2012/08/08

Las ponzoñas en flor

La ‘ponzoña’ o ‘varbasco’ era el extracto de hierbas que se usaba para envenenar las aguas a fin de capturar los peces que contenían los arroyos y tablas, antes de que dicha práctica fuera progresivamente prohibida. Aunque existen varias especies útiles a tal efecto, la más frecuente en Belalcázar de cuantas se utilizaban para tales fines es probablemente el gordolobo común, Verbascum sinuatum, especie que aún podemos ver en plena floración en estos días por los terrenos más húmedos. El nombre ‘sinuatum’ proviene del aspecto rizado del borde de sus hojas, que destacan sobre todo en la segunda mitad de la primavera, formando grandes rosetones junto a los caminos, lindes de cultivos, etc.

Verbascum sinuatum. ©E. Laguna, 08.2012

Al final de dicha estación y a lo largo del verano, los gordolobos de hoja rizada emiten sus varas de hasta 1 m o más, muy ramificadas, coronadas por espigas de flores con 5 pétalos amarillos, y 5 estambres similares entre sí y con llamativos pelos violáceos en sus filamentos. Por Belalcázar también abunda otra especie menos robusta, Verbascum rotundifolium subsp. haenseleri, de hojas enteras lanceoladas, cenicientas, con flores parecidas pero de 5 estambres desiguales -2 mayores y 3 menores-, con pelos rojos, sobre varas sencillas, poco ramificadas.  

Verbascum rotundifolium subsp. haenseleri. ©E. Laguna, 06.2011.

El veneno se obtenía sobre todo de las hojas y/o de los frutos de los Verbascum, macerándolos a veces durante unas horas para facilitar la obtención de sus extractos. La ponzoña contenida en la planta es un  compuesto neurotóxico que paraliza temporalmente el sistema respiratorio de los peces, sin matarlos necesariamente salvo que se use en concentraciones elevadas o en aguas excesivamente calmadas, con poca oxigenación; el veneno se metabolizaba con rapidez y en todo caso desaparecía por efecto de la cocción, por lo que los peces podían consumirse convenientemente cocinados. Al envenenamiento de las aguas se denominaba antiguamente ‘envarbascar’ o ‘enverbascar’, precisamente en referencia a este género de plantas.