Estos días empiezan a florecer los candilitos de roca, Arisarum simorrhinum, frecuentes en Belalcázar sobre todo al pie de las cuarcitas y en las grandes grietas de los pedroches o berroques de granito, sobre todo en las caras umbrosas. Lo que semeja ser la flor es en realidad una inflorescencia completa que contiene en su interior diminutas flores masculinas y femeninas, envueltas por una espata u hoja transformada que es lo que tiene aspecto de candil. Esta planta tiene la particularidad de florecer tanto en otoño como en primavera, dependiendo de las condiciones climáticas de cada temporada; en los años de otoños no demasiado fríos, como el actual, lo normal es que la mayoría de ejemplares florezca justamente ahora, hacia el mes de noviembre.
Arisarum simorrhinum, floreciendo en Valencia a partir de rizomas recolectados en Belalcázar.
Los Arisarum son plantas rizomatosas cuyas partes aéreas desaparecen en la época más desfavorable del año, sobre todo en el verano -y a veces también en el invierno cuando hace excesivo frío-, rebrotando nuevamente a partir de sus tubérculos alargados. Aunque entre las aráceas hay especies de partes subterráneas comestibles, las nativas de la península no lo son en absoluto. Las plantas de Belalcázar, con pedúnculos de las inflorescencias usualmente tan largos como los pecíolos o cabillos de las hojas, corresponden a la variedad subexertum, que es aparentemente la más frecuente en toda Sierra Morena.