El invierno 2019-2020 ha sido más suave
de lo esperado, sin apenas heladas hasta finales de diciembre. El resultado es
que muchas de las especies que florecen a mediados del otoño o desde principios
de la primavera se han podido ver excepcionalmente en flor en pleno mes de
diciembre. Hay que excluir, obviamente, a las que sí que florecen regularmente en esta época, como ocurre con el madroño, que sirvió para ilustrar la felicitación del blog para este nuevo año.
Candilitos (Arisarum simorrhinum) en flor, a finales de diciembre de 2019 cerca del río Guadamatilla (Belalcázar)
Entre las especies que hemos podido ver
en estos días por Belalcázar están los candilitos, Arisarum simorrhinum, frecuentes en grietas de roquedos y también
en pedrizas y suelos pedregosos. Adjuntamos una imagen tomada a finales de
diciembre de 2019 en el Monte Malagón, sobre suelos ricos en afloramientos de
pizarras.
Ejemplar en flor de jaramago de la especie Diplotaxis catholica, en flor en el monte Malagón (Belalcázar) a inicios de enero de 2020
Otra especie vista en flor en estos días
ha sido uno de nuestros jaramagos, Diplotaxis
catholica. Es el jaramago más abundante de los posíos y resulta frecuente
en las cunetas de los caminos. En este caso, los ejemplares observados
presentaban normalmente menos desarrollo que en su floración óptima, que se
presentará ya en la primavera de 2020.