2009/04/25

Una primavera demasiado seca

El año 2009 nos ha deparado una primavera más seca de lo que se esperaba, sobre todo teniendo en cuenta que empezó con buenas expectativas de lluvias; sin embargo, marzo apenas si registró precipitaciones, lo que con suerte quizá se compense con las que vienen cayendo en abril. El resultado es que las sementeras se están secando antes de lo previsto -en algunos casos ya empezadas a granar, como consecuencia de los períodos cortos de calor que se han registrado en estos dos últimos meses-; de paso, los posíos y otros tipos de pastizales han preferido esconder gran parte de su belleza multicolor de otros años, en espera del agua de mayo.

Abulagares, dominados por el color amarillo de la floración de la abulaga (Genista hirsuta subsp. hirsuta) y el morado del cantueso chico o 'conejitos' (Lavandula stoechas subsp. sampaiana) en los pizarrales Zarzalejo (Belalcázar). ©E. Laguna, 15.04.2009

Sin embargo, la sequía que tanto desluce los pastizales suele sentarle bien a muchas plantas del matorral y el sotobosque, y estos días los pizarrales belalcazareños lucían un incipiente manto de flores dominado especialmente por las abulagas (Genista hirsuta) y los cantuesos (Lavandula stoechas). Subiendo a enclaves más serranos de la comarca, donde las umbrías han conservado algo más la humedad del suelo, la primavera ha rendido una excelente población de plantas bulbosas (tulipanes, orquídeas, etc.), premiando a los senderistas con imágenes como la de la flor de la peonía o rosa de té (Paeonia broteroi), bella especie endémica de las sierras del sur de la Península Ibérica.



Flor de la peonía bética (Paeonia broteroi), en el Puerto de Chimorra (Pozoblanco). ©E. Laguna, 13.04.2009