2010/07/25

Hablando de reznos

Ejemplar hembra de garrapata del perro o rezno común (Rhipicephalus sanguineus). © E. Laguna, 19.06.2010.

‘Rezno’ es el nombre que habitualmente se ha venido dando en Los Pedroches y su entorno geográfico a las garrapatas, y en particular a la hembra de la garrapata común del perro (Rhipicephalus sanguineus). La tozudez del rezno cuando se intenta arrancar de la piel de los animales ha motivado que este mismo nombre se transfiera a los frutos de algunas plantas, y en particular los de las especies del género Xanthium. El origen geográfico concreto de las plantas de este género está aún por acabar de clarificar, pero todo apunta a que se trata de especies exóticas provinientes del continente americano que llegaron a Europa tempranamente, tras los primeros viajes que surcaron el Atlántico.

A pesar de su aspecto, las matas de los reznos pertenecen a la familia de las Asteráceas o Compuestas –de la que forman parte, entre otras, las margaritas, las lechugas o los cardos-, y se presentan en Belalcázar y su entorno a través de dos especies: 1) el ‘rezno’, sin mayores apelativos, con el que se nombran los frutos de Xanthium strumarium, y 2) el ‘diente de perro’, que se reserva para Xanthium spinosum.



Aspecto vegetativo (arriba, en Belalcázar, 11.08.2006) y de planta fructificada (abajo, 16.10.2005, Valencia) de Xanthium strumarium. © E. Laguna

Xanthium strumarium es una planta de hasta 60-70 cm, hojas anchas y color verde claro, que aparece sobre todo en las inmediaciones de arroyos, cunetas, etc. El fruto, verdoso en estado inmaduro, es relativamente grande, ovalado, y está íntegramente cubierto de largas espinas ganchudas, destacando a menudo dos espinas mayores en uno de los extremos; a su vez la parte media e inferior de las espinas está recubierta de aguijones o pelos rígidos más pequeños. En función del grado de divergencia de la dos espinas terminales del fruto se han reconocido diversas subespecies con las que no todos los expertos acaban de ponerse en común. Tratamos por tanto a la planta en sentido amplio, aun cuando la mayoría de poblaciones españolas se adjudican usualmente a la subsp. italicum, con la que parecen coincidir mejor las plantas belalcazareñas.

Macrofotografía de los 'reznos' o frutos de Xanthium strumarium. © E. Laguna, 17.12.2008, Catarroja (Valencia).

Xanthium spinosum es una mata más humilde, de hojas trilobuladas de color verde oscuro y nervios amarillentos muy marcados, con el tallo cubierto de largas espinas. Los frutos, mucho menores que en su pariente ya descrito, son de color marfileño, más pequeños y estrechos, y están cubiertos por espinas cortas. A diferencia de X. strumarium, es fácil de observar en los barbechos, bordes de caminos, o eriales con suelos arados y aún poco consolidados. No obstante, no es raro que las dos especies convivan en ribazos o terrenos algo húmedos.


Aspecto general (arriba) y extremo florido de un tallo (abajo) del 'diente de perro', Xanthium spinosum. © E. Laguna, Belalcázar, 03.07.2009 y 08.08.2008.

Los frutos de los Xanthium son un ejemplo típico de adaptación al transporte a larga distancia adhiriéndose al pelo y plumas de los animales (exozoocoria), y en el caso del hombre se lo hacen con la tela de los vestidos o el calzado.


Tallos con flor y frutos de Xanthium spinosum. © E. Laguna, Belalcázar, 22.07.2010 y 03.07.2009

Los ajos también son para el verano


Aspecto general (arriba) y detalle de la cabezuela floral (abajo) del ajo porro silvestre, Allium ampeloprassum. © E. Laguna, 17.07.2010 (Belalcázar) y 14.05.2009 (Valencia).

Acostumbrados al colorido de los ajos primaverales, olvidamos que algunas especies del mismo género botánico (Allium, al que también pertenecen el ajo cultivado y la cebolla) prefieren florecer entre finales de la primavera y principios del verano. El más conocido de ellos es sin duda el porro silvestre (Allium ampeloprasum subsp. ampeloprasum), cuyas cabezuelas de flores sobresalen a menudo por encima del manto amarillento de avenas local y otras hierbas secas de las cunetas y sembrados belalcazareños. Se trata de la especie de la que, por domesticación, se obtuvo hace siglos el puerro o ajo porro de huerta (Allium ampeloprasum subp. porrum).

En algunos enclaves de Los Pedroches encontramos además otros ajos silvestres tardíos bastante más raros, hasta el punto de concentrar aquí algunas de sus escasas poblaciones para toda Andalucía Occidental. Es el caso de Allium vineale (Ajo de viñas, Puerro de las viñas) y de A. guttatum subsp. sardoum (Ajillo de verano), de los que aportamos más abajo un par de imágenes recientemente tomadas cerca del Puente Pellejero, entre Belalcázar y El Viso, junto al río Guadamatilla. El primero, más temprano, estaba ya sin flores en julio de 2010, pero se distingue bien del resto de sus congéneres por la característica forma de sus bulbillos florales. La emisión de bulbillos en la inflorescencia no es rara en algunas especies de ajos silvestres, que complementan así -o incluso sustituyen casi por completo- la producción de semillas.

Allium vineale. Inmediaciones del Puente Pellejero por El Viso © E. Laguna, 22.07.2010

Allium guttatum subsp. sardoum, localizado cerca de la población de A. vineale de la foto anterior, pero ya en término de Belalcázar. © E. Laguna, 22.07.2010

Aprovechamos para recordar aquí a los vistosos ajos de primavera de los paisajes pedrocheños, como el ajo rosado (Allium roseum), abundante en ribazos y lindes de huertas, o al ajo morado (Allium sphaerocephalon), más propio de pastizales de montaña.

Allium roseum en Alcoy (Alicante) © E. Laguna, 20.05.2009.

Cabezuela floral de Allium sphaerocephalon, en Agres (Alicante). © E. Laguna, 23.06.2010

Nueva iluminación urbana en Belalcázar

Nuevas farolas del alumbrado urbano belalcazareño, con tecnología LED. © E. Laguna, 25.07.2010.

El Ayuntamiento de Belalcázar sustituye en estos días parte del alumbrado urbano, instalando nuevos focos LED que sustituyen a las antiguas farolas con bombillas tradicionales. Este nuevo tipo de alumbrado se considera beneficioso para la fauna urbana útil, ya que no desagrada a los visitantes habituales de estos entornos –p.ej., las salamanquesas-, al tiempo que la forma de las lámparas permite que proyecten una luz menos dispersa, generando menor contaminación lumínica nocturna.

La salamanquesa común en el núcleo urbano belalcazareño es la especie Tarentola mauritanica, también conocida como salamanquesa gris. Está ampliamente extendida en los territorios mediterráneos ibéricos. Tenéis información detallada sobre esta especie en la ficha del Atlas y Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España, en la siguiente dirección de internet:
http://www.mma.es/portal/secciones/biodiversidad/inventarios/inb/anfibios_reptiles/pdf/reptil_19.pdf

Salamanquesa común o gris (Tarentola mauritanica). © E. Laguna, 01.01.2007

Puede localizarse además en Belalcázar una segunda especie, la salamanquesa rosada (Hemidactylus turcicus), a menudo de menor tamaño y menos acostumbrada al hábitat urbano. A diferencia de la salamanquesa común el extremo de sus dedos no adquieren el aspecto de una ventosa elíptica o casi circular, sino de medio círculo (de ahí el nombre ‘Hemidactylus’ = medio dedo). Es una especie más difícil de observar, que frecuenta poor esta zona los paisajes rocosos con suelos arenoso. Tenéis información en la ficha dedicada a esta especie en el mismo Atlas ya citado
http://www.mma.es/portal/secciones/biodiversidad/inventarios/inb/anfibios_reptiles/pdf/reptil_14.pdf


Salamanquesa rosada o de dedos partidos (Hemidactylus turcicus). © E. Laguna, 05.04.2006.

También conviene visitar la siguiente página sobre hérpetos (reptiles y anfibios) andaluces, donde encontraréis interesantes ilustraciones que os ayudarán a identificar estas dos especies:
http://anfibios-reptiles-andalucia.org/

Próxima salida de senderismo nocturno

Salvo cambios de última hora, la noche del domingo 1 de agosto habrá una salida popular de senderismo nocturno similar a las que se han organizado en Belalcázar durante los últimos veranos. La zona elegida este año es el Cerro de la Atalaya, de 542 m de altitud, situado en la coordenada 38º 32' 28,26'' N, 5º 11' 21,89'' W (x= 309.186, y= 4.268.135, para el huso 30 del Datum Europeo de la cartografía UTM), a unos 4,5 km al SW del centro urbano de Belalcázar, y unos 1,8 km al E de Consolación. La Atalaya es el más alto de los cerros planos que se elevan por el Suroeste del término Belalcázar entre el camino de Consolación y el arroyo de La Patuda, área donde también se localizan otros oteros como el Cerro de los Álamos (511 m) y el de Los Hilillos (532 m).

Para quienes quieran tener una visión de esa zona a través de mapas y fotografías aéreas, aconsejamos como en casos anteriores la instalación del visor SIGPAC, visitando la página http://sigpac.mapa.es/fega/visor/ Navegar por los mapas usando el visor es cuestión de práctica, pero se adquiere fácilmente.

La planta de Santiago

Plantas de la Vara de Santiago (Senecio jacobaea) en Belalcázar (arriba, 11.08.2006) y en tierras gallegas (abajo, Folgoso do Caurel, Lugo, 10.07.2007). © E. Laguna

'Santiago' es uno de los pocos nombres compuestos de las lenguas latinas en los que se uno de los componentes no es otro nombre propio; 'Sant' hace referencia a la santidad del apóstol Yago o Iago (Santiago = San Yago). De las raíces de aquel 'Yago' derivaron otros en varias líneas: de un lado Iacob, Jacob, Iacobo o Jacobo, de donde hemos adoptado apelativos como 'Jacobeo' para referirnos a cuestiones relativas al apóstol Santiago; en paralelo se generaron otros nombres como Giacomo, Jacques, Jaume o Jaime. Siendo pocas las plantas que florecen en pleno verano, alguna tenía que heredar el nombre del santo Yago, y en el centro de la península Ibérica ese honor lo ostenta la Vara de Santiago, cuyo nombre científico en latín es Senecio jacobaea. Hablamos de una de las plantas más vistosas del árido verano belalcazareño, tiñendo con el amarillo de sus flores las vaguadas y linderos de los barbechos o las dehesas. Es una de las pocas especies que se atreven a retar con su verdor la dominancia de los colores apagados del secano, y alcanza su óptimo floral precisamente en estas fechas.

Aspecto general de la inflorescencia de Senecio jacobaea (arriba: Arroyo de la Tejera, Santa Eufemia, 08.08.2009) y vista de detalle de los capítulos florales (abajo: Belalcázar, 10.08.2008). © E. Laguna

2010/07/24

La doradilla se defiende del calor.

Ejemplares de doradilla (Ceterach officinarum) entre las lajas de pizarra del Puente Pellejero, que conecta las tierras de El Viso y Belalcázar sobre el río Guadamatilla. © E. Laguna, 22.07.2010

La doradilla (Ceterach officinarum = Asplenium ceterach) es una de las pocas especies de helechos que sobreviven a los áridos veranos de los roquedos belalcazareños. En el Norte de la península Ibérica pueden verse sus frondes extendidas incluso en los días más calurosos de agosto, favorecidos por el 'sirimiri' y la umbría permanente que proporcionan muros y roquedos; más al Sur, ni los mejores escondites le permiten huir de la sequedad ambiental, de la que se defienden revolviendo sus frondes, dejando ver las escamas y pelos de color dorado a cobrizo, que dan nombre a la planta.

Ejemplar de doradilla con las frondes extendidas, mostrando su aspecto habitual en invierno y primavera. © E. Laguna, 08.03.2006, Pina de Montalgrao, Castellón.

De nuevo en el tajo.

'Berenjenilla', fruto de la mandrágora (Mandragora autumnalis), cultivada por Claudio Rodríguez en Belalcázar. © E. Laguna, 03.04.2010

Tras varios meses de problemas técnicos con el blog y algún que otro achaque y exceso de faena del ‘blogger’ volvemos a la carga. Dicho sea de paso, ha transcurrido uno de los semestres más lluviosos de las últimas décadas, con todas sus consecuencias -buenas y malas- para el campo, incluyendo una más que florida primavera. Las dificultades informáticas han privado a nuestros lectores más adictos de unas cuantas imágenes y comentarios -incluso la alberca del Pilar de Belalcázar ha vuelto a teñirse de verde tras su discutida restauración meses atrás-; si no hay nuevos percances, en las próximas semanas intentaremos resarcir desde el blog la ausencia de mensajes de estos meses, atendiendo de paso a unas cuantas preguntas que se nos han ido planteando sobre la flora pedrocheña.

Grupo de manzanillas (Matricaria chamomilla) a la orilla del río Guadamatilla, cerca del puente Pellejero, en el límite de términos entre Belalcázar y Santa Eufemia. © E. Laguna, 05.04.2010

Masas de algas filamentosas -lo que solemos denominar 'ova'- en la alberca de la fuente de El Pilar de Belalcázar. La identificación de estas especies es compleja, y a menudo se enclavan por defecto en el género Cladophora © E. Laguna, 04.04.2010