2018/12/14

Flores de las bulbosas otoñales nativas de Belalcázar


 
Campanilla de otoño (Acis autumnalis  = Leucojum autumnale; Belalcázar, 11.2018) y azafrán de monte (Crocus salzmannii; Cazorla, Jaén, 10.2012)

Se acaba ya el otoño, y con él desaparecen definitivamente las flores de algunas especies, que prefieren esta época para ofrecerlas a los insectos polinizadores. En diversas entregas del blog iremos incluyendo en los próximos días algunas de estas especies, con comentarios breves y algunas fotografías.

 
Junquillo de otoño (Narcissus serotinus), cerca del río Guadamatilla en Belalcázar, 11.2018.

Estas especies pueden pasar desapercibidas en algunos casos si aparecen aisladas, pero normalmente crecen de modo gregario, formando colonias que donde la mayoría de plantas florecen de modo simultáneo, dando lugar a alfombras de colores bien visibles en la distancia. Como avance de los datos que se pasarán en las próximas entradas del blog, podéis ver el caso del narciso de otoño (Narcissus serotinus), que ha formado tapices relativamente extensos por el monte Malagón, inmediaciones del Guadamatilla, etc.

Ceborrancha (Urginea maritima); arriba, en su aspecto primaveral, cuando tiene hojas pero no flores. Belalcázar, 04.2009. Abajo, extremo de la rama floral,  de plantas cultivadas (Valencia, 09.2015).


Muchas bulbosas, tanto de otoño como de floración primaveral, se consideran plantas parcialmente pirófitas, cuyas semillas germinan con más facilidad tras el paso del fuego, que además activa notablemente el crecimiento y floración de los ejemplares que ya estaban en ese sitio, al facilitarles un aporte de cenizas muy ricas en minerales como el fósforo, que raramente alcanza concentraciones naturales tan elevadas como las que se dan tras el paso del fuego. En los sitios que han sufrido repetidos incendios y a su vez han sido pastoreados, abundan especialmente las ceborranchas (Urginea maritima), plantas que el ganado respeta por su toxicidad.

 
Esparraguera común o triguera (Asparagus acutifolius) en flor, 08.2011 y 08.2013.

Aunque hablaremos de las bulbosas, excluiremos a plantas como las esparragueras, zarzaparrillas, ruscos, etc., que posean órganos subterráneos, pero que poseen siempre tallos verdes sobre el suelo a lo largo del año. Muchas de esas especies, y en particular la esparraguera común o triguera, florecen copiosamente desde mediados del verano y a lo largo del otoño, emitiendo además sus flores un perfume característico y agradable.

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