2008/09/21

El interesante paisaje minero belalcazareño

Formaciones de escorias arenosas al pie de las minas de La Solana. © Emilio Laguna, agosto 2008

A principios de agosto, el profesor Federico García-Arévalo de Tena facilitó en el foro de Belalcázar Universal (ver http://www.belalcazar.org/foro-phorum/list.php?4963) llamativos datos sobre las concesiones mineras belalcazareñas desde el siglo XVI, probablemente desconocidos para la mayoría de los vecinos del pueblo. Acompañado del inclansable senderista y naturalista Claudio Rodríguez, y asesorados previamente por Federico García-Arévalo, el 'blogger' visitó en agosto la antigua mina de La Solana, de la que podéis ver algunas fotos.


Vista de la plataforma superior de las montañas de escoria. © Emilio Laguna, agosto 2008
Al interesantísimo conjunto arquitectónico -chimeneas y hornos, bocaminas, balsas de lavado del mineral, etc.-, que bien merecería un apoyo para su reconstrucción y puesta en valor cultural, hay que unir el sorprendente paisaje generado por las montañas de escorias arenosas, resultantes de moler durante siglos las rocas extraídas del subsuelo, a fin de obtener la galena y otros minerales ricos en metales. El material arenoso, poco consolidado, ha permitido la instalación de un sinfín de animales excavadores, desde zorros, tejones, abejarucos o conejos, hasta las humildes avispas zapadoras o mineras. La montaña de escorias horadadas de color grisáceo, contrasta con los cerros cercanos, y está surcada por multitud de cárcavas que también sirven de refugio a otras especies faunísticas. La escasa retención de agua, dada la textura netamente arenosa, impide la instalación de las plantas superiores, dando al lugar un atractivo aspecto desértico.

Restos de la arquitectura del paisaje minero de La Solana. © Emilio Laguna, agosto 2008

Las minas de La Solana se habrían explotado al menos desde época romana, existiendo opiniones que remontan su origen incluso a tiempos anteriores atribuyendo a los fenicios las primeras catas. Su explotación está abandonada desde finales del XIX y principios del siglo XX, aunque durante cierto tiempo se adjudicó el aprovechamiento de los restos de minerales que se acumulaban en las bocaminas y otras zonas cercanas a la explotación. La singularidad de este conjunto cultural y naturalístico bien merecerían la ención de las autoridades competentes.

Incrustaciones de galena en cuarcitas, procedentes de la mina de La Solana. © Emilio Laguna, agosto 2008