En los últimos
años se están produciendo significativos cambios en el paisaje del secano de la
parte mediterránea de la península ibérica. De un lado se han extendido
notablemente, adaptándose a menudo para cultivo mecanizado, las plantaciones de
vid y olivo. Pero, sobre todo, muchas zonas antes dedicadas al cereal o a
cultivos herbáceos parcialmente irrigados -por ejemplo, el melón en La Mancha-
se han convertido en importantes extensiones de campos de almendro, y de modo
más reciente, de pistacheros, cultivos claramente en auge.
El almendro ya era un cultivo tradicional, pero que fue cayendo en el abandono, salvo en los pocos sitios donde existía una demanda constante, como eran las comarcas próximas a sitios donde se fabrica el turrón a nivel industrial -por ejemplo, en la provincia de Alicante-. Desde hace algunos años, sin embargo, las fuertes sequías y la prioridad por otros cultivos de mayor rentabilidad, unidos a algunas plagas y enfermedades, han obligado a abandonar masivamente almendros en Estados Unidos, el primer productor y consumidor mundial de almendra, lo que ha favorecido que se revitalizara su cultivo en países competidores que pueden actuar de exportadores, como España.
Plantación de pistacheros bajo cobertura de dehesa de encina cerca del límite entre Hinojosa del Duque -cerca de la Estación del Zújar- y el arroyo del Hato de Belalcázar. Agosto 2021.
Dada la relativa similitud climática de Los Pedroches con las tierras manchegas, por su elevada continentalidad climática, es de esperar que estos cultivos también se vayan extendiendo en la comarca. En el caso del pistachero (Pistacia vera), ya pueden observarse algunas plantaciones dispersas, y es fácil que éstas se incrementen si en el futuro se instala alguna empresa procesadora del pistacho, el fruto de este árbol, como ya ha ocurrido en La Mancha, en las áreas limítrofes entre Cuenca, Albacete y Ciudad Real. El pistachero se suele injertar sobre la cornicabra (Pistacia terebinthus), especie relativamente abundante en Los Pedroches y comarcas colindantes, y en general en Sierra Morena y el resto de montañas béticas.
Izquierda, ejemplar cultivado de pistachero en Belalcázar (julio 2022). Derecha, zona del injerto entre el pistachero y la cornicabra (Pistacia terebinthus), usada como patrón, en uno de los ejemplares del Jardín Botánico de Valencia (julio 2012)