Las cúscutas (género Cuscuta) son plantas con aspecto de
madeja de hilo que crecen parásitas sobre otras especies, introduciendo en sus
tallos raíces llamadas ‘haustorios’ que permiten extraer los nutrientes que
necesitan. Pertenecen a la misma familia que las correhuelas (género
Convolvulus) y las campanillas de jardín (género Ipomoea), las Convolvuláceas,
aunque muchos expertos prefieren separarlas en una familia independiente, las
Cuscutáceas.
Aspecto estival del arroyo Caganchas en 2013, donde pueden apreciarse los tramos de tono amarillento dominados por la cúscuta. Más de cerca (derecha) puede apreciarse el aspecto de la planta, cuyos tallos semejan madejas de hilo. Belalcázar, 09.08.2013.
En Belalcázar crecen varias especies de este grupo, siendo
la más llamativa la cúscuta amarilla o de los arroyos (Cuscuta australis), por la impronta paisajística
que llega a alcanzar en los veranos de años lluviosos. Las imágenes que se
aportan aquí fueron tomadas este año en el arroyo Caganchas de Belalcázar, en
el tramo que va del cerro de la Penitencia a la base del Castillo de los
Sotomayor.
Aspecto de la madeja de tallos de cúscuta, cubriendo gran parte de la vegetación herbácea. 09.08.2013
Como podréis ver, la cúscuta llega a formar manteles de
varios metros cuadrados alinéandose sobre la vegetación palustre, donde puede
crecer sobre cualquier especie huésped. No obstante, tiene especial
predilección por los ‘reznos’ o ‘arrancamoños’ (Xanthium italicum) que tienen
precisamente en este tramo del Caganchas mayor abundancia que en otras zonas
del término.
Detalle de tallos de Cuscuta australis con los glomérulos de flores y frutos. 09.08.2013.
A diferencia de sus parientes ya mencionados como correhuelas o campanilleras, las cúscutas tienen flores inconspícuas y poco vistosas, agrupadas en glomérulos, que dan lugar a pequeñas cápsulas donde se generan y maduran las semillas.