2010/07/24

La doradilla se defiende del calor.

Ejemplares de doradilla (Ceterach officinarum) entre las lajas de pizarra del Puente Pellejero, que conecta las tierras de El Viso y Belalcázar sobre el río Guadamatilla. © E. Laguna, 22.07.2010

La doradilla (Ceterach officinarum = Asplenium ceterach) es una de las pocas especies de helechos que sobreviven a los áridos veranos de los roquedos belalcazareños. En el Norte de la península Ibérica pueden verse sus frondes extendidas incluso en los días más calurosos de agosto, favorecidos por el 'sirimiri' y la umbría permanente que proporcionan muros y roquedos; más al Sur, ni los mejores escondites le permiten huir de la sequedad ambiental, de la que se defienden revolviendo sus frondes, dejando ver las escamas y pelos de color dorado a cobrizo, que dan nombre a la planta.

Ejemplar de doradilla con las frondes extendidas, mostrando su aspecto habitual en invierno y primavera. © E. Laguna, 08.03.2006, Pina de Montalgrao, Castellón.