2007/08/25

Enhorabuena por la jardinería municipal belalcazareña

Rara forma de flora listada y variegada (con zonas blancas, sin pigmentos) de la campanillera morada (Ipomoea purpurea), en los parterres cercanos a la estatua a Sebastián de Belalcázar. © E. Laguna 2007

Los jardines públicos son sin duda una de las señas de identidad de Belalcázar, y demuestran el esfuerzo y buen hacer de Ramón Cabanillas, el jardinero, al que debemos la actual diversidad de especies, colores, diseños y buen gusto de estos pulmones verdes de la población. Hace décadas los parques y paseos de Belalcázar apenas alcanzaban la docena de especies, en su mayoría árboles que raramente exhibían flores unos pocos días al año. Ramón, con su trabajo callado y sin apenas ayuda, ha conseguido convertirlos en vergeles, plantando cada año nuevas especies, consiguiendo que se sucedan floreciendo unas tras otras, que convivan y alternen sus colores y formas, y demostrando una habilidad difícil de igualar en las podas artísticas de setos, cipreses, etc.. Aunque el nuevo equipo de gobierno se haya encontrado las arcas vacías -ya es habitual en cada cambio de legislatura en este país, en cualquier tipo de administración-, esperamos que para 2008 sepa reservar los créditos adecuados para mantener las zonas verdes urbanas, y crear si es posible un equipo de colaboradores permanentes a cargo del jardinero municipal.

© E. Laguna 2007

La malvarrosa (Alcea rosea) y la fotinia o bola de nieve (Photinia serrulata = Photinia serratifolia) embellecen en verano y primavera respectivamente los jardines del centro de la población.