Año de lluvias, año de espárragos. Además de las
esparragueras trigueras (Asparagus
acutifolius) –que a pesar de su nombre también son frecuentes en las
manchas de monte- y de las cultivadas (A.
officinalis) que a veces se asilvestran, en algunas zonas de Belalcázar y
el resto de términos cercanos abunda la la esparraguera blanca o amarga (Asparagus albus), que crece sobre todo en las zonas más abruptas o
formando parte de los matorrales espinosos.
Espárrago de Asparagus albus, que apenas emerger del suelo empieza a mostrar ya lo que serán los carcaterísticos aguijones recurvados de los tallos. ©E. Laguna, 30.03.2013
El nombre albus
proviene del color blanco de sus tallos, intrincados y recubiertos de fuertes
espinas recurvadas, que protegen a la planta de los herbívoros. Las hojas son
alargadas, algo carnosas, y suelen desaparecer hacia el verano. A diferencia de
las esparragueras trigueras, que hacen los frutos negros en la madurez, los de
las blancas son rojizos. Los espárragos son comestibles pero más amargos que
los de las otras dos especies, y suelen tener un color más claro al emerger del
suelo, tornándose pronto de color verde intenso.