Tallo de sandía habanera (Cucumis myriocarpus) con frutos en diversos estados de maduración.
Entre éstas últimas se encuentra la 'sandía habanera', también llamada'sandiílla' o 'sandia espinosa', Cucumis myriopcarpus. Se trata de una planta con hojas similares a las de la sandía cultivada (Citrullus lanatus) pero más pequeñas, de flores menores y con frutos parecidos pero muy pequeños, incomestibles y cubiertos de apéndices espinosos blandos, de textura cartilaginosa. La mata emite numerosas ramas postradas, que pueden portar docenas de frutos alineados y situados usualmente bajo las hojas. Normalmente los frutos o 'sandiíllas' tienen un dibujo listado, parecido al de la mayoría de razas de las sandías cultivadas; al madurar, estas pequeñas sandías se tornan amarillentas y la cubierta su hace cada vez más blanda. A pesar de su parecido, la planta no pertenece al genero de las sandías (Citrullus) sino al de los melones y pepinos (Cucumis), con los que comparte la forma de las semillas y las flores.
Frutos (arriba) y flor (abajo) de C. myriocarpus.
Detalle de los frutos inmaduros de C. myriocarpus.
El nombre 'habanera' se utiliza para esta planta, pero también para algunas razas cultivadas de sandías. A pesar de este apelativo, no son originarias de La Habana sino del África Tropical, donde son utilizadas en medicina popular. El nombre 'habanera' también podría provenir de la presencia de la planta en barbechos de terrenos cultivados previamente con habas, que al fijar en sus raíces el nitrógeno atmosférico favorecen la instalación de muchas plantas nitrófilas cuando esas tierras son abandonadas. Los frutos poseen una pulpa gelatinosa extremadamente purgante, parecida a la de la tuera (Citrullus colocynthis; https://es.wikipedia.org/wiki/Citrullus_colocynthis), especie introducida como medicinal en época árabe en el Sureste Ibérico, no localizada hasta ahora en Belalcázar ni zonas próximas.