Adecuación de la calle Reina Regente, 13.04.2017
A quienes lleven mucho tiempo sin visitar Belalcázar, sorprenderá el aspecto de algunas de sus calles principales, gracias al nuevo pavimento que se ha ido implantando en los últimos meses, y que también se ha extendido al entorno de enclaves históricos, como El Pilar o el tramo inicial de la subida al Castillo de los Sotomayor y Zúñiga, donde ya se habían iniciado obras parecidas en años anteriores.
No hay nunca obra púbica a gusto de todos, y de
seguro habrá quien lo alabe y quien lo critique, pero es muy probable que este cambio favorezca otras relaciones entre las especies de plantas y animales
que suelen colonizar las vías urbanas. Con gran probabilidad
desaparecerán los diminutos céspedes de pamplinas y otras especies
de baja talla que tradicionalmente ornaban los huecos entre los
viejos adoquines, o los cenizos y amarantos que aprovechan para
crecer las juntas de los bordillos. A cambio, es muy probable que en
pocos años ocupen esas funciones otras especies, sobre todo musgos,
capaces de crecer en las grietas más diminutas. Tiempo al tiempo,
por supuesto.
Vegetación de los huecos del adoquinado en las calles que aún lo conservan. Está formada por una mezcla de musgos y pequeñas plantas cespitosas de pequeña talla. (foto de 02.04.2013)