Los opiliones o arañas zancudas son arácnidos de
extremidades muy finas y largas, que frecuentemente conviven con nosotros en
las casas, haciendo telarañas en las esquinas más elevadas de las habitaciones.
Las especies más habituales en ese caso suelen ser solitarias o presentan
pequeñas agrupaciones.
En la naturaleza son fáciles de observar en algunos
ambientes donde, a diferencia de los hábitats humanos, se concentran en gran
número. Son especialmente proclives aparecer en grietas extraplomadas, bocas de
cuevas o ambientes similares, sobre todo si en ellos existe una elevada humedad
causada por rezumes de agua. La fotografía que acompañamos aquí está tomada en
el alcorque escasamente iluminado que recoge las aguas de uno de los
'manaderos' o fuentes naturales que alimentan el embalse de Cogollarta en
Belalcázar, donde pueden observarse docenas de estos ejemplares de opiliones.