Ejemplar en flor de Merendera filifolia. Los excrementos de oveja situados junto a la planta permiten estimar el tamaño de la flor. Hinojosa del Duque, 11.2018.
La planta conocida a menudo en otras partes de España como merendera o
quitameriendas, que en Belalcázar corresponde a
Merendera filifolia, no parece
recibir aquí un nombre concreto -a lo sumo 'azafranillo'-, probablemente por confusión con el azafrán de
otoño. Se trata de una especie de aspecto parecido al citado azafrán (Crocus salzmannii), pero se
diferencia bien por varios caracteres.
Aspecto de otro ejemplar, en las inmediaciones de la casa del Hato, Hinojosa del Duque, hacia el límite de término con Belalcázar. 11.2018.
Mientras el azafrán silvestre crece dentro de matorrales o en el
sotobosque forestal, nuestra Merendera lo hace sobre todo en prados y pastos pastoreados.
El primero tiene la flor totalmente exerta, es decir, sobresale completa por
encima del suelo, mientras la merendera tiene parte de sus tépalos
parcialmente enterrados, y de hecho hace luego su fruto a ras del suelo.
Igualmente los tépalos de la merendera son menores, más estrechos, muy alargados, y con un color rosado muy intenso, frente a los de tono más violáceo y aspecto más
ovalado de los azafranes de monte.
Planta de Cochicum triphyllum, especie próxima a M. filifolia pero no presente en Belalcázar; la imagen se muestra para apreciar a qué altura de la planta se suelen situar los frutos en los géneros Colchicum y Merendera. La parte de las hojas que emerge sobre el suelo es la que posee color verde, de modo que las cápsulas con las semillas se encuentran a ras del suelo. Alpuente, Valencia, 05.2016.
Ambas especies pertenecen a familias diferentes. Los azafranes
pertenecen a las Iridáceas (Iridaceae),
la misma de los gladiolos o los genuinos lirios. A cambio las merenderas forman
parte de la Colquicáceas (Colchicaceae),
donde coinciden con las especies del género Colchicum. Las Merendera, y particularmente los Colchicum, son muy conocidos en los estudios biológicos porque
producen la colchicina, una sustancia especialmente tóxica que se usa
experimentalmente para producir mutaciones celulares en laboratorio. La fauna
silvestre, e igualmente el ganado, evitan siempre consumir estas plantas, por
lo que es fácil verlas destacando durante su floración en las zonas
pastoreadas, donde resaltan por el color rosado intenso de sus flores a ras del
suelo.