisaje nativo, la retama (Retama sphaerocarpa), que como podréis apreciar en la foto ha rebrotado con fuerza y en 2 o 3 años probablemente alcanzará la misma talla de la planta original.

Ejemplar de retama que ha rebrotado, dos años tras el incendio. ©E. Laguna, 01.08.2012

2012/08/11

Exposición de fotografías y documentos condales belalcazareños

Imagen de uno de los pergaminos reproducidos en la exposición a tamaño real. ©E. Laguna, 10.08.2012

La asociación ‘Amigos de Belalcázar’ abrió ayer la exposición sobre documentos del Condado de Belalcázar, que incluye copias autorizadas por el Archivo Histórico Nacional y la Biblioteca Nacional de documentos relativos a las posesiones de los Sotomayor y Zúñiga.

Exposición de fotografías con poemas. ©E. Laguna, 10.08.2012

La exposición está instalada en el pósito municipal de Belalcázar, y en ella pueden observarse también la de fotografías poemadas que ya se expusieron en 2011 por estas fechas, con fotografías de Luis Fernández Torrero y textos de Feliciano Casillas. Además, para quienes no pudieron asistir a la Fiesta de la Flores, en el suelo están 3 de los tapices florales elaborados desde la asociación para dicho evento. Quienes visiten la exposición tienen  a su vez la posibilidad de adquirir camisetas, llaveros, pins, carteles, etc. con motivos locales producidos o editados por la asociación.


Tapices del día delas flores, ahora expuestos en el Pósito. ©E. Laguna, 10.08.2012

Os recordamos que en los próximos días, en el Ayuntamiento de Belalcázar, se presentarán las exposiciones ‘Los Pedroches en la Retina’, del Grupo de Desarrollo Rural de Los Pedroches - Asociación Adroches, y la que en las últimas semanas se ha presentado por la Asociación Guadamatilla en otras poblaciones de la comarca sobre el Cernícalo Primilla -nuestro conocido ‘Chicha’ o ‘Juanito Chicha’, una de las aves más características del paisaje urbano belalcazareño-