Verbascum sinuatum.
©E. Laguna, 08.2012
Al final de dicha estación y a lo largo del verano, los gordolobos
de hoja rizada emiten sus varas de hasta 1 m o más, muy ramificadas, coronadas
por espigas de flores con 5 pétalos amarillos, y 5 estambres similares entre sí
y con llamativos pelos violáceos en sus filamentos. Por Belalcázar también
abunda otra especie menos robusta, Verbascum
rotundifolium subsp. haenseleri,
de hojas enteras lanceoladas, cenicientas, con flores parecidas pero de 5
estambres desiguales -2 mayores y 3 menores-, con pelos rojos, sobre varas
sencillas, poco ramificadas.
Verbascum
rotundifolium subsp. haenseleri. ©E.
Laguna, 06.2011.
El veneno se obtenía sobre todo de las hojas y/o de los
frutos de los Verbascum, macerándolos
a veces durante unas horas para facilitar la obtención de sus extractos. La
ponzoña contenida en la planta es un compuesto
neurotóxico que paraliza temporalmente el sistema respiratorio de los peces,
sin matarlos necesariamente salvo que se use en concentraciones elevadas o en
aguas excesivamente calmadas, con poca oxigenación; el veneno se metabolizaba
con rapidez y en todo caso desaparecía por efecto de la cocción, por lo que los
peces podían consumirse convenientemente cocinados. Al envenenamiento de las
aguas se denominaba antiguamente ‘envarbascar’ o ‘enverbascar’, precisamente en
referencia a este género de plantas.