2016/06/27

Plantas sanjuaneras (2)

Inflorescencia de Hypericum perforatum, 'árnica' en Belalcázar.

Otra especie de floración por San Juan -aunque empezando bastante antes en zonas cálidas- es el perico, hipérico o varita de San Juan (Hypericum perforatum), que en Belalcázar recibe a menudo el nombre de 'árnica'. No debe confundirse con la genuina árnica (Arnica montana) propia de climas norteños y de alta montaña -ausente en la España mediterránea-, que posee una merecida fama de planta con propiedades analgésicas, usándose como calmante para todo tipo de dolores en muchas partes de Europa. 

Plantas en floración de la falsa árnica (Inula montana), ausente en Los Pedroches y comarcas próximas.

Tampoco ha de confundirse nuestra especie con la falsa árnica (Inula montana), más frecuente en zonas de montaña caliza de clima mediterráneo, que no se conoce  por Belalcázar o su entorno; sí que se ha localizado en las altas montañas calizas del sur de la provincia de Córdoba, en la Serranía Subbética, creciendo en prados y en el sotobosque de encinares y pinares. Nuestro Hypericum perforatum crece a cambio en cunetas, márgenes de cultivos y a menudo en el entorno de fuentes y arroyos, ya que es planta algo exigente en humedad. Es relativamente fácil de observar, aunque escasea en los años de primaveras secas.


Extremo de la rama floral de Hypericum perforatum. Los puntos negros que aparecen dispersos en el tallo, las hojas y las flores, son las glándulas que contienen los aceites esenciales.

A pesar de lo anterior, la árnica belalcazareña no está exenta de virtudes -incluidas algunas de las propias de la Arnica montana-, y se ha recolectado tradicionalmente para usarla como curativa, cicatrizante y calmante para las heridas externas. La forma más habitual de empleo es el macerado de las ramas florales en aceite de oliva, que transfieren a éste un bello tono rojizo. La planta está cubierta de pequeñas glándulas esféricas oscuras, bien visibles a simple vista en el borde de los pétalos, sépalos y hojas, que acumulan diversos compuestos y aceites esenciales propios.


Macerado de hipérico en aceite, ya filtrado, que se usa en muchas zonas de España como cicatrizante y para acelerar la curación de contusiones, pequeñas heridas, etc.

La capacidad del hipérico para curar heridas hizo que en otros tiempos el macerado de sus flores y hojas se usara especialmente en las contiendas militares, por lo que entre otros nombres dados en diversas zonas de España recibe apelativos como 'hierba del soldado' o 'hierba militar'. De modo más reciente, se ha extendido su empleo en fitoterapia por sus propiedades para el tratamiento de las depresiones leves, y como analgésico en el tratamiento de algunos dolores crónicos.