2007/04/19

Criadillas de tierra

Criadillas blanca (Terfezia arenaria, arriba) y roja (T. leptoderma, abajo)
Foto: E. Laguna, Abril 2007
Como ya anunciamos en el blog, empezó hace algún tiempo la época de las criadillas. Este año las condiciones de lluvia y temperatura auguran una cosecha aceptable para los turmeros belalcazareños, ahora que se acerca la romería. En estos días hemos visto fructificando las dos especies principales de criadillas locales, la 'blanca' (Terfezia arenaria = T. leonis), de piel rugosa y propia de los suelos más arenosos y la 'roja' (Terfezia leptoderma), de piel pardo-oscura y y algo más fina, que aunque convive con la anterior abunda más cuando aumenta algo la cantidad de arcilla del suelo. Ambas crecen sobre todo en las raíces de la hierba de las criadillas o hierba turmera (Tuberaria guttata = X. guttata), que tan pronto tiene los pétalos maculados con una amplia mancha morada en la base, como inmaculados, de color netamente amarillento.

Terfezia leptoderma desenterrada junto a la hierba turmera, Tuberaria guttata
Foto: E. Laguna, Abril 2007

Pedos de lobo primaverales

Los hongos conocidos como 'pedos de lobo' corresponden mayoritariamente al género Lycoperdon y en Belalcázar salen sobre todo en otoño e invierno. No obstante, los más abundantes aparecen en primavera y reciben el mismo nombre, aunque son de 'piel' (exoperidio) más blanca y corresponden a un género distinto. Se trata de la especie denominada Bovista plumbea, que según algunos expertos es realmente un agregado de varias especies menores. El cuerpo fructífero ('hongo' o 'seta') suele tener 2-4 cm. El exoperidio es liso en la mayoría de ejemplares, pero se vuelve algo rugoso en la madurez (ver foto superior); a menudo es fácil de desprendar, dejando ver una segunda piel, el verdadero peridio (tejido que rodea la gleba o 'carne'), más brillante y elástico, inicialmente blanco pero deviniendo de color plomizo al contacto con el aire (de ahí el nombre 'plumbea', de aspecto de plomo). Según nos indica Claudio Rodríguez hay gente que los consumen en Belalcázar, siempre en pequeña cantidad. No es una seta tóxica, pero se considera de baja calidad culinaria. Hay que coger los ejemplares más jóvenes, desprender el exoperidio y si es posible también el peridio; la gleba, asada o sofrita, tiene sabor suave y algo insípido, y una textura peculiar, parecida a la de un yogourth denso.


Fotos: E. Laguna, Abril 2007

2007/04/16

Excursión a la Estación de Belalcázar

Junta de los Ríos Guadamatilla y Zújar, 07/04/2007, foto E. Laguna

Conforme a lo programado, aunque tomando decisiones a última hora -la noche anterior cayó una buena tormenta, y a la hora prevista de reunión todavía estaba lloviendo-, se desarrolló por fin la excursión de la Junta de los Ríos (Belalcázar) a la Estación de Belalcázar (El Viso de los Pedroches). Lo normal hubiera sido anularla como ya hubo que hacer hace algunos años, pero los asistentes -finalmente 5, todo un éxito a la vista de la climatología en extremo desfavorable- decidieron emprenderla aunque cayeran rayos y centellas; de ellos, 2 venían desde Pozoblanco, incluyendo al profesor Antonio M. Cabrera Calero, experto en Geología y profesor de IES 'Ricardo Delgado Vizcaíno', que unió sus explicaciones a las de los dos 'cicerone' de la Asociación Amigos de Belalcázar Villa de Monumentos (Emilio Laguna y Claudio Rodríguez). El recorrido, de 4,5 km, se hizo en cerca de 4 horas, lo que da fe de las numerosas paradas para observación, explicación e interpretación del paisaje y sus elementos de fauna, flora y vestigios históricos y etnológicos. Entre otros elementos, se examinaron vestigios de chozos y de las antiguas catas mineras de carbones, con interesantes fósiles de graptolitos.

Graptolitos sobre carbones en cata minera cercana al paraje de la Estación de Belalcázar, 07/04/2007, foto E. Laguna



El prof. Antonio M. Cabrera Calero, examinando la vegetación herbácea en el recorrido realizado. 07/04/2007, foto E. Laguna
Entre otras especies botánicas de interés destacó la interesante representación de 'mancha' o maquia mediterránea de la comunidad Pyro bourgeani-Quercetum rotundifoliae, dominada localmente por la encina (Quercus rotundifolia), el acebuche (Olea europaea subsp. sylvestris) y el lentisco (Pistacia lentiscus) con plantas termófilas como la olivilla (Teucrium fruticans), el jazmín silvestre (Jasminum fruticans), la esparraguilla (Tamus communis) o el mirto (Myrtus communis), a los que cabe unir la presencia puntual de la coscoja (Quercus coccifera). No obstante, lo que más llamó la atención fue la particular concentración de orquídeas silvestres, como los zapatitos de la Virgen (Ophrys tenthredinifera), las espuelillas (Orchis champagneuxii), y especialmente la llamativa orquídea mariposa (Orchis papilionacea subsp. grandiflora), que posee en la zona una interesante colonia con varias docenas de ejemplares.

Orchis papilionacea subsp. grandiflora. 07/04/2007, foto: E. Laguna
Esperamos que la climatología permita realizar en 2008 una excursión aún más apasionante. Entre tanto, iremos colgando en el 'blog' noptas sobre algunas de las especies que han ido llenando los campos belalcazareños y de pueblos cercanos durente la primavera.

2007/04/01

Descanso corto del blog

En las próximas dos semanas el 'blogger' se toma unas minivacaciones, por lo que dejaremos de publicar noticias y comentarios por unos días.
Os recuerdo que el 7 de abril. Sábado Santo, hay excursión naturalística por las vegas del Zújar, desde la Junta de los Ríos en Vega Marco hasta la Estación de Belalcázar. Hay que llevar calzado adecuado para monte, y a los aficionados a pegar un bocado a media mañana se les aconseja llevar el bocadillo (cuando no algo más consistente).

Los espejuelos ya están en flor

Lo que tenéis en la foto son flores de las orquídeas conocidas en Belalcázar como 'espejuelos', 'abejuelas' o 'abejitas' (Ophrys speculum) . La planta de la fotografía, que empezó a florecer hace pocos días en Valencia, proviene de tubérculos recolectados en las caleras belalcazareñas hace varios años.
Las orquídeas del género Ophrys imitan con su aspecto a diversas especies de abejas, hasta el punto de atraer a los machos de tales especies, que intentan fecundarlos, ayudando involuntariamente a transmitir el polen de unas flores a otras. Algunos expertos opinan que incluso el imperceptible aroma y la textura de los pelos del labelo (tépalo central o principal, que en este caso tiene un dibujo metálico o 'espéculo') imitan los equivalentes de las hembras de esas mismas especies de abejas.
Nuestras abejuelas más tempranas son O. tenthredinifera (de flor rosada) y O. speculum (parda con espéculo azulado metálico), sin poder descartar que existan otras especies de primor aún no localizadas en tierras belalcazareñas pero sí en la cercana provincia de Badajoz, como O. lupercalis. La mayoría de especies de este grupo tienen apentencias por suelos de pH básico, por lo que en Belalcázar son más fáciles de observar en los afloramientos de calizas, donde se instalaban las antiguas caleras.