2012/01/08

Se acaba la Navidad .... y sus plantas (3)



Panas de corcho de alcornoque (Quercus suber), descorchadas en la sierra de Cabeza del Buey.  © E. Laguna, 08.2011

Más humildes que las especies ya descritas en los mensajes anteriores, pero ligadas a nuestras tradiciones navideñas del montaje de belenes, hay un par de especies autóctonas que merecen reseñarse, y que a diferencia de aquellas crecen en muchas zonas de Los Pedroches. Una de ellas es el alcornoque (Quercus suber), cuyas panas de corcho han sido elemento indispensable de las propias cabañas del belén y a menudo también del cauce de los riachuelos allí representados. El corcho se extrae periódicamente de la corteza del alcornoque, que vuelve a generar panas similares en ciclos relativamente largos, a menudo de 12-15 años.

Tronco de alcornoque aún sin descrochar. © E. Laguna, 12.2011, Benicàssim (Castellón).


Piña de Pinus pinaster. A menudo estas piñas superan los 15 cm de longitud. © E. Laguna, 11.2006, Teresa de Cofrentes (Valencia)

La otra especie pedrocheña frecuente en los adornos navideños es el pino rodeno, Pinus pinaster, cuyas grandes piñas no solían faltar en los belenes caseros. A falta de estos elementos se colocaban en ocasiones las piñas del pino piñonero (Pinus pinea) o las de otras especies del mismo género.


Rama de abeto europeo (Abies alba)- © E. Laguna, 04.1997, Col de Vergio, Córcega (Francia)

Por supuesto, y cada vez con más empuje, el campeón de los adornos de estasa fiestas es el árbol de Navidad, para el que en muchos hogares siguen utilizándose ejemplares naturales de diversas especies de coníferas, y en particular del abeto común europeo (Abies alba). A veces lo que se vende son simples ramas, destinadas a arrugarse y morir en pocos días; pero otras son ejemplares completos, que por desgracia en nuestro clima tienen escaso futuro, salvo que puedan plantarse en sitios algo sombríos y con riego asegurado. Aunque no sea del gusto del ‘blogger’ aconsejar tener plantas de plástico,  el caso de los árboles navideños merece una excepción –salvo que, con suerte, encontréis árboles artificiales de restos de maderas, papel u otros  materiales biodegradables. Hablando de abetos, conviene recordar que una de las especies de este género es endémica (exclusiva) de Andalucía; se trata del pinsapo (Abies pinsapo) árbol protegido nativo de las altas serranías malagueñas y gaditanas,  que puede encontrarse a veces comercializado en viveros, siempre a través  plantas propagadas de semilla, sin afectar a las poblaciones naturales de la especie.

Ejemplar ornamental de abeto (Abies alba). © E. Laguna, 09.2010, Valencia