2014/08/10

Las verdolagas, de verduras a plantas ornamentales

Muchas plantas que en el pasado sirvieron de alimento humano han acabado teniendo otros usos, además de convivir con nosotros como plantas nativas, o en su caso asilvestradas a partir de los cultivos. Un  ejemplo típico serían las especies que se usan actualmente como comida de las aves canoras (mijo, panizo, trigo sarraceno, etc.) que hasta hace poco más de un siglo se usaban como cereales. Otro caso reseñable sería el de las verdolagas.

Verdolaga común o silvestre (Portulaca oleracea). Foto del entorno de la fuente del Pilar en Belalcázar.

Las verdolagas son las especies del género Portulaca (familia Portulacaceae, Portulacáceas), un grupo de especies de origen subtropical y mediterráneo, presentes en nuestra flora silvestre a través de la especie Portulaca oleracea, la verdolaga común. Esta especie posee numerosas variedades y subespecies de difícil distinción, ya que para corroborar su identidad debe acudirse al estudio de la testa o cubierta de las semillas, que crecen en sus frutos en forma de copa con una cubierta a modo de tapa, que se abre y cae con la maduración; este tipo de fruto suele recibir la denominación técnica de 'pixidio'. Las semillas tienen forma arriñonado-circular, a menudo rugosas y más achatadas por el centro, adaptada para poder transportarse fácilmente por las hormigas.

Pixidio de verdolaga común, mostrando sus semillas.

La verdolaga común se ha usado tradicionalmente en Belalcázar como alimento para los animales domésticos, pero la gente mayor aún recuerda que en tiempos de escasez de alimento se usaban con verdura, añadiéndose al cocido, hervidos u otros guisos, e incluso consumiéndose en cruda en ensalada.  De hecho en el pasado fue una verdura apreciada, con razas cultivadas que se domesticaron y extendieron en época árabe-andalusí; a diferencia de las actuales, aquellas formas cultivadas solían tener portes erectos para facilitar su siega.

Manojo de verdolaga, segada para dar de comer a conejos y otros animales domésticos.

Aunque las verdolagas comunes pueden salir en nuestras macetas -y si compiten poco con las plantas cultivadas pueden dejarse crecer para que nos ofrezcan sus  flores intensamente amarillas-, en la actualidad se comercializan al menos dos especies ornamentales del mismo género: Portulaca grandiflora y P. umbraticola, ambas exóticas, aun que no suelen asilvestrarse aquí. La primera tiene las hojas cilíndricas y algo grisáceas, y a menudo se comercializan sus formas ‘pleniflora’ o de flor doble, de colores muy variados. Esta especie se hizo popular hace varias décadas, decayendo luego su empleo. A diferencia de la mayoría de plantas de flor doble de otras especies, la de P. grandiflora posee tanto estambres como estigmas y suele producir abundantes semillas.

Flores de flor doble de Portulaca grandiflora.

Flor de Portulaca umbraticola, donde se aprecian bien los estambres y el estigma dividido en 4 lóbulos alargados.

La segunda especie, P. umbraticola, tiene tonos similares de color floral –rojos, rosados, anaranjados, amarillos o blancos- pero las hojas son planas y más verdosas , a menudo orladas de rojo en el borde foliar.  En la actualidad es la verdolaga ornamental más fácil de observar en macetas y patios, e incluso formando arriates en jardines. Las formas más extendidas son las de flor sencilla, con 5 pétalos grandes de color uniforme o jaspeado. Cada mata suele poseer flores de un  único color, pero a menudo se comercializan en una sola maceta varios ejemplares con colores florales diferentes entre sí. 

Plantas con flores de color uniforme de P. umbraticola

Flores jaspeadas en 2 colores en P. umbraticola.


El género Portulaca es de amplia distribución en África, Eurasia y América, y muchas de sus especies apenas si se asemejan a las que aquí conocemos como silvestres o cultivadas. En su familia, las Portulacáceas, además de especies herbáceas las hay tambien leñosas, arborescentes e incluso arbóreas. Entre ellas destaca por su uso como planta de jardinería la especie Portulacaria afra, que no suele florecer en nuestro clima, y que se asemeja por su aspecto a los llamados ’arbolitos de jade’ (especies  arborescentes del género Crassula, como la popular C. ovata). P. afra es originaria del S de África, se propaga fácilmente mediante esquejes, y su tamaño se adapta al de la maceta donde se cultive, exhibiendo a veces portes parecidos a los de los bonsai. 

Hojas y aspecto del porte de Portulacaria afra.


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