2018/04/11

Las estelas de los aviones

Una de las formas más extendidas de contaminación paisajística, aunque fugaz, son los rastros blancos que dejan en el cielo los aviones, y que se conocen técnicamente como 'estelas de vapor'. Lejos de los que suele pensarse, parecen estar formadas por vapor de agua, que permanecen en el cielo debido al fuerte contraste de temperatura entre el motor de los aviones, de varios centenares de grados, y la del aire que los envuelve, que a menudo alcanza varios grados bajo cero. Al pasar el aire por los motores, éste se calienta rápidamente y luego pasa a condensarse formando un vaho que puede permanecer bastante tiempo en el cielo, si la temperatura en esa zona es muy baja. De hecho, suele indicarse las estelas suelen ser más fáciles de ver desde mediados del otoño a la primavera, cuando incluso a baja altitud el aire permanece más frío. 

Estelas sobre el cielo belalcazareño, 01.04.2018

Aunque existen opiniones que consideran que parte de las estelas pueden deberse a aditivos químicos usados en la aviación civil y militar, no parecen existir pruebas contundentes a favor de dicho criterio; no obstante, si os interesa el tema, podréis encontrar abundantes artículos en internet, que os permitirán posicionaros en favor de unas u otras opiniones. Sea como sea, su abundancia se ha multiplicado notablemente en los últimos años, y raro es el lugar de la geografía española que pueda sentirse libre de sus efectos, y donde pueda llegar a hacerse una fotografía libre de los trazos blancos sobre el cielo. Aparentemente, esta mayor abundancia se debería sobre todo al notable incremento del tráfico aéreo registrado en las últimas dos décadas, que se deja notar sobre todo en lugares situados bajo rutas utilizadas por la aviación comercial -como ocurre de hecho en el caso de Belalcázar y localidades de su entorno-. 

Estelas de vapor producidas por aviones, contrastando con la veleta de la Casa de Osuna o antigua Casa del Diezmo del condado de Belalcázar, 01.04.2018.