2012/08/03

Los parientes de las lechugas

Entre las plantas que florecen estos días por Belalcázar están las lechugas de campo o ‘lechugones’ o ‘amargones’ (Lactuca serriola), un pariente cercano de las lechugas cultivadas (Lactuca sativa). A diferencia de aquéllas, sus hojas son muy rígidas, ya sean enteras o recortadas, y con espinas muy punzantes tanto en el borde de la hoja como en el nervio medio, por el envés; sin embargo, si se recolectan cuando aún no se han endurecido, las hojas del lechugón se pueden consumir como verdura, preferentemente cocida, ya que en crudo son excesivamente amargas. Las flores son similares a las de las lechugas cultivadas pero más escasas y alejadas entre sí, dispuestas en ramas largas a menudo horizontales.

Lechugón (Lactuca serriola) cerca del arroyo Malagón. ©E. Laguna, 01.08.2012

Hoy en día apreciamos que las lechugas que consumimos sean lo más dulces posibles, pero eso no ocurría en el pasado.  Los romanos primero, y quienes habitaron la Europa Mediterránea más tarde hasta bien entrada la Edad Media, apreciaban precisamente lo contrario, el sabor amargo de la lechuga, que se concentra en el látex blaco que producen; se dice que entre los oficios de quienes recolectaban productos naturales en la antigua Roma existía el de recolector del látex de las lechugas, que era muy aprecidado entre los patricios por sus pretendidas propiedades medicinales -aunque realmente, como podéis imaginar, la fundamental era el poder purgante de este jugo vegetal. Hoy en día hemos perdido la sana costumbre de ‘purgarnos’ (como de hecho sigue haciendo el resto de los mamíferos), aunque eufemismos como los de ‘limpiar el organismo’ son formas modernas y llevaderas de hacer algo parecido.
Como nota final, hay que indicar que ‘serriola’ hace mención al borde aserrado de la hoja y no tiene que ver con la ‘escarola’, verdura que realmente no corresponde a ninguna lechuga, sino a una forma de hojas rizadas de la achicoria cultivada (Cichorium endivia), la misma especie de la que otras razas de cultivo dan lugar a las endivias o a la raíz de achicoria. La planta silvestre de la que probablemente se domesticaron estas otras verduras son las achicorias silvestres (Cichorium intybus), que estos días nos muestran sus capítulos de flores azuladas en los bordes de los caminos belalcazareños.  

Floración de la achicoria silvestre (Cichorium intybus). ©E. Laguna, 01.08.2012