2011/05/13

El ajo negro ni es negro ni huele a ajo

Allium nigrum, en campos de cereal junto al camino de La Mata en Belalcázar. © E. Laguna, 23.04.2011

Entre las plantas fieles a las sementeras, que raramente se ven fuera de éstas o de sus lindes, está una bulbosa denominada ‘ajo negro’ en la mayoría de diccionarios de nombres populares, aunque dicho término parece derivar de una mera adaptación de su nombre científico, Allium nigrum. Como otros casos parecidos es probable que la difusión de ese nombre se hiciera en el pasado a través de apotecarios (o sea, boticarios), médicos u otros estudiosos de las plantas y sus utilidades. Aunque escasea por Belalcázar -de hecho ni siquiera está citada para el norte de Córdoba en los principales catálogos de referencia sobre nuestras plantas superiores-, este año hemos podido localizar algunos ejemplares en los campos de trigo y centeno que bordean el camino de La Mata.

Inflorescencia de Allium nigrum. © E. Laguna, Belalcázar, 23.04.2011

Las flores del ajo negro no son realmente negras sino violáceas o rosado-azuladas, y se reúnen en gran número en cabezuelas con forma de copa. La estructura de las flores es parecida a las del restos de especies del género Allium, lo que justifica su inclusión en dicho grupo; sin embargo, y a diferencia de casi todos sus congéneres, las partes aéreas y subterráneas de la planta no despiden el característico aroma de los ajos. De hecho se trata del único representante en nuestras tierras del subgénero Melanocrommyum, muy raro en la Europa Occidental, y es muy probable que como en el caso de otras plantas mesegueras -o sea, propias de los sembrados cerealistas- se trate realmente de un arqueófito, una planta inicialmente no nativa de nuestra flora, pero que llegó en tiempos antiguos, en el marco de la expansión de los cultivos a los que se asocia. En la mayoría de tratados botánicos, muchos de nuestros arqueófitos cerealistas están prácticamente considerados como plantas autóctonas, ya que su extensión hasta el Mediterráneo Occidental pudo durar miles de años, y realizarse involuntariamente por el ser humano.

Macrofotografía de flores de un ejemplar belalcazareño de Allium nigrum © E. Laguna, 24.04.2011