En Belalcázar se denominan ‘cintas’ a las plantas de
interior con hojas muy alargadas y planas –esto es, acintadas-. La planta con
más tradición de cultivo es sin duda la especie Chlorophytum comosum, originaria
de Sudáfrica, de la que pueden encontrarse con relativa frecuencia hasta tres variedades:
la var. comosum, de hojas totalmente verdes; la cultivariedad cv. ‘Variegatum’,
con la parte central verde y el margen blanco o blanco-amarillento; y cv. ‘Vittatum’,
con dibujo inverso al anterior, esto es, con una banda central amarilla y el
borde verdoso. A pesar de su aspecto, el género Chlorophytum se incluye en la
familia de las Asparagáceas, la misma a la que pertenencen las diversas especies
conocidas de esparragueras -género Asparagus. A diferencia de la mayoría de aquéllas, los
Chlorophytum producen hijuelos en el extremo de los estolones y las ramas
florales, lo que la ha hecho especialmente popular como planta de macetas
colgantes o elevadas.
Ejemplar de Chlorophytum comosum var comosum.
Ejemplares de Ch. comosum cv. 'Variegatum' (izq.) y 'Vittatum' (der.). La forma de la especie más cultivada habitualmente en Belalcázar es 'Vittatum'.
A la derecha, rama con flores finalizada con un hijuelo en formación. A la derecha, hijuelo ya formado, que en caso de tocar el suelo o la tierra de otras macetas podrá independizarse como una nueva planta.
Una muestra de la diversidad de las Asparagáceas es otra de
las especies también denominadas ‘cintas’, Ophiopogon jaburan, que forma densas
macollas con hojas acintadas de color verde oscuro y nervios paralelos marcados
en el envés. Esta especie proviene de Japón y la península de Corea. Sus hojas
son relativamente rígidas y anchas en la base (hasta casi 1 cm), pueden superar
los 40 cm y en su extremo tienen un contorno estrechamente triangular. Emite en
verano y otoño espigas con flores colgantes blancas, algo acampanadas. Lo más atractivo de esta especie son sin duda sus
frutos, ovalados y de intenso color azul oscuro, que aparecen a lo largo del invierno y pueden permanecer varios meses sobre la planta.
Ramas en flor y fruto de Ophiopogon jaburan.
La otra especie de ‘cinta’ cultivada en Belalcázar recuerda
por su aspecto al O. jaburan, y pertenece como las anteriores a la familia de
las Asparagáceas –anteriormente incluída como subfamilia de las Liliáceas,
donde quizá encontréis estas especies en algunos libros. Se trata de Liriope
muscari, originaria de Japón, Corea y China. Esta planta forma densas macollas
con hojas de color verde intenso no muy grandes (hasta 25-30 cm) y estrechas
(unos 3 mm), y emite durante el verano ramas florales con abundantes flores violáceas
–rosadas o blancas en algunas variedades- pequeñas y con pedúnculos cortos. Los
frutos, de tamaño parecido, son esféricos y de color inicial verde oliva
intenso,haciéndose prácticamente negro en la madurez.
Planta de Liriope muscari.
Rama con flores (izq.) y fruto (der.) de L. muscari.