2012/08/13

Renaciendo como el ave Fénix

La vegetación mediterránea está especialmente adaptada al paso del fuego, que constituye un elemento básico en el modelado y funcionalismo de nuestros ecosistemas. A falta de la acción humana, los incendios que provocan los rayos en las tormentas secas también serían frecuentes, quizá no tanto en número y periodicidad, aunque a cambio podrían alcanzar proporciones gigantescas, como de hecho ocurre en los escasos territorios del planeta que poseyendo clima mediterráneo han tenido una ocupación humana menos intensa, en diversas partes de California, Chile, Sudáfrica y Australia.

Ante el paso del fuego la mayoría de nuestros árboles y arbustos o bien germinan con relativa rapidez -incluso en muchos casos el fuego reblandece las cubiertas facilitanto que emerja más fácilmente la radícula- o bien  rebrotan activamente; en este último grupo abundan las especies del matorral y la ‘mancha’ mediterránea como las esparragueras silvestres, que apenas 2 o 3 días tras el paso del fuego ya empiezan a emitir muchas veces sus turiones, lo que denominamos espárragos. Excepcionalmente algunas especies tienen sus troncos protegidos por cubiertas aislantes como fibras y corchos y pueden rebrotar de copa, como hacen a menudo las palmeras y sobre todo el alcornoque.

Zona junto a la carretera A-420 quemada a principios de agosto de 2010; el límite del incendio a la derecha de la foto es la propia carretera. ©E. Laguna 08.08.2010

En estos años las imprudencias de conductores arrojando colillas mal apagadas desde los vehículos parecen haber sido la causa de varios fuegos junto a las carreteras que circundan Belalcázar. En uno de ellos, acaecidos a principios de agosto de 2010, algunos de los ejemplares de especies autoctonas que habían sido plantados en los trabajos de restauración ambiental del nuevo trazado de la carretera a Cabeza del Buey resultaron dañados. El fuego afectó sobre todo a diversos ejemplares de gayumbas y retamas, además de a los juncales y la vegetación de los barbechos y pastizales cercanos.

Ejemplar de gayumba (Spartium junceum) plantado en la restauración de la carretera Belalcázar hacia Cabeza del Buey, que no da muestras de rebrotes. ©E. Laguna, 01.08.2012

Las gayumbas (Spartium junceum), quizá autóctonas en otras zonas andaluzas pero aquí recluídas a su uso como especies plantadas de taludes y cunetas, no han rebrotado, y es probable que a lo sumo nazcan nuevas de semillas; no ocurre así con una de las especies más genuinas de nuestro paisaje nativo, la retama (Retama sphaerocarpa), que como podréis apreciar en la foto ha rebrotado con fuerza y en 2 o 3 años probablemente alcanzará la misma talla de la planta original.

Ejemplar de retama que ha rebrotado, dos años tras el incendio. ©E. Laguna, 01.08.2012