Imagen del rodal de barbecho quemado, junto a la carretera de Belalcázar a Santa Eufemia. ©E. Laguna, 07.08.2011
Ayer mismo hubo un pequeño incendio de barbechos al pie del paraje de San Antón, y esta mañana el sitio bullía de vida, a pesar de que aún surgían de la tierra hilos de humo. Amén de la reincidencia de los 'chichas' (cernícalos) en vuelo, ávidos de insectos sobre los que cernirse, era casi imposible acercarse para hacer una fotografía, porque un ejército de millares de hormigas recogía granos y restos de animales víctimas del fuego (saltamontes, escarabajos, etc.). El calor del incendio favorece además la apertura temprana de los frutos de las plantas que colonizan los sembrados; fiel a esta costumbre, las zamárragas (especies del género Conyza) exhibían sus frutos plumosos (vilanos), prestos a ser arrastrados con el próximo golpe de viento.