Aunque el término 'frutales' indica todo tipo de árbol que produce frutos comestibles en fresco, parece que tenemos la costumbre de asimilarlo más bien a las especies que, cumpliendo tal condición, pertenecen a la familia de las rosáceas (Rosaceae, la misma de los rosales, el espino albar, etc.). Dentro de ellos, suelen distinguirse tres grupos:
1) Las amilagdoideas, que incluyen al antiguo género Amygdalus (para la mayoría de botánicos es un subgénero de los Prunus, y por tanto formarían parte de la prunoideas, más abajo indicadas). Son especies con frutos de 'corteza' o pulpa externa (exocarpo) no comestible, de la que solo consumimos la semilla o almendra. Nuestro representante por excelencia es el almendro, Prunus dulcis (=P. amygdalus subsp. dulcis), que está acabando ya su floración.
Floración del almendro (Prunus dulcis = P. amygdalus subsp. dulcis). ©E. Laguna, 03.2010
2) Las prunoideas propiamente dichas, donde lo que suele consumirse es la 'corteza' o exocarpo carnoso. El endocarpo o 'hueso' no es comestible, y la semilla, encerrada en el hueso, es amarga y suele contener de hecho concentraciones poco aconsejables de algunos productos tóxicos como el ácido cianhídrico. Se trata de los frutales de hueso por excelencia, como el ciruelo (Prunus domestica), el cerezo (P. avium), el albaricoquero (P. armeniaca) y el melocotonero o albérchigo (P. persica). En su mayoría son especies de floración temprana -en su mayoría en flor en estos días, en incluso algunas empezando a hacerlo-, aunque usualmente más tardíos que el almendro.
3) Las pomoideas o frutales con fruto en 'pomo', que contiene varias semillas, con o sin hueso. Las más populares son las que no tienen endocarpo duro, siendo las más populares el manzano (Malus domestica), el peral (Pyrus communis) o el membrillero (Cydonia oblonga); existen frutales de este grupo considerados cultivos tradicionales en desaparición, como el serbal (Sorbus domestica). En el otro extremo están las pomoideas con frutos con hueso -ya sea uno o varios por fruto-; en nuestra zona, y ya con carácter testimonial, aún quedan algunos aceroleros (Crataegus azarolus) y ejemplares sueltos de nispolero o nisperero europeo (Mespilus germanica), que no debe confundirse con el árbol que produce los nísperos a nivel comercial, Eryoborthria japonica. Una especie silvestre de este grupo en Los Pedroches, de frutos comestibles aunque insípidos, es el espino albar (Crataegus monogyna), conocido en la comarca como 'tilo' por el efecto calmante de la infusión de sus hojas y flores. Del grupo de pomoideas sin hueso conviene destacar también la presencia del peralillo silvestre o piruétano (Pyrus bourgeana), antiguamente denominado Pyrus mariana (o sea, peral de Sierra Morena), donde lo que se echa de menos es que la 'carne' fuera blanda y comestible, en vez de tener una consistencia casi ósea; el piruétano se empleó tradicionalmente en la comarca como portainjerto del peral y otros frutales.
Estos días andan en flor nuestras rosáceas arbóreas, y conviene disfrutar de este bello pero efímero período. Las heladas de este invierno han favorecido una producción profusa de flores, y con suerte -si no hay heladas tardías- lo será también de frutos, que se nos irán ofreciendo a lo largo de los próximos meses, hasta bien entrado el otoño.