Verdolaga común o silvestre (Portulaca oleracea). Foto del entorno de la fuente del Pilar en Belalcázar.
Las verdolagas son las especies del género Portulaca
(familia Portulacaceae, Portulacáceas), un grupo de
especies de origen subtropical y mediterráneo, presentes en nuestra flora
silvestre a través de la especie Portulaca
oleracea, la verdolaga común. Esta especie posee numerosas variedades y
subespecies de difícil distinción, ya que para corroborar su identidad debe
acudirse al estudio de la testa o cubierta de las semillas, que crecen en sus frutos en forma de copa con una cubierta a modo de tapa, que se abre y cae con la maduración; este tipo de fruto suele recibir la denominación técnica de 'pixidio'. Las semillas tienen forma arriñonado-circular, a menudo rugosas y más achatadas por el centro, adaptada para poder transportarse fácilmente por las hormigas.
Pixidio de verdolaga común, mostrando sus semillas.
La verdolaga común se ha usado tradicionalmente en
Belalcázar como alimento para los animales domésticos, pero la gente mayor aún
recuerda que en tiempos de escasez de alimento se usaban con verdura,
añadiéndose al cocido, hervidos u otros guisos, e incluso consumiéndose en
cruda en ensalada. De hecho en el pasado
fue una verdura apreciada, con razas cultivadas que se domesticaron y
extendieron en época árabe-andalusí; a diferencia de las actuales, aquellas
formas cultivadas solían tener portes erectos para facilitar su siega.
Manojo de verdolaga, segada para dar de comer a conejos y otros animales domésticos.
Aunque las verdolagas comunes pueden salir en nuestras
macetas -y si compiten poco con las plantas cultivadas pueden dejarse crecer
para que nos ofrezcan sus flores
intensamente amarillas-, en la actualidad se comercializan al menos dos
especies ornamentales del mismo género: Portulaca
grandiflora y P. umbraticola, ambas exóticas, aun que no suelen asilvestrarse aquí. La
primera tiene las hojas cilíndricas y algo grisáceas, y a menudo se
comercializan sus formas ‘pleniflora’ o de flor doble, de colores muy variados.
Esta especie se hizo popular hace varias décadas, decayendo luego su empleo. A diferencia de la mayoría de plantas de flor doble de otras especies, la de P. grandiflora posee tanto estambres como estigmas y suele producir abundantes semillas.
Flores de flor doble de Portulaca grandiflora.
La segunda especie, P.
umbraticola, tiene tonos similares de color floral –rojos, rosados,
anaranjados, amarillos o blancos- pero las hojas son planas y más verdosas , a
menudo orladas de rojo en el borde foliar.
En la actualidad es la verdolaga ornamental más fácil de observar en
macetas y patios, e incluso formando arriates en jardines. Las formas más
extendidas son las de flor sencilla, con 5 pétalos grandes de color uniforme o
jaspeado. Cada mata suele poseer flores de un único color, pero a menudo se comercializan en una sola maceta varios ejemplares con colores florales diferentes entre sí.
Plantas con flores de color uniforme de P. umbraticola.
Flores jaspeadas en 2 colores en P. umbraticola.
El género Portulaca
es de amplia distribución en África, Eurasia y América, y muchas de sus
especies apenas si se asemejan a las que aquí conocemos como
silvestres o cultivadas. En su familia, las Portulacáceas, además de especies
herbáceas las hay tambien leñosas, arborescentes e incluso arbóreas. Entre
ellas destaca por su uso como planta de jardinería la especie Portulacaria afra, que no suele florecer
en nuestro clima, y que se asemeja por su aspecto a los llamados ’arbolitos de
jade’ (especies arborescentes del género
Crassula, como la popular C. ovata). P. afra es originaria del S de África, se propaga fácilmente mediante esquejes, y su tamaño se
adapta al de la maceta donde se cultive, exhibiendo a veces portes parecidos a
los de los bonsai.
Hojas y aspecto del porte de Portulacaria afra.