2011/08/12

Tras el rastro de los ladrones de néctar

Preparando fotos para una futura publicación, tocaba encontrar material de una de las plantas que por Los Pedroches llamamos ‘conejitos’, en concreto la especie Silene colorata. Ha aparecido alguna bastante aceptable del terruño, pero de paso, revisando otras de más lejos –esta vez de Valencia-, han aparecido flores con ‘la marca del zorro’. No es que la llamemos así por la forma, sino por la evidencia (en este caso del robo). Normalmente, las flores que poseen corolas formando tubos muy largos, como ocurre con el género Silene, están adaptadas para que su interior sea recorrido por los polinizadores, atraídos por el aroma del néctar, cuyas bolsas o glándulas secretoras está situado en la parte media a inferior del mismo tubo; las abejas u otros insectos fecundadores, al pasar de flor a flor, portan en su tórax o o abdomen el polen que se les ha adherido en las flores visitadas anteriormente, y al intentar entrar en la nueva, lo primero que encuentran suelen ser los estigmas que coronan la parte femenina, que a menudo sobresalen de la propia boca de la flor. En algunos casos, como sabéis, hay mecanismos aún más sofisticados, como el sistema de balancín de las anteras de las flores de salvia.


Flores de conejitos (Silene colorata) en las que se aparecia una marca circular en el centro del cáliz, correspondiente al punto de succión practicado por abejorros ladrones de néctar. ©E. Laguna, Siete Aguas (Valencia), 21.05.2011

Al estudiar las razones de la desaparición de algunas especies de plantas amenazadas, los investigadores observaron, hace ya varias décadas, que algunas lo hacen por la falta de producción de semillas. Una de las razones es la visita de los ‘ladrones de néctar’, especies de abejas y abejorros muy especializados, que en vez de entrar en la flor (adhiriendo de paso el polen a sus cuerpos) la perforan lateralmente con su estilete bucal, haciendo un agujero justo a la altura en la que están los nectarios. Una vez robado el néctar, la flor deja de atraer a sus polinizadores más habituales, y a menudo muere sin haber producido ninguna futura semilla para la planta. No tenemos a mano en este momento foto de algún ladrón de polen en plena actividad (ya la encontraremos más adelante para ponerla en el blog, alguna hay perdida por el archivo del ‘blogger’), pero podeis ver una excelente instantánea en el enlace indicado más abajo, en el que el abejorro metálico (Xylocopa violacea) perfora por su base el tubo de una flor de chupamieles o salvia arbustiva de flor roja (Salvia microphylla, la misma que tradicionalmente ha estado plantada en el Paseo Corpus Barga de Belalcázar):

http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Bee_September_2007-15.jpg


©E. Laguna, Siete Aguas (Valencia), 21.05.2011

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que aprende uno en este blog....
Enhorabuena
Un saludo