Acaba de empezar la primavera oficial, pero la real comenzó hace ya varias semanas, en un año en el que todo parece estar adelantado (empezando por la Semana Santa, recién acabada). Según indicaba al blog Claudio Rodríguez hace un par de semanas, ya empezaban a florecer las primeras amapolas, casi un mes antes de lo habitual.
Jara pringosa (Cistus ladanifer) de origen belalcazareño, cultivada en Valencia, floreciendo en febrero de 2008. © E. Laguna
Las plantas belalcazareñas, cultivadas a nivel del mar en Valencia, están en flor mucho antes todavía. La jara común o pringosa empezaba a hacerlo e mediados de febrero, y la orquídea abejera o zapatito de la Virgen apenas empezar marzo. Carlos Mª Cabrera nos envía desde Pozoblanco fotos de una excursión reciente al sur de la provincia de Córdoba, entre la que hemos escogido la que veréis más abajo, una planta familiar para los zorrunos acostumbrados a salir al campo; se trata del lirio silvestre o de hoja plana, que coloniza normalmente las caleras o afloramientos de rocas calizas, como los que aparecen en diversos enclaves del monte Malagón, La Caleruela, etc. La lástima para las sementeras belalcazareñas es la poca lluvia caída en el invierno, aunque a cambio es fácil que los campos se cubran de flores hasta la saciedad, sin pastos altos que compitan con las manzanillas, salvadillos, argamulas, etc. Obviamente tampoco habrá que esperar muchas criadillas, salvo que caiga agua en abundancia en estos días.