Plantas de la Vara de Santiago (Senecio jacobaea) en Belalcázar (arriba, 11.08.2006) y en tierras gallegas (abajo, Folgoso do Caurel, Lugo, 10.07.2007). © E. Laguna
'Santiago' es uno de los pocos nombres compuestos de las lenguas latinas en los que se uno de los componentes no es otro nombre propio; 'Sant' hace referencia a la santidad del apóstol Yago o Iago (Santiago = San Yago). De las raíces de aquel 'Yago' derivaron otros en varias líneas: de un lado Iacob, Jacob, Iacobo o Jacobo, de donde hemos adoptado apelativos como 'Jacobeo' para referirnos a cuestiones relativas al apóstol Santiago; en paralelo se generaron otros nombres como Giacomo, Jacques, Jaume o Jaime. Siendo pocas las plantas que florecen en pleno verano, alguna tenía que heredar el nombre del santo Yago, y en el centro de la península Ibérica ese honor lo ostenta la Vara de Santiago, cuyo nombre científico en latín es Senecio jacobaea. Hablamos de una de las plantas más vistosas del árido verano belalcazareño, tiñendo con el amarillo de sus flores las vaguadas y linderos de los barbechos o las dehesas. Es una de las pocas especies que se atreven a retar con su verdor la dominancia de los colores apagados del secano, y alcanza su óptimo floral precisamente en estas fechas.