2020/01/19

Tiempo de los ajos porros

Ejemplares de porros silvestres, con las flores ya secas y dispersando semillas. Belalcázar, 07.2010.

Nuestros ajos porros pertenecen al grupo de la especie Allium ampeloprasum. Digo grupo, porque actualmente se está revisando este conjunto de plantas, que antes se consideraba como una sola especie, pero que puede contener 3 o 4 en España. Se la considera el antepasado silvestre del puerro cultivado, al que normalmente se adjudica el carácter de subespecie: A. ampeloprasum subsp. porrum. En Belalcázar, como en otras muchas zonas de la península ibérica, se tiene la tradición de recolectarlos directamente en el campo, donde suelen crecer en cunetas, márgenes de campos y terrenos baldíos.


Manojo de ajos porros recién cogidos en campo en pleno invierno, cuando están más tiernos. En fase temprana, los bulbos aún no han formado bulbillos, que empiezan a aparecer más tarde, ya en plena primavera. Belalcázar, 12.2019.

Conoceréis con seguridad su aspecto en verano, cuando la planta florece formando una esfera de pequeñas flores -a veces ligeramente aromáticas-. Pero para quienes buscan la planta para comerla como verdura silvestre, este ajo tiene escasa competencia, ya que es el más grande de los que viven por aquí. Su aspecto puede recordar al de las matas de cebollas, pero con hojas menos crasas y partes bajas de las hojas más angulosas, siendo además de marcado color verde-azulado. 


 
Aspecto de un ejemplar adulto ya seco de ajo porro. A la derecha, cabezuela de flores secas dispersando ya las semillas. Belalcázar, 08.2011 y 08.2013.

Aunque acostumbremos a imaginarlos en el secano, los porros son plantas amantes de los suelos frescos. En hábitats más naturales aparecen sobre todo cerca de arroyos y o de sitios donde el agua se retiene, aunque sin llegar a vivir en las zonas más encharcadas. A finales de primavera o principios del verano, el tallo de los ejemplares de más edad, emite en su extremo una vaina a modo de  capucha, que se abre mostrando una cabezuela esférica de flores de color muy variable, desde el blanco o verde claro hasta el rosado o morado.  


Inflorescencia con flores ya fecundadas del ajo porro, empezando a formar los frutos. Belalcázar, 07.2010.

Los ajos porros se reproducen de semilla, aunque quizá con poco éxito, por la frecuente predación que sufren por diversos insectos. A cambio son mucho más eficaces dispersándose mediante bulbillos que nacen en la base y alrededor de los bulbos subterráneos, y que se aprecian especialmente desde finales de la primavera. Los porros salen a menudo en los sembrados y sus lindes, y ello es a menudo el resultado de la dispersión de los bulbillos cuando se aran los campos de cereal. 


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