2013/08/09

Más agua que nunca

El río Guadamatilla a su paso por el puente del Molino Pellejero, que hace de límite entre los términos de Belalcázar y El Viso de los Pedroches. Foto: E. Laguna, 07.08.2013

El otoño de 2012 y el invierno y primavera de 2013 pasarán a la historia de Belalcázar y su entorno por la abundancia de sus lluvias. En pleno verano, cuando los arroyos deberían estar ya enjutos, el nivel de sus aguas recuerda al de las primaveras de otros años, aunque rodeados del paisaje dorado de los campos estivales, y flanqueados por las hileras de adelfas en flor.

Arroyo Caganchas, aguas abajo del Cerro de la Penitencia de Belalcázar. Foto: E. Laguna, 09.08.2013

Y si van hinchados de agua los arroyos, no hace falta decir cómo van lo que con más criterio hemos llamado siempre ríos, aunque otros años lleguen a quedarse prácticamente secos en buena parte de su recorrido.  Por supuesto, es más fácil ver estos días especies de fauna que otras veces resultan más ocasionales en los veranos belalcazareños, como el martín pescador, la garza imperial o la cigüeña negra.


El río Guadamatilla, aguas arriba del puente Pellejero. Foto: E. Laguna, 07.08.2013