2008/09/22

Enhorabuena a Damián Flores y familia

Floración de azafranes silvestres (Crocus spp.) en el sotobosque del Jardín Botánico de Cluj-Napoca (Rumanía). © Emilio Laguna, septiembre 2007

El más reconocido de los artistas belalcazareños, el pintor Damián Flores Llanos, acaba de ser padre; Cloe nació hace pocas semanas, y seguro que pronto empezará a sentir curiosidad por su entorno. Para ir alimentando esa curiosidad, le enviamos desde el blog una imagen de las bellas floraciones otoñales que protagonizan los azafranes silvestres, junto con un fuerte abrazo y nuestra enhorabuena a los padres.

Gastronomía botánica belalcazareña

Carmen Lumbreras, en el stand de platos belalcazareños de la I Muestra Gastronómica 'Condado de Belalcázar'. © Emilio Laguna, agosto 2008

La reciente muestra gastronómica celebrada el pasado mes de agosto en el ferial belalcazareño, permitió a más de un visitante percatarse del amplio elenco de platos populares, en la mayoría de los cuales las plantas son componente esencial, cuando no único. No todo es cochinillo y otras delicias rebosantes de colesterol, como suele criticar más de un turista. Por el contrario, los habitantes de Belalcázar saben bien que las verduras han sido y siguen siendo parte esencial de su cultura culinaria, representada entre otros por platos ancestrales como la boronía -antigua Al-Boronía de la tradición gastronómica arábigo-anadalusí-, confeccionada con berenjenas, una de las pocas especies del género Solanum no procedente de América. El cultivo de la berenjena se extendió por el Mediterráneo durante la época de dominación musulmana, arraigando en la cultura popular y dando lugar a numerosas variedades locales de esta planta, mantenidas hasta la actualidad.

Plato de boronía, expuesto durante la muestra gastronómica 'Condado de Belalcázar'. © Emilio Laguna, agosto 2008

Avanzan las plantas invasoras

Ejemplares naturalizados de catalpa (Catalpa bignonioides) y arce negundo (Acer negundo) en la Cuesta de Regiones. © Emilio Laguna, agosto 2008

Parece que antes o después muchas de nuestras plantas cultivadas están condenadas a escaparse, y con suerte (mala para nosotros, buena para ellas) infiltrarse en nuestros ecosistemas naturales. La mayoría de ellas no lo consiguen, aunque sí llegan a implantarse al menos en los entornos urbanos. Entre otros huéspedes recientes de nuestra flora, podéis ver imágenes de especies americanas como la catalpa o el arce negundo -asilvestrados de semilla a partir de pies arbóreos cercanos, presentes en la cuesta que sube hasta Regiones- o asiáticas como Melia azederach -más conocida por ser el árbol dominante desde hace décadas en el ajardinamiento del Paseo Corpus Barga-. Para muchos de estos nuevos jóvenes inquilinos convendría plantear un plan de erradicación, antes de que se decidan a avanzar más sobre nuestros ecosistemas; de paso podrían prevenirse los daños que suelen producir en el adoquinado y otras estructuras del paisaje urbano. Ni que decir tiene que sus parientes de más edad, que tanto han contribuido a embellecer el pueblo, merecen seguir siendo mantenidos y respetados.

Ejemplares de cinámono o lilo hindú (Melia azederach) a la entrada a Belalcáar por la carretera de Santa Eufemia. © Emilio Laguna, agosto 2008

2008/09/21

El interesante paisaje minero belalcazareño

Formaciones de escorias arenosas al pie de las minas de La Solana. © Emilio Laguna, agosto 2008

A principios de agosto, el profesor Federico García-Arévalo de Tena facilitó en el foro de Belalcázar Universal (ver http://www.belalcazar.org/foro-phorum/list.php?4963) llamativos datos sobre las concesiones mineras belalcazareñas desde el siglo XVI, probablemente desconocidos para la mayoría de los vecinos del pueblo. Acompañado del inclansable senderista y naturalista Claudio Rodríguez, y asesorados previamente por Federico García-Arévalo, el 'blogger' visitó en agosto la antigua mina de La Solana, de la que podéis ver algunas fotos.


Vista de la plataforma superior de las montañas de escoria. © Emilio Laguna, agosto 2008
Al interesantísimo conjunto arquitectónico -chimeneas y hornos, bocaminas, balsas de lavado del mineral, etc.-, que bien merecería un apoyo para su reconstrucción y puesta en valor cultural, hay que unir el sorprendente paisaje generado por las montañas de escorias arenosas, resultantes de moler durante siglos las rocas extraídas del subsuelo, a fin de obtener la galena y otros minerales ricos en metales. El material arenoso, poco consolidado, ha permitido la instalación de un sinfín de animales excavadores, desde zorros, tejones, abejarucos o conejos, hasta las humildes avispas zapadoras o mineras. La montaña de escorias horadadas de color grisáceo, contrasta con los cerros cercanos, y está surcada por multitud de cárcavas que también sirven de refugio a otras especies faunísticas. La escasa retención de agua, dada la textura netamente arenosa, impide la instalación de las plantas superiores, dando al lugar un atractivo aspecto desértico.

Restos de la arquitectura del paisaje minero de La Solana. © Emilio Laguna, agosto 2008

Las minas de La Solana se habrían explotado al menos desde época romana, existiendo opiniones que remontan su origen incluso a tiempos anteriores atribuyendo a los fenicios las primeras catas. Su explotación está abandonada desde finales del XIX y principios del siglo XX, aunque durante cierto tiempo se adjudicó el aprovechamiento de los restos de minerales que se acumulaban en las bocaminas y otras zonas cercanas a la explotación. La singularidad de este conjunto cultural y naturalístico bien merecerían la ención de las autoridades competentes.

Incrustaciones de galena en cuarcitas, procedentes de la mina de La Solana. © Emilio Laguna, agosto 2008

El 'Día de las Flores' deja poso.

Aunque parecía que eso de adornar las fachadas con macetas no iba con la mentalidad zorruna salvo rarísimas excepciones, la idea promovida desde hace años por la Asociación Amigos de Belalcázar Villa de Monumentos a iniciativa de José Cortés ha ido calando poco a poco, y aunque aún sea tímidamente va dejando poso. A los visitantes del pueblo les habrá sorprendido ver que en el verano de 2008 empezaban a abundar los balcones floridos. La principal especie elegida para el embellecimiento veraniego ha sido sin duda la petunia (Petunia x hybrida), la mayoría de cuyas variedades no paran de florecer desde junio hasta bien entrado septiembre.

Imágenes de varias ventanas y balconadas en casas de la 'Calle Larga' -c/Blas Infante- de Belalcázar. © Emilio Laguna, agosto 2008

Un verano más seco de lo esperado

El conocido Puente Pellejero, sobre un río Guadamatilla aún más seco que en los veranos más recientes. Conviene recordar de paso que el puente sigue esperando unas obras de afianzamiento y restauración que siguen sin llegar. © Emilio Laguna, agosto 2008.

El verano que se acaba da la sensación de no haber sido tan seco, quizá porque las temperaturas fueron algo más benévolas que otros años, y las lluvias primaverales llegaron de modo tardío, solapándose con las primeras calores estivales. Sin embargo, los ríos y pozos acusaron más el estiaje, quedando por debajo del nivel que venían mostrando en los años precedentes; muchas de las pozas fluviales de los arroyos belalcazareños acabaron ofreciendo un buen festín a las garzas, cigüeñas, galápagos y otras especies, que no dejaron pasar por alto la ingente cantidad de pececillos y cangrejos de río moribundos.


Embalse de Cogollarta o de Doña Rosa Montero, hacia el extremo oriental del término de Belalcázar. © Emilio Laguna, agosto 2008.

Como curiosidad, cabe destacar que las lluvias primaverales tardías favorecieron una segunda germinación de plantas primaverales, sobre todo cerca de los remansos y embalses; junto al de la presa de La Colada popdían apreciarse manzanillas, abreojos, amapolas, etc. Abajo podéis ver las fotos de dos de las variedades de botón azul -llamado en algunas regiones españolas 'té de monte', aunque carece de tradición como planta de infusión en nuestra zona-, conocida en términos botánicos como Jasione montana. Esta misma especie abunda en flor en los posíos y herbazales belalcazareños, pero... en el mes de abril o mayo¡¡¡ Da la casualidad de que en La Colada conviven dos variedades de la misma especie, tan diferentes entre sí que algunos botánicos prefieren considerarlas como subespecies diferentes.

Jasione montana var. montana (arriba) y var. gracilis (abajo), recolectados en agosto de 2008 en los márgenes del Embalse de La Colada. © Emilio Laguna

El sitio de la encina del Guadamatilla

La pequeña explanada a mano izquierda, junto al camino que accede desde el puente de la carretera Hinojosa-El Viso hacia la presa de La Colada, corresponde al sitio sobre el que erigía la conocida Encina del Puente del Guadamatilla, catalogada como árbol monumental. ©E. Laguna, agosto 2008.

Como algunos/as habréis seguido en estos meses, la Junta de Andalucía había hecho accesibles las fichas de árboles singulares andaluces, incluyendo la Encina del Puente sobre el Río Guadamatilla, cuyos datos podéis ver en http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/BIO/DOC/ARB_SING/PDFs/Arb_73.pdf
La ficha es la misma que aparece en el libro 'Árboles y Arboledas Singulares de Andalucía: Córdoba', editado en 2003 por la Junta. Tras el anuncio de que las fichas eran accesibles por internet, hecho desde el blog Solienses (http://solienses.blogspot.com/2008/04/rboles-singulares.html), enviamos un mensaje con nuestras sospechas de que el árbol faltaba de su sitio desde hacía un tiempo. El trabajo de Antonio Merino desde Solienses, unido al esfuerzo de diversos lectores y colaboradores de aquel blog, han permitido corroborar las sospechas; podéis seguir el relato del tema y las opiniones que ha despertado en los siguientes mensajes sucesivos de Solienses:
http://solienses.blogspot.com/2008/04/ser-la-misma.html
http://solienses.blogspot.com/2008/04/siguen-las-dudas.html
http://solienses.blogspot.com/2008/04/requiem-final.html
http://solienses.blogspot.com/2008/05/historia-de-una-encina-1.html
http://solienses.blogspot.com/2007/05/historia-de-una-encina-2.html
http://solienses.blogspot.com/2008/05/la-triste-historia.html
http://www.diariocordoba.com/noticias/noticia.asp?pkid=406032
La encina es la misma por la que se emitió ya una nota de protesta desde el grupo Guadamatilla en el boletín informativo nº 8 de Jaramago (http://pedroches.com/guadamatilla/guadamatilla/pdf/jaramagoprimertrimestre04.pdf)

En la foto que aportamos hoy al blog queda el inmenso vacío dejado por un árbol tan noble. De haberse conservado, apenas si podría verse el puente y el resto del paisaje que aparece en la imagen, a pesar de haberse tomado con un objetivo gran angular. No faltando sesudos en las administraciones, no sería raro que a alguno se le ocurra erigir en el mismo sitio un monumento a las encinas de Los Pedroches -eso sí, quizá bastaría una cruz como en los cementerios-.