Hace pocos días, Claudio Rodríguez envió para el blog las fotos que veréis aquí abajo, de matas de regaliz en los alrededores de Belalcázar. El regaliz es la especie Glycyrrhiza glabra. de la familia de las leguminosas, aunque el nombre se aplica indistintamente a la especie y a los productos extraídos de ella. Por el Norte de Córdoba recibe normalmente el nombre de paloduz o palodul, o bien ororuz u orozuz; 'paloduz' es un derivado de 'palo dulce', fitónimo que aún conserva en otras regiones españolas, y que hace referencia al sabor de sus raíces, que además de diversas sales y saponósidos es particularmente rica en sacarosa y otros azúcares; el regaliz aún se vende de hecho por las calles en muchas ciudades, o en los puestos ambulantes de frutos secos, donde lo que se comercializa son secciones de las raíces y rizomas de la planta.
Matas de regaliz en los alrededores de Belalcázar, junio de 2012. Foto facilitada por Claudio Rodríguez
El regaliz es una planta perenne pero de tallos herbáceos de hasta 1 m. que se secan a final del verano, permaneciendo la planta en reposo a través de sus rizomas, de los que vuelven a nacer nuevos brotes en la siguiente primavera. G. glabra emite largas espigas de flores rosadas, separadas entre sí, aunque se sabe que hay poblaciones de esta especie que sobreviven casi exclusivamente por vía vegetativa, sin llegar a florecer.
Vista de uno de los ejemplares de la foto anterior, exhibiendo sus espigas de flores. Foto facilitada por Claudio Rodríguez
La raíz del regaliz posee numerosas virtudes, especialmente para combatir el catarro y las úlceras intestinales, por lo que se cultivó desde época antigua. Aunque en el texto 'Flora Iberica' se lo considera nativo de la mayoría de provincias españolas, parece evidente que muchas de sus poblaciones actuales, sobre todo cuando se sitúa en acequias, cunetas u otros enclaves artificiales, provendrían del asentamiento y asilvestramiento a partir de antiguas plantaciones; los 'huertos de simples' de los boticarios y los de los conventos y monasterios albergaron durante siglos rodales de esta planta, que resulta difícil de controlar si se abandona la extracción regular de sus raíces, ya que emite rizomas que acaban generando colonias clonales de la especie. Además de G. glabra, en la península Ibérica existe otra especie presumiblemente nativa, G. foetida, presente sobre todo en las vegas del Guadalquivir por la provincia de Sevilla; a diferencia de la aquí indicada, G. foetida tiene espigas más prietas y flores amarillentas.
Algunos autores consideran que nuestro regaliz es una especie asiática , aunque esta opinión podría derivar de su confusión con el regaliz ruso u oriental, Glycyrrhiza echinata, cuyo uso se extendió sobre todo en época antigua en el Mediterráneo Oriental y Central.